sábado, 17 de octubre de 2009

Eterna presencia de Fernando Martínez (In memoriam)

Marina Aybar Gómez

Fernando Martínez era psicólogo de profesión, hijo de Clemen, uno de los primeros fotógrafos de Mao, y de doña Nena, ambos finados. Sus hermanos son varios: Sonis Napoleón Martínez, Pitico, destacado médico a nivel internacional que ha hecho residencia en Canadá, Evelio Francisco Martínez, Gil Blas, Diego, Armogastro Saturo, Inmaculada y Margarita Martínez. Fernando fue profesor adjunto de psicología de la UASD y un amigo de trato afable con todas las personas. Realizó sus estudios en la UASD y como muchos maeños se trasladó a la capital en busca de crecimiento intelectual y personal. Nota introductoria de Niño Almonte.

Fernando Martínez será recordado siempre por los estudiantes y servidores universitarios que acudían a él buscando la orientación profesional adecuada para tratar de fallar lo menos posible en su rutina universitaria.

Fernando Martínez está presente en el campus uasdiano, detrás de la Facultad de Humanidades, en un galpón de madera, segmentado en cubículos, donde brindaba la orientación profesional que los desorientados uasdianos necesitaban con urgencia, y que sólo podían obtener si daban con seres especiales y abnegados como él, aunque su lugar de trabajo no era el más adecuado para desempeñar su labor, pero qué más daba, si su entrega total, su sonrisa y espíritu de servicio opacaba cualquier dificultad física.

Psicólogo de profesión, pequeño, delgado, color muy dominicano, pausado y rápido a la vez en su dulce hablar, Fernando cosechó una siembra que nunca perecerá entre los universitarios y de seguro que entre sus amigos y familiares, quienes todavía no creen que desapareció físicamente, un día de mayo, no recuerdo qué año, porque me enteré de su ausencia meses después de su corto viaje. Aún lo sigo viendo y recordando con su inseparable boina.

Es un ejemplo de profesional a seguir, magnífico paradigma de cómo un profesional asume su rol con entrega total, elevándola al más alto sitial; recuerdo que aprendí a conocer la función que realizaba después que pasé los exámenes de Aptitud y Actitud en la DOP. Hasta ese momento, siempre creía yo que los orientadores enviaban a los estudiantes a las carreras universitarias menos pobladas.

Fernando Martínez era un universitario fuera de serie, pues nunca escuché a compañero alguno hablar mal de él. Y es que como humano no tenía pendiente el querer dirigir el Departamento de Orientación Profesional ni enquistarse en ningún estamento universitario, porque su razón laboral era servir, ayudar, educar, entender, fortalecer, a todos cuantos le rodeaban y, por ende, elevar a la UASD al sitial que le corresponde como institución educativa superior; aunque, sin quererlo, tuvo que asumir en varias ocasiones, de manera interina, la Dirección de ese Departamento. No tenía prisas, siempre llegaba al punto central de las desavenencias y lograba su propósito final: resolver cualquier problemática asomada. No conozco a alguien que sea mejor defensor de la UASD que él. Institucionalista como el mejor, fue uno de esos personajes que amaban tanto esta institución, que sufría cualquier deterioro que asomara en ella. No sé si por eso murió tan a destiempo.

Por tanto, el Consejo Universitario, a través de la Dirección de Orientación Profesional, debe recordarlo en este que es su mes de partida física, pienso que debe declararlo Hijo Distinguido, o no sé…

No sé si en su Departamento lo estarán recordando, lo cierto es que Fernando Martínez dio cátedra en la UASD, sobre los códigos deontológicos del orientador profesional.

Aseguro que el máximo galardón se llevará si alguien se dedica a indagar de qué personaje estoy hablando. Pensar que él murió como que entristece un poco porque es de las personas que siempre harán falta.

5 comentarios:

  1. Conocí a Fernado en el año 1978 cuando ingresé al colegió Universitario y doy fé de lo dicho en este recordatorio. Aunque me une una gran amistad con Diego, Inmaculada, Tito , Margarita y Gil Blas, a Fernando lo conocí en la UASD y guardo muy bonito recuerdo de él, de su trato afable con todos los que acudían a su oficinita en busca de orientación y de su firma que era el pasaporte obligatorio para recibir una beca de estudio-trabajo(BET) que nos hacía menos pesada la estadia por años en esa gran escuela del sacrificio.
    En Mao se debiera hacer algo para recordale.
    Atte. JOSE RAMON RODRIGUEZ (MOMON)

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  2. Este artículo retrata de cuerpo entero a mi amigo y tocayo, Fernando Martínez. Fuimos contemporáneos, "Cruzados" con las Srtas. Emma y Marina, compañeros de aulas, hasta que las diferentes vocaciones profesionales nos separaron. Esto último no fue óbice para mantener nuestra amistad y respeto mutuo por siempre. ¡Descansa en paz, amigo!

    Fernan Ferreira.

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  3. FERNANDO MARTINES Y YO fuimos compañeros de estudio en la primaria y secundaria en Mao. Fenomenal ser humano, lleno de grandeza. Paz a sus restos entrañable amigo.
    Juan Colon

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  4. Nando como le decíamos fue un gran ejemplo y un guia, fue psicólogo de Vocacion y no profesión nunca olvidare los consejos que siempre me daba. al partir se fue su cuerpo pero tu gran legado nos queda. siempre te recordaremos Tío Nando. Evelio Pena Martinez

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  5. En eterno agradecimiento a quien patrocinara junto a su familia Martínez Soza mi llegada y establecimiento en mi amada República Dominicana su recuerdo es perenne en mi andar por esas tierras ,su apoyo decencia y amabilidad faro!!

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