lunes, 12 de octubre de 2009

Las letras de la Línea

Por Carlos Reyes

Esta es la introducción a la Antología de escritores de la Línea Noroeste: Letras del Sol, recopilada por el poeta Carlos Reyes.

La Línea Noroeste (conformada por las provincias Valverde, Santiago Rodríguez, Montecristi y Dajabón), no posee una tradición literaria de envergadura, hecho que no la exime de observar en su trayectoria cultural algunos exponentes de las letras que si bien no las han asumido como un oficio, ¿quién en el país?, al menos han considerado su labor como un aporte a la difusión de los valores más excelsos.

Cuando hablamos de tradición literaria nos referimos a una actividad de seguimiento en la cual los hombres y mujeres de letras asumen con criterio y rigor el ejercicio permanente del pensamiento. No se trata de una labor aislada o un diletantismo sino de un continuum dialéctico que permite la sistematicidad de las ideas.

Nuestra raquítica tradición literaria se precia, no obstante, de poseer algunas voces clásicas, mismas que dieron a nuestra región sus primeras creaciones literarias.

En Valverde encontramos la figura de Juan de Jesús Reyes (1870-1962), poeta de versificación rítmica y aliento marcial, quien llenó una época e influyó en el moldeamiento de una cultura del sentimiento patrio. A él seguirá en el tiempo su hijo Parmenio Reyes que publicó en 1983 ¿Trinaciones o ensoñaciones? y en 1984 Canto a Santo Domingo de Guzmán. En la misma década de los 80 otros escritores publicarán sus obras, como es el caso de Manuel Rodríguez Bonilla, autor de Juan de Jesús Reyes. El cantor de la Barranquita (1983) y La Batalla de la Barranquita (1987). Santiago Rosario, poeta de inspiración panfletaria, publicó Los del montón y Abajo los de arriba (1988), mientras que Emmanuel Rodríguez iniciaba su "andadura literaria" en la revista La Barranquita.

La década de los 90 trajo consigo nuevos valores literarios y publicaciones de otro nivel. Aparecen entonces los nombres de Jonni Muñoz que publica en 1991 su poemario Ritual del tiempo, Alfonso Torres quien publicó Arco iris de amor y de fuego (1994) y Entre pieles (1996), Belkis Torres, autora de Perlas líricas (1997), y Rafael Darío Herrera quien obtuvo el primer lugar en un concurso sobre ensayo histórico con su obra Población, agricultura y política en Mao, 1880-1960 (2000).

A partir del año 2000 asistimos al boom de las letras valverdenses iniciando con Juan Nicolás Tineo, autor de Pinitos (2000), a quien siguen Juan Augusto Santana que en 2001 publica Cuentos que se cuentan, primer libro de cuentos que se imprime en la provincia Valverde; Julio Francisco Cruz Rodríguez, autor de El niño y la manzana (2001), primera novela publicada en Mao; Carlos Reyes, autor de Saudade (2002); Jonni Muñoz, quien reedita Ritual del tiempo en 2004; Carlos Manuel Peña Fermín, autor de El Guabay. Lugar de olvido (2005); Emmanuel Rodríguez publica el libro de cuentos Fuan Fuá y otras peripecias en 2007; Francisco Almonte publica el ensayo Poemas de amor y sexo de Manuel del Cabral: análisis estilístico (2004) y por último nos llegan las obras de dos poetas tutelares: Randolfo Ariostto, autor del relato La Soraya (2008) y Augusto Bueno con su poemario Otra forma para morir (2007).

En la provincia Valverde han existido tres talleres literarios: el taller Juan de Jesús Reyes, capitaneado por Emmanuel Rodríguez, el Manuel Rueda (ambos de Mao) y Crisopeya en Esperanza, con William Nívar F. a la cabeza. Actualmente la continuidad de los talleres en la provincia se encuentra bajo la égida del taller literario Los heraldos negros y el Círculo de escritores de Valverde. Randolfo Ariostto, Augusto Bueno, Carlos Reyes, Bartolo Cabrera y Miguel Vélez dirigen los mismos.

Por último es preciso destacar a dos figuras de las letras nuestras y del país: Rafael Darío Herrera y Bergson Rosario.

Rafael Darío Herrera es el más prolífico de nuestros autores, con una vasta muestra bibliográfica producto de su incansable labor investigativa y de su condición de lector voraz.

Bergson Rosario, catedrático de la UASD al igual que Herrera, constituye una pieza decisiva en el engranaje cultural de la provincia ya que ha sido el acicate motivacional de los nuevos valores estéticos junto a Juan Nicolás Tineo. A Bergson Rosario se debe gran parte del apoyo para que surgiera el boom de las letras valverdenses y la célebre frase "Nos tendrán que oír".

En Montecristi, la tradición literaria está vinculada a nombres prominentes como los de Manuel Rueda, Chery Jiménez y Andrés Avelino, quienes representan un patrimonio intelectual de esta histórica provincia. Se destacan aquí la historiadora, novelista y poeta Olga Lobetty conocida por su famoso ensayo Desiderio Arias, el cacique liniero (1996); Joiffre Pimentel, autor de Versión de la luna (1999); Bergson Rosario, autor de Cascada de sueños (1999); Eduardo Tavárez Justo, Ramón Helena Campos, autor de La Botija y otros cuentos (2002). Algunos de estos escritores se han desarrollado a la sombra del Círculo Literario Chery Jiménez, adscrito al Ateneo Insular. El Círculo Literario Yarey (Ciliya), cofundado por Bergson Rosario, es otro de los grupos literarios que funcionan en esta provincia.

En Santiago Rodríguez han trabajado la literatura Eudaldo Antonio Hiciano, quien aparece en la antología Voces del Valle y Yisel del Carmen Arias, autora del poemario Yo, íntima en treinta poemas elegíacos.

En Dajabón encontramos autores como Norma Altagracia Holguín-Veras Belliard, Rafael Villalona y Alfonso Torres Ulloa cultivadores de la poesía y la narrativa. En esta provincia funciona el taller literario Bolívar Belliard Sarubi fundado en 1996 por Norma Holguín-Veras y Rafael Villalona.

Esta antología solo ha pretendido recoger una muestra de la actividad escritural de la Línea Noroeste, sea dicha actividad un ejercicio concienzudo del arte literario o no.

En las cuatro provincias de esta región abundan los jóvenes poetas y narradores con obras inéditas quienes por esta condición no han aparecido aquí. El criterio de selección no ha respondido a una rígida observación de la estética, ya que de haberse hecho así, esta antología no superaría la decena de autores.

4 comentarios:

  1. La Soraya de Randolfo Ariostto, data del 2007

    ResponderBorrar
  2. Hey!, si nos vamos a situar por provincias, creo que soy de la Montecristi, aunque mi transcurrir literario lo he ejercido en santiago y Mao con todo mi corazón de marrano servido en una mesa sin patas.

    Augusto Bueno

    ResponderBorrar
  3. Distinguido amigo Carlos:tú has olvidado nombres como Víctor Melitón Rodríguez, poeta, ensayista y escritor de varios libros de administración; a Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui), quizás el más prolífico de los autores maeños, pues la última vez que me encontré con él tenía unos veinte libros publicados, de los cuales conservo algunos ejemplares. Pero el literato que no debió omitirse es Edwin Disla, quien es novelista y ensayista, y fue galardonado con el Premio de Novela por la Secretaría de Cultura, en 2008, con una novela sobre Manolo Tavárez Justo. Es el único escritor maeño que ha recibido tal distinción (por no decir de la Línea Noroeste). Podrían existir otros escritores prominentes que la ingratitud de mi memoria se niega a recordar. En mi caso particular, el libro que mencionas no es el único que he escrito. Por favor, investiga sobre los autores anteriores y otros que puedan aparecer. Honor a quien honor merece. Saludos de Francisco Almonte.

    ResponderBorrar
  4. Quizás el autor de este trabajo no se notició de los autores de Santiago Rodríguez.

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador