martes, 1 de diciembre de 2009

Escuela laboral Fidelina Reyes

Reconocida en el 127 aniversario del municipio de Mao

AUTOR: Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.
LEÍDA: Por Francisco Antonio Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.

La Escuela Laboral “Fidelina Reyes” fue fundada en el 1981, originalmente con el nombre de Centro de Capacitación Femenina “Fidelina Reyes”, cuyo nombre es en honor a la destacada maestra Fidelina María Reyes Reyes, quien por un periodo de 32 años se destacó como una gran maestra del nivel Primario (hoy Básico) de la educación en el municipio. Diez años después (1991) le fue quitado al nombre el término “Capacitación Femenina” por el de “Laboral”, reflejando la nueva visión que se daría a la formación en el centro, pues a partir de ese momento sus cursos irían dirigidos a toda la población adulta sin importar el género, es decir, tanto a varones como a hembras.

Desde sus inicios, la escuela laboral ha contado con seis directoras. Son estas:

* Edita Balbuena, 1981-1985.
* Ana R. Espaillat Viuda Peña, 1986-1988
* Miguelina Medrano Interina), 1988-1989.
* Nilda Gisela Torres Sosa, 1990-1991.
* Rita Enilda Peña, 1992-1993.
* Herminia Altagracia Espinal Tejada, 1994-2009.

En los 28 años de fructífera existencia, el centro de formación laboral para adultos ha funcionado en diferentes lugares de la ciudad. Inicialmente desarrolló sus labores en una casa alquilada en el sector Sibila, en la calle Duarte No. 170, por un periodo de nueve años. Luego, pasó a operar en el local de la Escuela Primaria del Batey de Hatico (sector posteriormente denominado Don Bosco), donde estuvo durante dos años (1990-1992); desde aquí fue trasladada a la Escuela Primaria “Paul P. Harris”, en el sector San Antonio (1992-1997), donde tuvo una extraordinaria demanda por ser una demarcación muy poblada y de condiciones económicas muy pobres. Finalmente, la Escuela Laboral “Fidelina Reyes” fue establecida en el local de la antigua Escuela Primaria “Dolores Viuda Bogaert”, en la calle Padre Franco del sector de Hatico, donde ha permanecido desde el 1997. Gracias a los esfuerzos del personal del centro encabezado por su Directora Lic. Herminia Altagracia Espinal, desde el 2007 la Secretaría de Estado de Educación le está construyendo un moderno y amplio local en la parte frontal del patio de la antigua Escuela “Dolores Viuda Bogaert”, próximo a concluirse, consistente en dos amplios salones, cuatro cubículos para aulas y áreas administrativas y sanitarios en los dos niveles de construcción.

La Secretaría de Estado de Educación, a través de la Dirección General de Educación de Adultos, supervisa y debe costear todos los gastos de funcionamiento de la escuela, ya que este es un centro público que forma parte del sistema educativo dominicano. El único gasto que costea el Gobierno dominicano a través de la SEE es el pago de personal y muy esporádicamente el suministro de algún material de limpieza y de oficina. Las estudiantes o participantes deben comprar todo el material que utilizarán como prácticas en su propio proceso de enseñanza-aprendizaje, que en algunos casos sobrepasa los cinco mil pesos por participante.

La población que asiste al centro de formación es esencialmente mujeres adultas casadas con hijos y madres solteras de hogares de condiciones económicas muy precarias. Generalmente, son mujeres que en su niñez o adolescencia interrumpieron su asistencia a la educación formal del sistema escolar; y ya en la adultez, cargadas de hijos y problemas con escasas alternativas para vivir, deciden tomar el camino de la educación laboral, de la preparación personal, para incorporarse al mundo del trabajo productivo digno y honesto. En la actualidad la Escuela Laboral “Fidelina Reyes” cuenta con un personal ascendente a 12 empleados. De estos: 6 docentes, 3 administrativos y 3 de apoyo o de servicio.

Aunque la escuela ofreció años atrás cursos de Electrónica y Locución que eran aprovechados por una nutrida población masculina, en la actualidad sólo está ofreciendo cursos en las ramas de Belleza y Educación para el Hogar; dentro de esta última están los cursos de Repostería, Corte y Confección, Manualidades, Colcha y Cenefa, Pincelada o Pintura y Arte Culinario. En el curso de Colcha y Cenefa, se encuentra el único estudiante del género masculino que dispone la Escuela en toda su matrícula actual.

Dentro de sus egresadas o participantes los hay mujeres que al inscribirse en el mismo se desenvolvían en ventas de bebidas en barras en medio de una vida semi prostituida, otras con baja escolaridad y cargadas de pobrezas y unas pocas profesionales universitarias sin empleo que consideraron que estos cursos laborales les permiten “vivir mejor” que lo que les ofrece la Licenciatura o Maestría adquirida. Todas con un común denominador: satisfechas por haber escogido un camino más que positivo que les ha venido a “llenar de oportunidades, realizaciones y disfrute de la vida”. En todas las egresadas, el cambio de la vida ha sido sustancial.

Varias entrevistadas consideran que la escuela les ha ayudado “a botar el estrés y a aumentar la autoestima”; así mismo, a ayudar a su esposo “en los gastos de la casa, al mismo tiempo de disponer de algún recurso para gastos en asuntos muy personales”. A continuación, veamos algunos casos de egresadas de la Escuela Laboral “Fidelina Reyes”.

a) Arelys Espinal, con 47 años de edad, es una humilde mujer que vive en Mao con su esposo y dos hijos de los tres que procreó. A la edad de 14 años quedó con el 8vo curso de la educación primaria, por lo que entró al programa de Escuelas por Correspondencia de CENAPEC “ ya adulta y cargada de muchachos”, haciendo allí hasta el 2do del Bachillerato; no continuó hasta completar el Nivel Medio o Secundario porque “me fui desencantando, pues para conseguir trabajo siempre era una traba”, nos dice Arelys. Más adelante destaca que decidió hacer los cursos laborales en la “Fidelina Reyes”, por que “estos son más lucrativos”. A la Escuela Laboral para adultos entró en el año 1993 para realizar dos niveles de Corte y Confección; luego retornó en el 2007 cuando hizo el curso de Colcha y Cenefa (Cortinas, Tapizado de Muebles, etc.).

Actualmente realiza un curso de Pincelada (Pintura en todo tipo de material). Destaca la entrevistada que gracias a estos cursos laborales se inició como docente en un curso de Modista realizado en programa sabatino en un centro de la ciudad, y desde el 1994 labora desde su casa en la confección y costura de ropas para damas encargadas. Con cierta emoción recuerda cuando en ese mismo año su hermano le regaló la primera máquina de pedales que utilizó; luego, dos años más tarde, gracias a lo que ganaba adquirió una máquina eléctrica de coser; y finalmente, en el 2007, adquirió una máquina industrial con la que junto a una ayudante le sirve para la confección de manteles, colcha, tapizado y la elaboración de todo tipo de cortinas. Estima que cuando menos gana en el mes su ingreso asciende entre tres mil y cinco mil pesos, “aunque hay meses como febrero, mayo y diciembre que los beneficios superan los vente mil pesos”.

Al preguntársele sobre lo que para ella han significado estos cursos, responde a seguida: “Me han ayudado a sentirme mejor como mujer en la casa; he ayudado a mis hijos a estudiar. A la juventud, estos cursos les ayuda llevarlos al mismo tiempo que continúa sus estudios formales”. Ante una nueva pregunta de lo que considera que le falta, que le gustaría realizar y que aún no ha podido lograrlo, la participante Arelys responde: “Me gustaría ampliar el tallercito que tengo con más personas; desearía tener recursos para adquirir otra máquina industrial (una mero) que es la que da terminación a las orillas o ribetes, disponer de un local fuera de la casa aunque fuera alquilado y comprar materiales en mayor volumen”.

b) Hilda Mercedes Domínguez, nativa y residente en la comunidad de Esperanza, de 42 años, vive con su esposo y dos hijos. En el año 1984 concluyó el Bachillerato, y en el 2003 alcanzó en el CURNO-UASD el grado de Licenciada en Ciencias de la Educación. En el 2006 hizo su primer curso de Manualidades y actualmente realiza el de Pincelada o Pintura.

Desde que Hilda concluyó su primer curso en la Escuela Laboral “Fidelina Reyes” se dedicó a la decoración para cumpleaños, adornos para bautizos, decoración de hogares y arreglos navideños; su producción los vende desde su casa y desde una pequeña tienda que en el 2004 montó en su pueblo de Esperanza. Su ingreso promedio mensual por los RD$12,000.00, pero hay meses (como diciembre) que anda por los RD$20,000.00. Destaca que antes trabajaba como maestra en colegios privados, pero prefirió dejar este tipo de docencia, pues, los trabajos que realiza gracias a los cursos laborales le da más que el alcanzado en la Universidad; le va “mucho mejor en la vida”.

c) Dulce Brunilda Peña Ventura es una señora de 73 años de edad que se desempeña como participante o estudiante en algunos de los cursos que realiza la Escuela, al tiempo de ser una de las maestras fundadoras del centro.
Con 28 años como docente en la misma, destaca que aprovecha y realiza cada curso nuevo que se implementa. Dice, “Mira. Cada año los cursos no son exactamente iguales; estos van variando según los intereses de las mujeres que llegan como alumnas. Ellas definen los contenidos según sus propios gustos u objetivos. Tu inicia un curso de Manualidades, por ejemplo, bordando o haciendo pequeñas cosas; pero, si el grupo se mantiene, este va exigiendo a la Escuela y a la Maestra niveles de aprendizaje más profundos que debes tratar de satisfacer. Hoy día las manualidades incluyen el forraje de muebles, sillones de descanso, cortinas según la demanda de la sociedad, etc. Así como van cambiando los gustos e intereses de la sociedad, así mismo van variando las demandas de contenidos de los cursos que realizan las estudiantes de este tipo de escuela”.

d) María Núñez es una mujer de 43 años de edad que vive con dos hijos y su esposo que trabaja en el Ayuntamiento Municipal de la ciudad. Es Licenciada en Contabilidad en UTESA y dispone de una Maestría en Mercadeo en la UASD. Trabajaba como Contable de la Factoría El Progreso cuando se decidió realizar diversos cursos en la Escuela Laboral “Fidelina Reyes”. Hasta el momento, ha realizado cursos de Repostería (1996), Pintura (2003). Trabaja en la actualidad en la confección de collares que vende en su propia “tiendecita” y es docente en el Instituto “Profesor Cuello”, de esta ciudad. Al interrogarle sobre el impacto que en su vida han significado estos cursos laborales, ella reconoce que se ha desarrollado “más en el área manual que en la misma carrera universitaria”.

e) Otros Casos son el de Dania Guzmán residente en el sector Fuerte Azul de la ciudad de Mao que al graduarse en Belleza montó su propio salón en el Centro Cervecero “El Bosque” para dar asistencia en cabelleras, uñas, etc. a más de 30 empleadas del referido negocio donde las mujeres deben presentarse a los clientes “atractivas”. Destaca que los cursos de esta Escuela Laboral “son muy importantes, se aprende bien. Quienes le ponen celo y amor le sacan provecho”; nos dice, además, que con su trabajo en el salón que puso se ahorró “unos buenos chelitos”, que le han ayudado en el periodo delicado de salud en que se encuentra, al tiempo de ayudar a su marido “con los gastos de los muchachos y de la casa”. También, Rosa Iris Rodríguez Tejada, quien tomó el Salón de Belleza instalado por la anterior en el centro de diversión “El Bosque”, del cual saca “de qué vivir” con sus tres hijos y su esposo que se desempeña como mecánico, dispone además de otro salón en su propia casa, desde el cual enseña a su hija quien estudia en uno de los más cotizados colegios de la ciudad, el “Santa Teresita”. Dice que antes sus hijos estudiaban en la escuela pública, pero que ahora, gracias a sus ingresos que adiciona al de su marido, todos sus hijos están en colegios privados, “pues, a ellos quiero darles la mejor educación”.

Finalmente, Ramona Altagracia Núñez, residente en el sector Los Bonilla, por la calle que penetra al popular negocio de “picaderas” “La Sinaí” ha hecho todos los cursos que ofrece la Escuela Laboral, convencida de que las manualidades es su pasión. Desde el año 2007 Ramona Altagracia hace exhibiciones de los artículos de manualidades que produce en el año, los que son vendidos como “pan caliente” en la exposición anual que monta en su casa (frente al Colegio de doña Dominga) a final de cada mes de noviembre; también, produce por encargo disponiendo de una demanda cada vez más creciente. Destaca que mantendrá cada año la exhibición de su producción, pues “la gente la espera como si fuera un gran espectáculo”. Precisamente, para las 5 de la tarde de este 27 de noviembre tiene programado la apertura de su “exposición de manualidades, velones aromáticos super creativos y detalles navideños”.

Sin lugar a dudas que este centro de educación pública ha realizado una labor formidable a favor de mujeres, muchas de las cuales, vivían en condiciones de pobreza extrema y hoy se desenvuelven en trabajos dignos con sus propios negocios, generando empleos en favor del desarrollo de nuestro municipio; esto, gracias a un personal que se le ha entregado por entero con entusiasmo y devoción. Por eso, hoy se gana el reconocimiento de toda la sociedad. Este es la Escuela Laboral “Fidelina Reyes”.



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