jueves, 21 de abril de 2011
MANOLO TAVÁREZ JUSTO Y SU TIEMPO
Por Edwin Disla
El autor es Ingeniero Civil, hijo de ese gran maeño a quien varias generaciones admiramos y respetamos por su inteligencia, honradez, sencillez y, más que nada, por ser un baluarte de diginidad, don Evaristo Disla (QEPD) y de la Sra. Lourdes Rojas. Bienvenido a MEEC, su casa, ingeniero.
1931 2 de enero: nace Manuel Aurelio Tavárez Justo en la casa de sus abuelos paternos, al lado de la casa materna, ubicada en la calle Santiago Rodríguez número 55 de Montecristi. Sus estudios primarios y parte de los secundarios los realizó en la Escuela de Varones Número Uno, llamada después Honduras. En esta escuela le dio clases en el octavo curso, la distinguida maestra, Mariana “Manona” Aguilera. Manolo estudió en Honduras hasta el segundo de bachillerato. Su sensibilidad social y política tomó cuerpo desde la niñez por los relatos familiares sobre las luchas de los nacionalistas en 1916 contra la primera invasión norteamericana, la cual le abriría las puertas a la dictadura de Trujillo, instaurada en 1930.
1945-1947 Domingo Peña Castillo “La Cuca”, lo ingresa a La Legión Azul, que era una organización fundada en 1922 en Montecristi, con el fin de que los jóvenes aprendieran a amar la libertad y en nombre de ella se unieran para defenderse contra la incierta realidad del medio social. Gracias a La Legión, Manolo solidifica su inherente valor personal y su disposición de pasar a la acción. Posteriormente haría que La Cuca sumara La Legión a la resistencia. El padre de Manolo, don Manuel Francisco Tavárez Ramos, debido a la rebeldía que estaba adquiriendo su hijo, quien ya había dado muestras antitrujillistas, lo manda a terminar el bachillerato a la capital, en la Escuela Normal de Varones. Vive entonces en la casa de su tía, Isabelita Justo. Ese año se organiza en Cayo Confites, islote de Cuba, una expedición armada financiada por Juancito Rodríguez contra la dictadura. En la expedición participan Juan Bosch, Fidel Castro, Dato Pagan, Pedro Mir y Chito Henríquez. Ellos no pudieron arribar al país porque Trujillo compró al jefe del ejército cubano, general Genovevo Pérez, quien detuvo la embarcación en el mar. En la capital, Manolo conoce a su condiscípulo, Leo Nanita.
1948 Manolo es reclutado para Juventud Democrática (JD) clandestina por Oscar Torres de Soto. La JD, aunque en sus inicios fue una filial del Partido Socialista Popular (PSP), siempre actuó de forma independiente. Manolo, por primera vez lee la filosofía marxista, la ideología política más avanzada de la época, y se convierte en simpatizante de ella sin variar su fe en Dios. Empieza a adquirir experiencia política en la JD y recluta adeptos y crea sus propias células. En esa época conoce a Rafael Mieses Peguero (Cocuyo), alma de la resistencia antitrujillista y el primero y único revolucionario en esa época que laboraba políticamente las veinte y cuatro horas del día. La decisión, la entrega y la valentía de Cocuyo, alimentaron decisivamente la de Manolo.
1949-1950 Entra a la universidad de Santo Domingo a estudiar derecho. Ese año se produce otra acción revolucionaria contra la dictadura, esta vez por la bahía de Luperón de Puerto Plata, también apoyada económicamente por Juancito Rodríguez. La encabeza Horacio Julio Ornes, y usaron dos hidroaviones. La acción fracasa, pero Julio Ornes, quien en 1963 apoyaría el golpe de Estado contra Juan Bosch, salva la vida. En una reunión conspirativa, celebrada en la capital, Manolo conoce a Leandro Guzmán, quien ya para ese entonces tenía amores con María Teresa Mirabal.
1951-1953 Hay un reflujo revolucionario por el desmedido aumento de la represión y el fortalecimiento económico de la dictadura. Oscar Torres de Soto sale del país y la célula de Manolo pasa a ser dirigida directamente por Cocuyo Mieses.
1954-1956 Los organismo de la seguridad del Estado detectan a Cocuyo Mieses en el malecón, lo llevan al cuartel policial de Güibia, y le descargan una tunda de palos en la cabeza y el cuerpo. Así, desactivan el alma de la resistencia interna antitrujillista. La célula de Manolo pasa a ser dirigida por Juan José Cruz Segura con base en la casa de Carlos Lizardo. En el verano de 1954, en una fogata en Jarabacoa, conoce a Minerva Mirabal, apenada por la muerte de su padre ocurrida el año anterior. Los dos se enamoran y se casan el 20 de noviembre de 1955. Ya Manolo era abogado. Viven en la casa de los padres de él. Ese año, Trujillo celebra la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre para conmemorar los veinte y cinco años de su dictadura. Esta Feria marca el inicio del declive económico del gobierno. Por órdenes de Trujillo, se secuestra en New York a Jesús de Galíndez, de origen español y agente del FBI. Se le traslada a República Dominicana, donde es asesinado. El reflujo del movimiento revolucionario se agranda por la dispersión de sus líderes debido al recrudecimiento de la represión por la proliferación de antitrujillistas. El 2 de diciembre desembarcan cerca de la playa Los Colorados, en el oriente de Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara junto a ochenta expedicionarios que vienen a luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista.
1957-1960 La lucha de Fidel Castro y el Che Guevara adquiere magnitudes epopéyicas. Manolo y Minerva le dan un seguimiento cronométrico escuchando a Radio Rebelde, la cual entraba en Montecristi a causa de la cercanía con Cuba. En 1958 Cocuyo Mieses intenta agrupar a todos los grupos dispersos de la resistencia en una sola organización nacional, y planifica junto con militares, un complot para ajusticiar a Trujillo, pero fue detenido. Esta vez la dictadura lo desaparece. A finales del año 1958, en Cuba, el Che Guevara derrota la espina dorsal del ejército de Batista en la histórica batalla de Santa Clara. El ocho de enero de 1959, entra triunfante en La Habana, junto a Fidel Castro, hecho que conmueve la conciencia dominicana, especialmente la de Manolo y Minerva. Aquél, que hacía tiempo quería reiniciar la lucha contra la dictadura, ve la actual coyuntura como la favorable. Acompañado de su esposa, el día de reyes de ese año, y Leandro y María Teresa, almuerza en la casa de Guido D’Alessandro Tavárez (Yuyo), sobrino de Manolo. Minerva, apoyada por su esposo, plantea la necesidad de organizarse contra Trujillo. Es el reinicio de la lucha. El 14 de junio llegan los expedicionarios sin contar con el suficiente y necesario respaldo interno. Manolo junto a su colega y amigo, Alfredo Parra Beato, intenta sumársele sin éxito. Trujillo aplasta la expedición. De los cuatro sobrevivientes dominicanos, solo Poncio Pou Saleta apoyaría el golpe de Estado contra Juan Bosch en 1963 y traicionaría la república en 1965 al también apoyar la invasión norteamericana colaborando con Imbert Barrera. Manolo asume la responsabilidad de organizar la resistencia interna con una visión insurreccional basada en la sociedad secreta La Trinitaria, creada por Juan Pablo Duarte en 1838, y se plantea, además, unificar todas las células dispersas, a excepción de las vigiladas por la dictadura. Para esta titánica tarea cuenta con la ayuda de su esposa y de sus amigos íntimos, Domingo Peña Castillo “La Cuca” y Leandro Guzmán. El Movimiento lo inicia en su ciudad natal, Montecristi, luego lo expande a Santiago, Salcedo, San Francisco de Macorís y la capital. En menos de un año lo desarrolla casi en toda la geografía nacional, convirtiéndose en el primer y único revolucionario que lograría esa proeza histórica. Uno de los reclutados fue el seminarista, Nicolás de Jesús López Rodríguez, actual Cardenal de la república. Sólo esperaban las armas que deberían llegar del exterior para pasar a la acción. Los Estados Unidos, para evitar el surgimiento de otro incontrolable Fidel Castro, bloquea la gestión de las armas. Jorge Lama, enviado por la resistencia a Nueva York para que la gestionara, en cierta medida se confabula con Washington. Como medida preinsurreccional, Manolo constituye formalmente la vanguardia: primero organizó una prereunión, el 9 de enero de 1960, en la casa de Patria Mirabal y su esposo Pedro González, en Conuco, y al día siguiente, en la finca de Carlos “Charly” Bogaert, en Guayacanes, provincia Valverde, en una reunión con los miembros más destacados de las provincias, la formaliza con el nombre de Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Asumen el programa mínimo de liberación nacional traído por los expedicionarios, y Manolo es elegido presidente. Pero ya la vanguardia había sido descubierta por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), debido a la infiltración de un informante llamado Andrés Norman. Los primeros apresados fueron Federico Cabrera y Marcos Pérez Collado. Les siguieron Manolo, Leandro, Minerva, María Teresa, Sina Cabral y cientos más. Apresado, resistiendo torturas paleolíticas, superiores a las chinas, no delató a nadie albergando la esperanza de que los que quedaran libres continuaran la lucha. Por efecto de esta posición y de su moral revolucionaria de acero, su liderazgo, hasta entonces clandestino, adquiriría magnitudes mesiánicas. El 25 de enero, ante la barbarie trujillista en las cárceles, la iglesia católica da a conocer la primera carta pastoral, en la que critican abiertamente a la dictadura. Es el primer triunfo político del Movimiento. El 27 de enero trasladan a Manolo a la cárcel La Victoria. Lo juzgan, y lo condenan a diez años y al pago de RD$300,000.00 de indemnización. Luego, en «apelación», se la reducen a 8 años y al pago de RD$150,000.00. El 7 de febrero, la presión interna y externa hace que Trujillo excarcele a Minerva, María Teresa y a Sina Cabral. El 21, diecisiete activistas del Catorce, aún libres porque no fueron delatados, se asilan en la embajada de Brasil. Entre ellos, José Eligio «Mameyón» Bautista, Rafael «Baby» Mejía, Juan Miguel Román, Francisco «Bueyón» Carvajal y los hermanos Marcos y Polo Rodríguez, tendrían dentro del Catorce destacadas actuaciones. En septiembre, Fidelio Despradel, perteneciente a una célula independiente, y quien también tendría una destacada actuación, sale del país con fines conspirativos. El 6 de marzo, la iglesia lanza otra carta pastoral. El 18 de mayo, Minerva, María Teresa y Sina Cabral son nuevamente encarcelada. Para Minerva sería la cuarta y última prisión. En junio, Manolo y Leandro fueron trasladados a la cárcel La 40. Trujillo pensaba asesinar al presidente venezolano Rómulo Betancourt, después liberar a Manolo y a Leandro, entre otros conjurados, para motivarlo a que se asilaran con el objetivo de matarlos. Pero el atentado falla, y los regresan a La Victoria. En agosto, por el atentado contra Betancourt, la OEA decreta contra Trujillo sanciones económicas y políticas. Ese mismo mes, el Tirano, presionado y ante la inminente visita de la OEA para conocer la realidad del país, suelta a Minerva, María Teresa y a Sina Cabral. Minerva continua la lucha, hecho inaceptable ante los ojos del Dictador más por ser una mujer que por conspirar. En octubre, Manolo y Leandro son trasladados a la cárcel de la fortaleza de Salcedo, y luego a la prisión de la Fortaleza San Felipe de Puerto Plata. En realidad los traslados obedecen a un plan de Trujillo para eliminar a Minerva y a María Teresa en la carretera, después que visitaran a sus maridos. Casi seguido las dos van a Puerto Plata a ver a sus esposos y, al regresar, no fueron eliminadas por lo precipitado del viaje. El 18 de noviembre, realizan otro, pero iban con las suegras. El 25 de noviembre harían el tercero, acompañadas de su hermana, Patria. Sería el último. De regreso, las asesinaron a las tres y al chofer, Rufino de la Cruz Disla. Este horrendo crimen sella la caída de Trujillo. Se suicida en Venezuela, Juancito Rodríguez. Algunas fuentes afirman que fue su nieto quien jugando con una pistola lo mató accidentalmente.
1961 El 30 de mayo ajustician a Trujillo. El 2 de julio ponen en libertad a Leandro y a Pedro González. El 5 llegan al país, los delegados del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ellos eran Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo. El 11 constituyen oficialmente la Unión Cívica Nacional (UCN), la cual había sido organizada en Washington con la participación de Donald Read Cabral y el apoyo del grupo económico Vicini. La UCN, guiada por los Estados Unidos, para alcanzar el poder político utiliza como táctica, la afirmación de que eran apartidista y patrióticos, que desaparecerían una vez liquidado el poder de los Trujillo. Norteamérica también la utiliza como partido neutralizante e intenta hacer converger en ella a los catorcistas y comunistas. El 16, el PRD celebra el primer mitin en el país, en el Parque Colón de Santo Domingo. El 26 ponen en libertad a Manolo, último catorcista en salir, y de inmediato reinicia la lucha en el nuevo escenario aun sintiéndose muy débil tanto por las torturas como por el golpe demoledor del asesinato de su esposa. Es ya un prócer, formador del partido causante de la crisis que determinó la caída de la dictadura. Si no hubiese organizado el Catorce, aun ajusticiado Trujillo, la tiranía hubiese sobrevivido. El 29, la UCN celebra su primera manifestación pública en el Parque Independencia de la capital. Apenas 4 días después de salir de la cárcel, el 30, Manolo celebra, en la calle Las Mercedes, la primera asamblea constitutiva del Catorce, y lo eligen presidente, y a Leandro secretario general. Ahora el Movimiento se llama Agrupación Política 14 de Junio. Por primera vez en el país, tras los treinta años de dictadura, se erige un partido político por la vía democrática. Inicia así la lucha por liberar al país del neocolonialismo norteamericano. Acuerda con Juan José Cruz Segura formar un punto de reunión para actualizarse políticamente. En un principio apoya a los cívicos, quienes movilizan a las masas contra los remanentes de la dictadura representada por Ramfis y Balaguer. El 13 de agosto regresan del exilio Fidelio Despradel, Luis Genao y Juan Miguel Román, y se integran al Catorce. Posteriormente regresaría Polo Rodríguez, el más radical de los exiliados, y por igual se integraría. El 19 de agosto, el partido celebra su primera manifestación política en Santiago, en el Parque Duarte. Sale a luz pública el periódico El 1J4, vocero del partido, y su programa radial, Política y Orientación. El 16 de septiembre, celebran la segunda manifestación política, esta vez en el Parque Colón. Un grupo de catorcistas, encabezado por Alfredo Manzano, trata de involucrar al partido en una aventura peligrosa e inmoral con Ramfis y Máximo López Molina, líder del Movimiento Popular Dominiano (MPD). Ramfis promete financiar guerrillas para «vengarse» de los americanos porque ayudaron a asesinar a su padre. En verdad quiere utilizarlos como conejillos de indias para que los Estados Unidos le levante las sanciones. Manolo, tras reunirse con López Molina, impide la materialización de la aventura. En esa época le envía, con éxito, una carta personal a Fidel Castro con la finalidad de que entrenen militarmente a un grupo de catorcistas en Cuba. Otro grupo del partido, los más moderados, los envía a Costa Rica a hacer un curso en el Instituto de Educación Política sin imaginar que era un organismo financiado por la Cía. Aprovecha la ausencia de los moderados para reestructurar el partido con los elementos a fin a su proyecto de liberación nacional. Escriben el himno del Catorce, Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán y Ángel Concepción. Ya en la cárcel, Niní Germán había ideado la bandera y el escudo. El 20 de octubre, regresa Juan Bosch al país tras 25 años de exilio. Su llegada coincide con la ocupación de la calle Espaillat y un tramo de la Nouel, por parte de jóvenes. Era el efecto de las movilizaciones de masas de la UCN y el Catorce. Los jóvenes proclaman los sectores ocupados territorio libre de Ciudad Nueva. La policía los masacra. Los paleros de Ramfis dirigidos por Balá, desatan el terror sobre los opositores políticos. En noviembre, una delegación de la UCN, presidida por Viriato Fiallo y Luis Manuel Baquero, y otra del Catorce, por Manolo Tavárez Justo y Leandro Guzmán, van a Washington a solicitarle a la OEA que no levante las sanciones impuestas al país porque aun permanecen los Trujillo y su régimen de terror. Ciertamente los cívicos van a negociar con el Departamento de Estado la manera de acabar con el gobierno de Ramfis y Balaguer, y acuerdan, unilateralmente, en un principio mantener a Balaguer. Por esta razón tuvieron contradicciones con Manolo. Éste empieza a distanciarse de los cívicos. En todo el país las movilizaciones contra el gobierno no cesan. Los cívicos, usando a los catorcistas, las controlan. Ramfis, que ya sabía que Washington no iba a levantar las sanciones mientras él tuviera en el mando de las fuerzas armadas, en un esfuerzo desesperado, hace retornar a sus tíos, Negro y Petán, quines estaban en el exterior esperando que levantaran las sanciones para regresar. Ramfis pensaba restaurar la dictadura y matar a... Manolo. Con la iniciativa cívica, empieza una huelga general contra el regreso. El 18, Estados Unidos manda barcos de guerra con un mensaje: Si los Trujillo dan un golpe tendrán que enfrentar a Washington. Ese mismo día, Ramfis se ve obligado a abandonar el país, no sin antes asesinar a los que ajusticiaron a su padre. Arrestan a Alicinio Peña Rivera, coordinador del crimen de las hermanas Mirabal y su chofer, Rufino de la Cruz Disla. El 19, el general Rodríguez Echavarría, jefe de la base aérea de Santiago, motivado por Norteamérica, se levanta militarmente para presionar a Negro y a Petán. Estos ceden, sobre todo porque Balaguer les da una millonada. El 21, regresa Manolo, junto con Viriato Fiallo, de Estados Unidos, y lo reciben como un héroe. El general Rodríguez Echavarría reconoce a Balaguer como autoridad legal del poder. Empiezan a saquear las residencias de los Trujillo. El 29, los cívicos, apoyados por el Catorce, llaman a una huelga contra el gobierno. La misma termina a los once días sin que Balaguer cayera, pero se ve obligado a conformar un Consejo de Estado con los cívicos. Manolo denuncia el Consejo como un producto de la interferencia del imperialismo. Empieza a distanciarse de los cívicos de forma definitiva. Se comienza a organizar La Infraestructura, organismo secreto del Catorce que se encargará de crear las bases para la lucha armada. Máximo Bernard tiene una gran influencia en el organismo, el cual Polo Rodríguez le daría un giro radical con el apoyo de Manolo.
1962 El 4 de enero, se recrudecen las contradicciones entre la UCN y el Catorce: seis miembros del Comité Ejecutivo Central, que también tenían cargos dirigenciales en la UCN, renuncian de la Agrupación por la fuerte oposición de Manolo al Consejo. La OEA levanta las sanciones, y por esta razón Balaguer, presidente del Consejo, debería renunciar por acuerdo previo con los cívicos y darle paso al vicepresidente, Rafael F. Bonelly, pero se quedó afirmando que su mandato constitucional termina en 1962. La UCN empieza a presionarlo, y el 16 de enero, usando altoparlantes, ponen a una multitud a corear consignas contra él y Rodríguez Echavarría. Las consignas llegan hasta la oficina del presidente en el palacio. El gobierno cae en la trampa provocativa y ametrallan la multitud frente al local. La consternación fue general. El Catorce pide sanciones por el ametrallamiento. Balaguer se ve obligado a renunciar, y en su lugar nombra a uno de su confianza: Humberto Bogaert. El general Rodríguez Echavarría, con la anuencia de Balaguer, trata de quedarse en el poder, e instaura una Junta Militar presidida por Humberto Bogaert. La maniobra fracasa porque no cuenta con el apoyo de Estado Unidos. El 19 de enero, el mayor Fernández Domínguez, futuro creador del movimiento constitucionalista, hace preso al general Rodríguez Echavarría, quien pararía en el destierro al igual que Balaguer. Se reinstala el Consejo de Estado presidido ahora por Bonelly. A partir de entonces el país pasa a ser una neocolonia de los Estados Unidos. Manolo rechaza una petición del Consejo de que participara un representante del Catorce en el gobierno, debido a las diferencias ideológicas ya abismales entre el 1J4 y la UCN. La UCN anuncia oficialmente su conversión en partido. El 19 de febrero expulsan a Alfredo Manzano por estar promoviendo alianza con el MPD y criticando a Manolo. Éste denuncia al Consejo de Estado por estar creando una dirección de seguridad para perseguir opositores políticos. Afirma que la UCN sustituye al Partido Dominicano. El 20, el Consejo promulga una la Ley de Emergencia, al amparo de la cual se deportan a opositores políticos. Manolo moviliza a las masas contra esta ley. Erróneamente cree a Imbert Barrera amigo y lo trata como tal, siendo uno de los principales ejecutores, por abajo, de la Ley de Emergencia y un incondicional de los Estados Unidos. La Agrupación, por medio a Juan Miguel Román, comienza a comprarle armas al alemán, Camilo Todemann, quien era un trabajador de la Cía, bajo las órdenes de Tony Sileo. El plan de la Cía, el cual contaba con la colaboración de los cívicos, era venderles fusiles saboteados al Catorce, creándole así una base militar falsa, e investigar si tenían otras fuentes de abastecimientos, y motivarlos, en su momento, a que se levantaran en armas para asesinarlos a todos. La primera entrega la hizo Camilo en el mes de marzo. Fidel Castro empieza a apoyar económicamente al Catorce. Manolo, debido a su profunda admiración por el líder de la revolución cubana y a la influencia de los cuadros del partido que se entrenaron en la patria de José Martí, gira más sus pensamientos políticos hacia la izquierda. El 14 de junio, por primera vez, el partido celebra un mitin en honor al sacrificio heroico de los expedicionarios de 1959. Lo convoca frente al baluarte de El Conde en el Parque Independencia. El contenido y la forma de su discurso supera a los anteriores, sobre todo por Manolo ayudarles a las masas a conocer la verdadera fisonomía de los Estados Unidos, por lo que sería considerado precursor de las ideas antiimperialistas. Por esta consideración, los pronorteamericanos tratarían de empequeñecerlo ante la historia, supeditando su papel al de Minerva Mirabal, siendo al revés. Volviendo al discurso, ya cuando lo iba a finalizar, producto de la efervescencia del momento, comete el error político más grande de su vida, al afirmar que el 14 de Junio sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya, y a ellas, a ellas iremos... A partir de entonces llovieron las renuncias de los militantes, y la Cía y los organismos de la seguridad del Estado le pusieron especial atención, y aceleraron los planes que ya tenían ventilados contra él y su partido, al que tratarían de desaparecer. Como él es un hombre de palabra, de honor, los agentes que le ha infiltrado la Cía, lo harán esclavo de ellas. El 27, inician la causa contra los asesinos de las hermanas Mirabal y su chofer, Rufino de la Cruz Disla. En el kilómetro doce de la Carretera Sánchez empieza a funcionar una escuela de formación de cuadros del Catorce, de orientación marxista. Esta escuela es la base del proyecto ideológico futuro de Manolo. Un sector moderado del Catorce encabezado por Félix Germán, Blanco Fernández y Cayeyo Grisanty, producto del discurso y por contradicciones ideológicas, renuncia. Los manolistas lo tildan de ser instrumento del imperialismo. Manolo logra mantener cohesionado el partido. Ahora los líderes más radicales, los llamados supersabios, aspirantes a convertir el Catorce en un partido comunista, esencialmente Polo Rodríguez, Fidelio Despradel, Roberto Duvergé y Luis Genao, posiblemente siendo éste ya (en lo que se convertiría luego públicamente): un agente del enemigo, adquirieron más fuerza. Juan Miguel Román, con ideas diferentes, también era del grupo. El 25 de noviembre, se reproduce el mismo mitin de la capital en la Plaza Valerio con motivo a la celebración del segundo aniversario de la tragedia de las hermanas Mirabal. Manolo, en su discurso, dijo que la consigna nacional, es en diciembre no votar. Los asesinos de las hermanas Mirabal fueron condenados a largas penas de cárcel. A los dos años y medio, aproximadamente, serían liberados en el transcurso de la guerra de abril por los remanentes del trujillismo que se fortalecerían con la invasión norteamericana, a excepción de Alicinio Peña Rivera, que fue dejado en libertad por Montes Arache. El 20 de diciembre se celebrarían las elecciones, pero los supersabios propugnaron por impedir la “farsa” por medio de la insurrección. Esta vez, Manolo impuso su autoridad sobre ellos, y la insurrección se dejó de lado y se mantuvo la decisión de abstenerse de participar en las elecciones. Mas los supersabios, liderados, en lo político, por Fidelio Despradel, quien tenía conexiones con el Partido Socialista Popular por medio a Luis Gómez Pérez, y en lo militar, por Polo Rodríguez, lentamente se fueron convirtiendo dentro del Catorce en una especie de célula que poco tenía que ver con el proyecto de liberación nacional, democrático y antiimperialista del partido. Y fueron tomando el control de la organización apoyándose tácticamente en la figura de Manolo. Éste comete el error de darles demasiadas libertades por sus enormes capacidades de trabajo y sus ideales nacionalistas orientados hacia el marxismo. EL 4 de diciembre la policía “descubre” un arsenal de armas del Catorce. Seguro que eran de las no saboteadas, sacadas de la armería por Evelio Hernández, entre otros trabajadores, y no por Camilo Todemann. Lógicamente, el partido negó que las armas les pertenecieran. Los días 8 y 9 de diciembre, el Catorce convoca una Asamblea Nacional. En ella se acepta la reestructuración del Comité Central presentado por Manolo, y se ratifica la decisión de no participar en las elecciones. Entre Juan Bosch y el padre Lautico García se produce un debate televisado porque el segundo tildaba al primero de marxista–leninista. Bosch se lo ganó. El día de las elecciones, los catorcistas, obedeciendo a una línea no supersabia y tampoco oficial del partido, votaron por Juan Bosch, quien ganó abrumadoramente el escrutinio. Manolo dice que el PRD cuenta con el apoyo del Catorce. A partir de entonces, el partido decide hacer más contacto con las masas. El 28 se produce una matanza en Palma Sola, posiblemente organizada por el gobierno para asesinar al general Rodríguez Reyes, quien iba a ser el jefe de las fuerzas armadas en el gobierno de Bosch. Manolo dice que fue una masacre. En sus últimos días como presidente, Bonelly promueve a individuos ligados a los cívicos dentro de las fuerzas armadas y dicta leyes especiales sobre la inmovilidad de otros de alto rango, iniciando así la conspiración.
1963 El 24 de enero, en San Francisco de Macorís, jóvenes relacionados con el Catorce, ciegos seguidores de Fidel Castro, atacan de noche al cuartel de Castillo, con la finalidad de proveerse de armas y establecer un foco guerrillero en la loma Quita Espuelas. La acción, que no contó con la aprobación del partido, termina en fracaso. La policía trata, sin éxito, de vincular al Catorce con el hecho. El 27 de febrero, Bosch asume el poder, y sin una táctica y estrategia definida, estando las fuerzas armadas bajo el control norteamericano y la mayoría de los grupos económicos dirigidos políticamente también por ellos a través de la UCN, intenta realizar un gobierno independiente política y económicamente. El Catorce apoya la enseñanza laica, iniciativa del gobierno. Bosch rescinde unilateralmente un contrato lesivo para el país que había sido suscrito por el Consejo de Estado con The Esso Standard Oil, y en Europa ya había obtenido la promesa de un préstamo…La línea táctica de apoyo al gobierno es boicoteada solapadamente por los supersabios, fanatizados con el foquismo, visualizadores del triunfo revolucionario al doblar de la esquina. Sus poderes dentro del partido seguían en aumento, sobre todo después de lograr incluir dentro del Comité Central a Luis Genao. El 26 de abril, estalla una crisis entre el gobierno dominicano y el de Haití por un ataque de la policía secreta duvalierista a la embajada dominicana en Puerto Príncipe, que albergaba a opositores. Las fuerzas armadas, que fueron movilizadas hacia las fronteras por órdenes de Bosch, se negaron después a continuar obedeciéndolo por recomendaciones de la misión militar norteamericana en el país. En medio de la crisis, el congreso aprueba una nueva constitución, a la que se opone la iglesia y toda la reacción manejada por los cívicos. El 14 de junio, el partido celebra el mitin en honor al cuarto aniversario de los expedicionarios. Fue la consagración política de Manolo porque debido a su táctica de acercamiento a las masas y a la paralización del gobierno de Bosch, que se mantenía a la defensiva de la reacción, tratando de demostrar que no era marxista, que solo ponía en práctica leyes que les convenían al país como la del Tope del azúcar, y no ponía en práctica las medidas populares prometidas, las masas desencantadas se habían sumado al Catorce, posiblemente convertido ya en organización mayoritaria. Ante el posible golpe de Estado, La Infraestructura incrementa los aprestos preinsurrecionales, pero comprándoles armas a Camilo Todemann. Militares de alto rango le ofrecen apoyo a Manolo si se levanta en armas. En verdad era una labor de contrainteligencia, consistente en motivarlo para tener una excusa para asesinarlo. Dentro del partido ocurre otra crisis protagonizada por los llamados flojos, que eran Jaime Durán, Hugo Toyos, ambos del Comité Ejecutivo Central (CEC), y Rafael «Fafa» Taveras y Norge Botello, dirigentes medios. Ellos no se oponían a la existencia de La Infraestructura, a pesar de que fueron excluidos, pero opinaban que debería estar bajo el control del CEC. A los que sí se oponían era a la iniciación de la lucha guerrillera por no haber condiciones. En medio del calor de los debates, los supersabios, por votación en el CEC, lo derrotaron y le dieron plenos poderes a Manolo para que decidiera la táctica de La Infraestructura. Posteriormente lograrían incluir en el Comité Central a Marcos Rodríguez, en sustitución de Baby Mejía, a quien enviaron a Cuba a entrenarse. Esta inclusión afectó todavía más el poder de los flojos, pues aunque Baby era un duro, no era un incondicional como Marcos. Los flojos carecían de coraje y de responsabilidad para enfrentar la crisis. Por esta razón aceptaron irse a Cuba por mediación de Polo, a disfrutar de unas becas que ciertamente no existían. Polo los timó. Además de los flojos, los supersabios alejaron del CEC a Vinicio Echavarría, Bueyón Carvajal Martínez y Miguel Vásquez Fernández, completando así su dominio sobre el partido. Ante la cercanía del golpe, el coronel balaguerista, Neit Nivar Seijas le ofrece a Manolo 200 ametralladoras, para que lo apoye a él en una aventura golpista. Ni las armas, ni él después aparecieron. Fidel Castro le manda a decir a Manolo, que no suba a la loma en la primera etapa de la guerrilla. Los supersabios se opusieron a este mandato. En julio, Bosch comete el error de aceptar reunirse con el alto mando de las fuerzas armadas en San Isidro. Los militares trataron, sin fortuna, de que implementara una serie de medidas impopulares, entre ellas, la deportación de líderes revolucionarios. Esta reunión marca el inicio de la ofensiva final de los golpistas dirigidos por los cívicos con el apoyo norteamericano. Bosch, en la televisión, pronuncia un discurso magistral, y denuncia el golpe. Manolo lo llama, en vano, para felicitarlo. La iglesia católica apoya unas manifestaciones llamadas de reafirmación «cristianas» dirigidas por los golpistas. Las manifestaciones perseguían hacer participar a las masas en la trama. El Catorce denuncia la conspiración, y hace un llamado en pro de la formación de un Frente Nacional de Defensa a la constitución y contra el golpe de Estado. A propósito de la denuncia, Bosch y Manolo se reúnen en la primera planta del edificio de Máximo Bernard, ocupada por los esposos Nidia Peralta y Henry García. Aparentemente no llegaron a ningún acuerdo por la negativa de Bosch de aceptar el apoyo de Manolo en pro de la movilización de las masas y de combatir con la acción a los golpistas. El presidente creía que tales acciones acelerarían su caída. Manolo, previendo la precipitación de los acontecimientos y sus efectos, forma un Comando Supremo, aprobado por el Comité Central, compuesto por él, Benjamín Ramos y Máximo Bernard. Ante la ausencia de él, Benjamín Ramos sería el sucesor. Era una forma de impedir un zarpaso de los radicales supersabios. Pero Manolo desconocía que ya él era el líder de ellos sólo en apariencia, sólo cuando les resultara beneficioso para su proyecto insurreccional, al que posteriormente los catorcistas llamarían «la locura de las montañas». El 23 de septiembre matan al dirigente de la Agrupación, Alexis Brache en Salcedo. Manolo va, y pronuncia el panegírico. En la madrugada del 25 de septiembre, se da el esperado golpe de Estado. Al día siguiente se instaura un triunvirato presidido por Emilio de los Santos, Manuel Enrique Tavárez Espaillat y Ramón Tapia Espinal. Manolo, por un fallo de La Infraestructura y por la claudicación de Máximo Bernard, sin saberlo, ni quererlo, tratando de buscar un refugio, es llevado a la embajada de México. En medio de esta confusión, los supersabios, ya trabajando como una especie de célula, desconocen a Leandro como secretario general y a Benjamín Ramos como sustituto de Manolo, y tratan de tomar el mando del partido como temía el líder. Afirman que dentro de poco todo estará listo para iniciar la insurrección y al mismo tiempo desacreditan a Manolo por haberse “asilado”. El objetivo era irlo ablandando para después utilizarlo para sus fines aventureros, que paradójicamente coincidían con los de la Cía aunque, claro está, con fines diferentes. En una reunión, los supersabios se autonombraron «Comisión Militar Encargada de Preparar la Insurrección». Finalmente Manolo logra salir de la embajada por su cuenta, e intenta asumir el control de su partido, es cuando se entera del accionar supersabio y sus pretensiones de desarrollar su línea política insurreccional por decreto. En medio de esta nueva crisis, sumergido en la clandestinidad, Manolo llega a decirle a Benjamín Ramos, que existen fuerzas dentro del Catorce que tratan de separarlo de la presidencia. Piensa que de enfrentarlas dividiría el partido. Afirma que ellos (los supersabios, n.de ed) han amenazado con denunciarlo por haber estado en la embajada de México y que se irían solos para las montañas, y que en este caso, él no volvería a presentarse en público, ni hablar ante las masas. A fin de mantener la unidad, decide ir a las montañas. Otro día, le manifestó a Daniel Ozuna, quizás ya convertido en colaborador de la policía, que ese grupo (los supersabios, n. de ed), lo consideraba vacilante, y que habrá tiempo suficiente para demostrarle a ellos, quien era él. A estas alturas la célula había nombrado a Fidelio como sucesor de Manolo y en caso de que murieran los dos, sería Roberto Duvergé.
En octubre, el MPD, creyendo que el Catorce no se rebelaría, intentó, sin éxito, establecer un frente guerrillero en las lomas de Cotuí para ser la vanguardia de la revolución. El 6 de noviembre apresan a Leandro Guzmán y de Daniel Ozuna. Los supersabios, basándose en una estructura organizativa falsa, le dicen a Manolo que todo está listo para el inicio de la insurrección. Él, sin estar de acuerdo con el momento escogido para comenzarla, chantajeado por haberse “asilado” y haber dado su palabra de que iría a las montañas, va al levantamiento iniciado el 28 de noviembre tratando de mantener la unidad del partido. A pesar de todo, esa muestra de entrega y de desprendimiento duartiano, marca un horizonte en la historia dominicana. Nunca antes una generación, como la que se llamaría Manolo, combatiría la injusticia social con tanto amor sin estar preparada militar y políticamente. La Infraestructura coloca seis focos en las cordilleras. El triunvirato, asesorado por la misión militar norteamericana, permitió la subida de los guerrilleros a las montañas, sobre todo porque iban con armas saboteadas y además le convenía, pues provocaría tanto un fortalecimiento de su unidad con la derecha civil y militar como el reconocimiento de los Estados Unidos. En un principio, pensaban eliminarlos a todos, pero después, debido a las consecuencias negativas que les traería (la matanza ejecutada por Trujillo contra los expedicionarios había pasado hace apenas cuatro años), ya que conformaban un gobierno de facto, decidieron eliminar a Manolo y uno que otro líder necesario para destruir la Agrupación. Los supersabios, comandando todos los frentes, intentan consolidarlos, fue cuando se estrellaron contra el muro de la gran verdad: eran unos idealistas, románticos de la guerrilla, que no estaban ni mínimamente preparados para la acción que habían emprendidos. Así fueron, en pocos días, derrotados con suma facilidad, a excepción del frente de Manolo. Éste, a pesar de no tener entrenamiento guerrillero se creció en la montaña. Llega a cargar incluso cinco mochilas y la paila de sus hombres cansados. Igual que en La 40, demostró quien era el verdadero Comandante en Jefe. El ejército y unidades élites de la fuerza aérea, comandadas por Ramiro Matos, no solo nunca lograron emboscarlo, sino que un día, creyéndolo tener rodeado, hasta se entraron a tiros ellos mismos. Dándole crédito a un llamado del gobierno de facto, hecho por Manuel Enrique Tavárez Espaillat, de que se entregaran porque sus vidas serían religiosamente respetadas, los guerrilleros presionaron a Manolo para que aceptara la proposición. Lo que ellos no imaginaron fue que no bien Enrique Tavárez Espaillat terminó su alocución televisada, corrió junto a Ramón Tapia Espinal para la base de San Isidro a hablar con los militares comprometidos con el golpe, para que no le hicieran caso a su alocución, ya que si no se eliminaba a Manolo, los Estados Unidos le retiraría todo su apoyo al gobierno. Cuando se consumaron los hechos, uno de los líderes de San Isidro, el general Atila Luna, a la sazón jefe de la fuerza aérea, ebrio, con una sonrisa macabra en los labios, le dijo a Emilio Cordero, preso en la base, Tavárez Justo está listation, ya no joderá más. Manolo, por su parte, no quería entregarse, por el contrario, deseaba trasladarse a las lomas periféricas a Salcedo, Tenares y San Francisco de Macorís, a continuar la lucha en un mejor escenario. Pero tuvo que ceder porque la mayoría lo hizo responsable de sus vidas. (Cinco guerrilleros se salvarían al no creer en las palabras de Enrique Távarez Espaillat). Así, presionado por sus hombres, se acoge al llamado del gobierno de facto, y al entregarse con ellos, son todos asesinados. Con la caída de Manolo, muere el entusiasmo revolucionario de las masas del siglo XX. Pero esta caída se convierte en un triunfo político que provocaría la crisis y posterior derrumbe del triunvirato. Este triunfo político se reflejó en la negativa del noventa por ciento de las fuerzas armadas en apoyar a los de San Isidro cuando un sector minoritario se levantó en armas con las mismas intenciones que Manolo: vuelta a la constitucionalidad sin elecciones. Este sector constitucionalista, con el apoyo decisivo de los manolistas, pues los militantes civiles del PRD no estaban preparados para la lucha armada, venció a los de San Isidro el 27 de abril de 1965, en la histórica batalla del Puente Duarte, produciéndose así el sueño de Manolo Tavárez de la restauración de la democracia por la vía insurreccional. Sueño que convertiría en pesadilla la segunda intervención armada de los Estados Unidos.
El autor es Ingeniero Civil, hijo de ese gran maeño a quien varias generaciones admiramos y respetamos por su inteligencia, honradez, sencillez y, más que nada, por ser un baluarte de diginidad, don Evaristo Disla (QEPD) y de la Sra. Lourdes Rojas. Bienvenido a MEEC, su casa, ingeniero.
1931 2 de enero: nace Manuel Aurelio Tavárez Justo en la casa de sus abuelos paternos, al lado de la casa materna, ubicada en la calle Santiago Rodríguez número 55 de Montecristi. Sus estudios primarios y parte de los secundarios los realizó en la Escuela de Varones Número Uno, llamada después Honduras. En esta escuela le dio clases en el octavo curso, la distinguida maestra, Mariana “Manona” Aguilera. Manolo estudió en Honduras hasta el segundo de bachillerato. Su sensibilidad social y política tomó cuerpo desde la niñez por los relatos familiares sobre las luchas de los nacionalistas en 1916 contra la primera invasión norteamericana, la cual le abriría las puertas a la dictadura de Trujillo, instaurada en 1930.
1945-1947 Domingo Peña Castillo “La Cuca”, lo ingresa a La Legión Azul, que era una organización fundada en 1922 en Montecristi, con el fin de que los jóvenes aprendieran a amar la libertad y en nombre de ella se unieran para defenderse contra la incierta realidad del medio social. Gracias a La Legión, Manolo solidifica su inherente valor personal y su disposición de pasar a la acción. Posteriormente haría que La Cuca sumara La Legión a la resistencia. El padre de Manolo, don Manuel Francisco Tavárez Ramos, debido a la rebeldía que estaba adquiriendo su hijo, quien ya había dado muestras antitrujillistas, lo manda a terminar el bachillerato a la capital, en la Escuela Normal de Varones. Vive entonces en la casa de su tía, Isabelita Justo. Ese año se organiza en Cayo Confites, islote de Cuba, una expedición armada financiada por Juancito Rodríguez contra la dictadura. En la expedición participan Juan Bosch, Fidel Castro, Dato Pagan, Pedro Mir y Chito Henríquez. Ellos no pudieron arribar al país porque Trujillo compró al jefe del ejército cubano, general Genovevo Pérez, quien detuvo la embarcación en el mar. En la capital, Manolo conoce a su condiscípulo, Leo Nanita.
1948 Manolo es reclutado para Juventud Democrática (JD) clandestina por Oscar Torres de Soto. La JD, aunque en sus inicios fue una filial del Partido Socialista Popular (PSP), siempre actuó de forma independiente. Manolo, por primera vez lee la filosofía marxista, la ideología política más avanzada de la época, y se convierte en simpatizante de ella sin variar su fe en Dios. Empieza a adquirir experiencia política en la JD y recluta adeptos y crea sus propias células. En esa época conoce a Rafael Mieses Peguero (Cocuyo), alma de la resistencia antitrujillista y el primero y único revolucionario en esa época que laboraba políticamente las veinte y cuatro horas del día. La decisión, la entrega y la valentía de Cocuyo, alimentaron decisivamente la de Manolo.
1949-1950 Entra a la universidad de Santo Domingo a estudiar derecho. Ese año se produce otra acción revolucionaria contra la dictadura, esta vez por la bahía de Luperón de Puerto Plata, también apoyada económicamente por Juancito Rodríguez. La encabeza Horacio Julio Ornes, y usaron dos hidroaviones. La acción fracasa, pero Julio Ornes, quien en 1963 apoyaría el golpe de Estado contra Juan Bosch, salva la vida. En una reunión conspirativa, celebrada en la capital, Manolo conoce a Leandro Guzmán, quien ya para ese entonces tenía amores con María Teresa Mirabal.
1951-1953 Hay un reflujo revolucionario por el desmedido aumento de la represión y el fortalecimiento económico de la dictadura. Oscar Torres de Soto sale del país y la célula de Manolo pasa a ser dirigida directamente por Cocuyo Mieses.
1954-1956 Los organismo de la seguridad del Estado detectan a Cocuyo Mieses en el malecón, lo llevan al cuartel policial de Güibia, y le descargan una tunda de palos en la cabeza y el cuerpo. Así, desactivan el alma de la resistencia interna antitrujillista. La célula de Manolo pasa a ser dirigida por Juan José Cruz Segura con base en la casa de Carlos Lizardo. En el verano de 1954, en una fogata en Jarabacoa, conoce a Minerva Mirabal, apenada por la muerte de su padre ocurrida el año anterior. Los dos se enamoran y se casan el 20 de noviembre de 1955. Ya Manolo era abogado. Viven en la casa de los padres de él. Ese año, Trujillo celebra la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre para conmemorar los veinte y cinco años de su dictadura. Esta Feria marca el inicio del declive económico del gobierno. Por órdenes de Trujillo, se secuestra en New York a Jesús de Galíndez, de origen español y agente del FBI. Se le traslada a República Dominicana, donde es asesinado. El reflujo del movimiento revolucionario se agranda por la dispersión de sus líderes debido al recrudecimiento de la represión por la proliferación de antitrujillistas. El 2 de diciembre desembarcan cerca de la playa Los Colorados, en el oriente de Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara junto a ochenta expedicionarios que vienen a luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista.
1957-1960 La lucha de Fidel Castro y el Che Guevara adquiere magnitudes epopéyicas. Manolo y Minerva le dan un seguimiento cronométrico escuchando a Radio Rebelde, la cual entraba en Montecristi a causa de la cercanía con Cuba. En 1958 Cocuyo Mieses intenta agrupar a todos los grupos dispersos de la resistencia en una sola organización nacional, y planifica junto con militares, un complot para ajusticiar a Trujillo, pero fue detenido. Esta vez la dictadura lo desaparece. A finales del año 1958, en Cuba, el Che Guevara derrota la espina dorsal del ejército de Batista en la histórica batalla de Santa Clara. El ocho de enero de 1959, entra triunfante en La Habana, junto a Fidel Castro, hecho que conmueve la conciencia dominicana, especialmente la de Manolo y Minerva. Aquél, que hacía tiempo quería reiniciar la lucha contra la dictadura, ve la actual coyuntura como la favorable. Acompañado de su esposa, el día de reyes de ese año, y Leandro y María Teresa, almuerza en la casa de Guido D’Alessandro Tavárez (Yuyo), sobrino de Manolo. Minerva, apoyada por su esposo, plantea la necesidad de organizarse contra Trujillo. Es el reinicio de la lucha. El 14 de junio llegan los expedicionarios sin contar con el suficiente y necesario respaldo interno. Manolo junto a su colega y amigo, Alfredo Parra Beato, intenta sumársele sin éxito. Trujillo aplasta la expedición. De los cuatro sobrevivientes dominicanos, solo Poncio Pou Saleta apoyaría el golpe de Estado contra Juan Bosch en 1963 y traicionaría la república en 1965 al también apoyar la invasión norteamericana colaborando con Imbert Barrera. Manolo asume la responsabilidad de organizar la resistencia interna con una visión insurreccional basada en la sociedad secreta La Trinitaria, creada por Juan Pablo Duarte en 1838, y se plantea, además, unificar todas las células dispersas, a excepción de las vigiladas por la dictadura. Para esta titánica tarea cuenta con la ayuda de su esposa y de sus amigos íntimos, Domingo Peña Castillo “La Cuca” y Leandro Guzmán. El Movimiento lo inicia en su ciudad natal, Montecristi, luego lo expande a Santiago, Salcedo, San Francisco de Macorís y la capital. En menos de un año lo desarrolla casi en toda la geografía nacional, convirtiéndose en el primer y único revolucionario que lograría esa proeza histórica. Uno de los reclutados fue el seminarista, Nicolás de Jesús López Rodríguez, actual Cardenal de la república. Sólo esperaban las armas que deberían llegar del exterior para pasar a la acción. Los Estados Unidos, para evitar el surgimiento de otro incontrolable Fidel Castro, bloquea la gestión de las armas. Jorge Lama, enviado por la resistencia a Nueva York para que la gestionara, en cierta medida se confabula con Washington. Como medida preinsurreccional, Manolo constituye formalmente la vanguardia: primero organizó una prereunión, el 9 de enero de 1960, en la casa de Patria Mirabal y su esposo Pedro González, en Conuco, y al día siguiente, en la finca de Carlos “Charly” Bogaert, en Guayacanes, provincia Valverde, en una reunión con los miembros más destacados de las provincias, la formaliza con el nombre de Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Asumen el programa mínimo de liberación nacional traído por los expedicionarios, y Manolo es elegido presidente. Pero ya la vanguardia había sido descubierta por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), debido a la infiltración de un informante llamado Andrés Norman. Los primeros apresados fueron Federico Cabrera y Marcos Pérez Collado. Les siguieron Manolo, Leandro, Minerva, María Teresa, Sina Cabral y cientos más. Apresado, resistiendo torturas paleolíticas, superiores a las chinas, no delató a nadie albergando la esperanza de que los que quedaran libres continuaran la lucha. Por efecto de esta posición y de su moral revolucionaria de acero, su liderazgo, hasta entonces clandestino, adquiriría magnitudes mesiánicas. El 25 de enero, ante la barbarie trujillista en las cárceles, la iglesia católica da a conocer la primera carta pastoral, en la que critican abiertamente a la dictadura. Es el primer triunfo político del Movimiento. El 27 de enero trasladan a Manolo a la cárcel La Victoria. Lo juzgan, y lo condenan a diez años y al pago de RD$300,000.00 de indemnización. Luego, en «apelación», se la reducen a 8 años y al pago de RD$150,000.00. El 7 de febrero, la presión interna y externa hace que Trujillo excarcele a Minerva, María Teresa y a Sina Cabral. El 21, diecisiete activistas del Catorce, aún libres porque no fueron delatados, se asilan en la embajada de Brasil. Entre ellos, José Eligio «Mameyón» Bautista, Rafael «Baby» Mejía, Juan Miguel Román, Francisco «Bueyón» Carvajal y los hermanos Marcos y Polo Rodríguez, tendrían dentro del Catorce destacadas actuaciones. En septiembre, Fidelio Despradel, perteneciente a una célula independiente, y quien también tendría una destacada actuación, sale del país con fines conspirativos. El 6 de marzo, la iglesia lanza otra carta pastoral. El 18 de mayo, Minerva, María Teresa y Sina Cabral son nuevamente encarcelada. Para Minerva sería la cuarta y última prisión. En junio, Manolo y Leandro fueron trasladados a la cárcel La 40. Trujillo pensaba asesinar al presidente venezolano Rómulo Betancourt, después liberar a Manolo y a Leandro, entre otros conjurados, para motivarlo a que se asilaran con el objetivo de matarlos. Pero el atentado falla, y los regresan a La Victoria. En agosto, por el atentado contra Betancourt, la OEA decreta contra Trujillo sanciones económicas y políticas. Ese mismo mes, el Tirano, presionado y ante la inminente visita de la OEA para conocer la realidad del país, suelta a Minerva, María Teresa y a Sina Cabral. Minerva continua la lucha, hecho inaceptable ante los ojos del Dictador más por ser una mujer que por conspirar. En octubre, Manolo y Leandro son trasladados a la cárcel de la fortaleza de Salcedo, y luego a la prisión de la Fortaleza San Felipe de Puerto Plata. En realidad los traslados obedecen a un plan de Trujillo para eliminar a Minerva y a María Teresa en la carretera, después que visitaran a sus maridos. Casi seguido las dos van a Puerto Plata a ver a sus esposos y, al regresar, no fueron eliminadas por lo precipitado del viaje. El 18 de noviembre, realizan otro, pero iban con las suegras. El 25 de noviembre harían el tercero, acompañadas de su hermana, Patria. Sería el último. De regreso, las asesinaron a las tres y al chofer, Rufino de la Cruz Disla. Este horrendo crimen sella la caída de Trujillo. Se suicida en Venezuela, Juancito Rodríguez. Algunas fuentes afirman que fue su nieto quien jugando con una pistola lo mató accidentalmente.
1961 El 30 de mayo ajustician a Trujillo. El 2 de julio ponen en libertad a Leandro y a Pedro González. El 5 llegan al país, los delegados del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ellos eran Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo. El 11 constituyen oficialmente la Unión Cívica Nacional (UCN), la cual había sido organizada en Washington con la participación de Donald Read Cabral y el apoyo del grupo económico Vicini. La UCN, guiada por los Estados Unidos, para alcanzar el poder político utiliza como táctica, la afirmación de que eran apartidista y patrióticos, que desaparecerían una vez liquidado el poder de los Trujillo. Norteamérica también la utiliza como partido neutralizante e intenta hacer converger en ella a los catorcistas y comunistas. El 16, el PRD celebra el primer mitin en el país, en el Parque Colón de Santo Domingo. El 26 ponen en libertad a Manolo, último catorcista en salir, y de inmediato reinicia la lucha en el nuevo escenario aun sintiéndose muy débil tanto por las torturas como por el golpe demoledor del asesinato de su esposa. Es ya un prócer, formador del partido causante de la crisis que determinó la caída de la dictadura. Si no hubiese organizado el Catorce, aun ajusticiado Trujillo, la tiranía hubiese sobrevivido. El 29, la UCN celebra su primera manifestación pública en el Parque Independencia de la capital. Apenas 4 días después de salir de la cárcel, el 30, Manolo celebra, en la calle Las Mercedes, la primera asamblea constitutiva del Catorce, y lo eligen presidente, y a Leandro secretario general. Ahora el Movimiento se llama Agrupación Política 14 de Junio. Por primera vez en el país, tras los treinta años de dictadura, se erige un partido político por la vía democrática. Inicia así la lucha por liberar al país del neocolonialismo norteamericano. Acuerda con Juan José Cruz Segura formar un punto de reunión para actualizarse políticamente. En un principio apoya a los cívicos, quienes movilizan a las masas contra los remanentes de la dictadura representada por Ramfis y Balaguer. El 13 de agosto regresan del exilio Fidelio Despradel, Luis Genao y Juan Miguel Román, y se integran al Catorce. Posteriormente regresaría Polo Rodríguez, el más radical de los exiliados, y por igual se integraría. El 19 de agosto, el partido celebra su primera manifestación política en Santiago, en el Parque Duarte. Sale a luz pública el periódico El 1J4, vocero del partido, y su programa radial, Política y Orientación. El 16 de septiembre, celebran la segunda manifestación política, esta vez en el Parque Colón. Un grupo de catorcistas, encabezado por Alfredo Manzano, trata de involucrar al partido en una aventura peligrosa e inmoral con Ramfis y Máximo López Molina, líder del Movimiento Popular Dominiano (MPD). Ramfis promete financiar guerrillas para «vengarse» de los americanos porque ayudaron a asesinar a su padre. En verdad quiere utilizarlos como conejillos de indias para que los Estados Unidos le levante las sanciones. Manolo, tras reunirse con López Molina, impide la materialización de la aventura. En esa época le envía, con éxito, una carta personal a Fidel Castro con la finalidad de que entrenen militarmente a un grupo de catorcistas en Cuba. Otro grupo del partido, los más moderados, los envía a Costa Rica a hacer un curso en el Instituto de Educación Política sin imaginar que era un organismo financiado por la Cía. Aprovecha la ausencia de los moderados para reestructurar el partido con los elementos a fin a su proyecto de liberación nacional. Escriben el himno del Catorce, Vinicio Echavarría, Leandro Guzmán y Ángel Concepción. Ya en la cárcel, Niní Germán había ideado la bandera y el escudo. El 20 de octubre, regresa Juan Bosch al país tras 25 años de exilio. Su llegada coincide con la ocupación de la calle Espaillat y un tramo de la Nouel, por parte de jóvenes. Era el efecto de las movilizaciones de masas de la UCN y el Catorce. Los jóvenes proclaman los sectores ocupados territorio libre de Ciudad Nueva. La policía los masacra. Los paleros de Ramfis dirigidos por Balá, desatan el terror sobre los opositores políticos. En noviembre, una delegación de la UCN, presidida por Viriato Fiallo y Luis Manuel Baquero, y otra del Catorce, por Manolo Tavárez Justo y Leandro Guzmán, van a Washington a solicitarle a la OEA que no levante las sanciones impuestas al país porque aun permanecen los Trujillo y su régimen de terror. Ciertamente los cívicos van a negociar con el Departamento de Estado la manera de acabar con el gobierno de Ramfis y Balaguer, y acuerdan, unilateralmente, en un principio mantener a Balaguer. Por esta razón tuvieron contradicciones con Manolo. Éste empieza a distanciarse de los cívicos. En todo el país las movilizaciones contra el gobierno no cesan. Los cívicos, usando a los catorcistas, las controlan. Ramfis, que ya sabía que Washington no iba a levantar las sanciones mientras él tuviera en el mando de las fuerzas armadas, en un esfuerzo desesperado, hace retornar a sus tíos, Negro y Petán, quines estaban en el exterior esperando que levantaran las sanciones para regresar. Ramfis pensaba restaurar la dictadura y matar a... Manolo. Con la iniciativa cívica, empieza una huelga general contra el regreso. El 18, Estados Unidos manda barcos de guerra con un mensaje: Si los Trujillo dan un golpe tendrán que enfrentar a Washington. Ese mismo día, Ramfis se ve obligado a abandonar el país, no sin antes asesinar a los que ajusticiaron a su padre. Arrestan a Alicinio Peña Rivera, coordinador del crimen de las hermanas Mirabal y su chofer, Rufino de la Cruz Disla. El 19, el general Rodríguez Echavarría, jefe de la base aérea de Santiago, motivado por Norteamérica, se levanta militarmente para presionar a Negro y a Petán. Estos ceden, sobre todo porque Balaguer les da una millonada. El 21, regresa Manolo, junto con Viriato Fiallo, de Estados Unidos, y lo reciben como un héroe. El general Rodríguez Echavarría reconoce a Balaguer como autoridad legal del poder. Empiezan a saquear las residencias de los Trujillo. El 29, los cívicos, apoyados por el Catorce, llaman a una huelga contra el gobierno. La misma termina a los once días sin que Balaguer cayera, pero se ve obligado a conformar un Consejo de Estado con los cívicos. Manolo denuncia el Consejo como un producto de la interferencia del imperialismo. Empieza a distanciarse de los cívicos de forma definitiva. Se comienza a organizar La Infraestructura, organismo secreto del Catorce que se encargará de crear las bases para la lucha armada. Máximo Bernard tiene una gran influencia en el organismo, el cual Polo Rodríguez le daría un giro radical con el apoyo de Manolo.
1962 El 4 de enero, se recrudecen las contradicciones entre la UCN y el Catorce: seis miembros del Comité Ejecutivo Central, que también tenían cargos dirigenciales en la UCN, renuncian de la Agrupación por la fuerte oposición de Manolo al Consejo. La OEA levanta las sanciones, y por esta razón Balaguer, presidente del Consejo, debería renunciar por acuerdo previo con los cívicos y darle paso al vicepresidente, Rafael F. Bonelly, pero se quedó afirmando que su mandato constitucional termina en 1962. La UCN empieza a presionarlo, y el 16 de enero, usando altoparlantes, ponen a una multitud a corear consignas contra él y Rodríguez Echavarría. Las consignas llegan hasta la oficina del presidente en el palacio. El gobierno cae en la trampa provocativa y ametrallan la multitud frente al local. La consternación fue general. El Catorce pide sanciones por el ametrallamiento. Balaguer se ve obligado a renunciar, y en su lugar nombra a uno de su confianza: Humberto Bogaert. El general Rodríguez Echavarría, con la anuencia de Balaguer, trata de quedarse en el poder, e instaura una Junta Militar presidida por Humberto Bogaert. La maniobra fracasa porque no cuenta con el apoyo de Estado Unidos. El 19 de enero, el mayor Fernández Domínguez, futuro creador del movimiento constitucionalista, hace preso al general Rodríguez Echavarría, quien pararía en el destierro al igual que Balaguer. Se reinstala el Consejo de Estado presidido ahora por Bonelly. A partir de entonces el país pasa a ser una neocolonia de los Estados Unidos. Manolo rechaza una petición del Consejo de que participara un representante del Catorce en el gobierno, debido a las diferencias ideológicas ya abismales entre el 1J4 y la UCN. La UCN anuncia oficialmente su conversión en partido. El 19 de febrero expulsan a Alfredo Manzano por estar promoviendo alianza con el MPD y criticando a Manolo. Éste denuncia al Consejo de Estado por estar creando una dirección de seguridad para perseguir opositores políticos. Afirma que la UCN sustituye al Partido Dominicano. El 20, el Consejo promulga una la Ley de Emergencia, al amparo de la cual se deportan a opositores políticos. Manolo moviliza a las masas contra esta ley. Erróneamente cree a Imbert Barrera amigo y lo trata como tal, siendo uno de los principales ejecutores, por abajo, de la Ley de Emergencia y un incondicional de los Estados Unidos. La Agrupación, por medio a Juan Miguel Román, comienza a comprarle armas al alemán, Camilo Todemann, quien era un trabajador de la Cía, bajo las órdenes de Tony Sileo. El plan de la Cía, el cual contaba con la colaboración de los cívicos, era venderles fusiles saboteados al Catorce, creándole así una base militar falsa, e investigar si tenían otras fuentes de abastecimientos, y motivarlos, en su momento, a que se levantaran en armas para asesinarlos a todos. La primera entrega la hizo Camilo en el mes de marzo. Fidel Castro empieza a apoyar económicamente al Catorce. Manolo, debido a su profunda admiración por el líder de la revolución cubana y a la influencia de los cuadros del partido que se entrenaron en la patria de José Martí, gira más sus pensamientos políticos hacia la izquierda. El 14 de junio, por primera vez, el partido celebra un mitin en honor al sacrificio heroico de los expedicionarios de 1959. Lo convoca frente al baluarte de El Conde en el Parque Independencia. El contenido y la forma de su discurso supera a los anteriores, sobre todo por Manolo ayudarles a las masas a conocer la verdadera fisonomía de los Estados Unidos, por lo que sería considerado precursor de las ideas antiimperialistas. Por esta consideración, los pronorteamericanos tratarían de empequeñecerlo ante la historia, supeditando su papel al de Minerva Mirabal, siendo al revés. Volviendo al discurso, ya cuando lo iba a finalizar, producto de la efervescencia del momento, comete el error político más grande de su vida, al afirmar que el 14 de Junio sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya, y a ellas, a ellas iremos... A partir de entonces llovieron las renuncias de los militantes, y la Cía y los organismos de la seguridad del Estado le pusieron especial atención, y aceleraron los planes que ya tenían ventilados contra él y su partido, al que tratarían de desaparecer. Como él es un hombre de palabra, de honor, los agentes que le ha infiltrado la Cía, lo harán esclavo de ellas. El 27, inician la causa contra los asesinos de las hermanas Mirabal y su chofer, Rufino de la Cruz Disla. En el kilómetro doce de la Carretera Sánchez empieza a funcionar una escuela de formación de cuadros del Catorce, de orientación marxista. Esta escuela es la base del proyecto ideológico futuro de Manolo. Un sector moderado del Catorce encabezado por Félix Germán, Blanco Fernández y Cayeyo Grisanty, producto del discurso y por contradicciones ideológicas, renuncia. Los manolistas lo tildan de ser instrumento del imperialismo. Manolo logra mantener cohesionado el partido. Ahora los líderes más radicales, los llamados supersabios, aspirantes a convertir el Catorce en un partido comunista, esencialmente Polo Rodríguez, Fidelio Despradel, Roberto Duvergé y Luis Genao, posiblemente siendo éste ya (en lo que se convertiría luego públicamente): un agente del enemigo, adquirieron más fuerza. Juan Miguel Román, con ideas diferentes, también era del grupo. El 25 de noviembre, se reproduce el mismo mitin de la capital en la Plaza Valerio con motivo a la celebración del segundo aniversario de la tragedia de las hermanas Mirabal. Manolo, en su discurso, dijo que la consigna nacional, es en diciembre no votar. Los asesinos de las hermanas Mirabal fueron condenados a largas penas de cárcel. A los dos años y medio, aproximadamente, serían liberados en el transcurso de la guerra de abril por los remanentes del trujillismo que se fortalecerían con la invasión norteamericana, a excepción de Alicinio Peña Rivera, que fue dejado en libertad por Montes Arache. El 20 de diciembre se celebrarían las elecciones, pero los supersabios propugnaron por impedir la “farsa” por medio de la insurrección. Esta vez, Manolo impuso su autoridad sobre ellos, y la insurrección se dejó de lado y se mantuvo la decisión de abstenerse de participar en las elecciones. Mas los supersabios, liderados, en lo político, por Fidelio Despradel, quien tenía conexiones con el Partido Socialista Popular por medio a Luis Gómez Pérez, y en lo militar, por Polo Rodríguez, lentamente se fueron convirtiendo dentro del Catorce en una especie de célula que poco tenía que ver con el proyecto de liberación nacional, democrático y antiimperialista del partido. Y fueron tomando el control de la organización apoyándose tácticamente en la figura de Manolo. Éste comete el error de darles demasiadas libertades por sus enormes capacidades de trabajo y sus ideales nacionalistas orientados hacia el marxismo. EL 4 de diciembre la policía “descubre” un arsenal de armas del Catorce. Seguro que eran de las no saboteadas, sacadas de la armería por Evelio Hernández, entre otros trabajadores, y no por Camilo Todemann. Lógicamente, el partido negó que las armas les pertenecieran. Los días 8 y 9 de diciembre, el Catorce convoca una Asamblea Nacional. En ella se acepta la reestructuración del Comité Central presentado por Manolo, y se ratifica la decisión de no participar en las elecciones. Entre Juan Bosch y el padre Lautico García se produce un debate televisado porque el segundo tildaba al primero de marxista–leninista. Bosch se lo ganó. El día de las elecciones, los catorcistas, obedeciendo a una línea no supersabia y tampoco oficial del partido, votaron por Juan Bosch, quien ganó abrumadoramente el escrutinio. Manolo dice que el PRD cuenta con el apoyo del Catorce. A partir de entonces, el partido decide hacer más contacto con las masas. El 28 se produce una matanza en Palma Sola, posiblemente organizada por el gobierno para asesinar al general Rodríguez Reyes, quien iba a ser el jefe de las fuerzas armadas en el gobierno de Bosch. Manolo dice que fue una masacre. En sus últimos días como presidente, Bonelly promueve a individuos ligados a los cívicos dentro de las fuerzas armadas y dicta leyes especiales sobre la inmovilidad de otros de alto rango, iniciando así la conspiración.
1963 El 24 de enero, en San Francisco de Macorís, jóvenes relacionados con el Catorce, ciegos seguidores de Fidel Castro, atacan de noche al cuartel de Castillo, con la finalidad de proveerse de armas y establecer un foco guerrillero en la loma Quita Espuelas. La acción, que no contó con la aprobación del partido, termina en fracaso. La policía trata, sin éxito, de vincular al Catorce con el hecho. El 27 de febrero, Bosch asume el poder, y sin una táctica y estrategia definida, estando las fuerzas armadas bajo el control norteamericano y la mayoría de los grupos económicos dirigidos políticamente también por ellos a través de la UCN, intenta realizar un gobierno independiente política y económicamente. El Catorce apoya la enseñanza laica, iniciativa del gobierno. Bosch rescinde unilateralmente un contrato lesivo para el país que había sido suscrito por el Consejo de Estado con The Esso Standard Oil, y en Europa ya había obtenido la promesa de un préstamo…La línea táctica de apoyo al gobierno es boicoteada solapadamente por los supersabios, fanatizados con el foquismo, visualizadores del triunfo revolucionario al doblar de la esquina. Sus poderes dentro del partido seguían en aumento, sobre todo después de lograr incluir dentro del Comité Central a Luis Genao. El 26 de abril, estalla una crisis entre el gobierno dominicano y el de Haití por un ataque de la policía secreta duvalierista a la embajada dominicana en Puerto Príncipe, que albergaba a opositores. Las fuerzas armadas, que fueron movilizadas hacia las fronteras por órdenes de Bosch, se negaron después a continuar obedeciéndolo por recomendaciones de la misión militar norteamericana en el país. En medio de la crisis, el congreso aprueba una nueva constitución, a la que se opone la iglesia y toda la reacción manejada por los cívicos. El 14 de junio, el partido celebra el mitin en honor al cuarto aniversario de los expedicionarios. Fue la consagración política de Manolo porque debido a su táctica de acercamiento a las masas y a la paralización del gobierno de Bosch, que se mantenía a la defensiva de la reacción, tratando de demostrar que no era marxista, que solo ponía en práctica leyes que les convenían al país como la del Tope del azúcar, y no ponía en práctica las medidas populares prometidas, las masas desencantadas se habían sumado al Catorce, posiblemente convertido ya en organización mayoritaria. Ante el posible golpe de Estado, La Infraestructura incrementa los aprestos preinsurrecionales, pero comprándoles armas a Camilo Todemann. Militares de alto rango le ofrecen apoyo a Manolo si se levanta en armas. En verdad era una labor de contrainteligencia, consistente en motivarlo para tener una excusa para asesinarlo. Dentro del partido ocurre otra crisis protagonizada por los llamados flojos, que eran Jaime Durán, Hugo Toyos, ambos del Comité Ejecutivo Central (CEC), y Rafael «Fafa» Taveras y Norge Botello, dirigentes medios. Ellos no se oponían a la existencia de La Infraestructura, a pesar de que fueron excluidos, pero opinaban que debería estar bajo el control del CEC. A los que sí se oponían era a la iniciación de la lucha guerrillera por no haber condiciones. En medio del calor de los debates, los supersabios, por votación en el CEC, lo derrotaron y le dieron plenos poderes a Manolo para que decidiera la táctica de La Infraestructura. Posteriormente lograrían incluir en el Comité Central a Marcos Rodríguez, en sustitución de Baby Mejía, a quien enviaron a Cuba a entrenarse. Esta inclusión afectó todavía más el poder de los flojos, pues aunque Baby era un duro, no era un incondicional como Marcos. Los flojos carecían de coraje y de responsabilidad para enfrentar la crisis. Por esta razón aceptaron irse a Cuba por mediación de Polo, a disfrutar de unas becas que ciertamente no existían. Polo los timó. Además de los flojos, los supersabios alejaron del CEC a Vinicio Echavarría, Bueyón Carvajal Martínez y Miguel Vásquez Fernández, completando así su dominio sobre el partido. Ante la cercanía del golpe, el coronel balaguerista, Neit Nivar Seijas le ofrece a Manolo 200 ametralladoras, para que lo apoye a él en una aventura golpista. Ni las armas, ni él después aparecieron. Fidel Castro le manda a decir a Manolo, que no suba a la loma en la primera etapa de la guerrilla. Los supersabios se opusieron a este mandato. En julio, Bosch comete el error de aceptar reunirse con el alto mando de las fuerzas armadas en San Isidro. Los militares trataron, sin fortuna, de que implementara una serie de medidas impopulares, entre ellas, la deportación de líderes revolucionarios. Esta reunión marca el inicio de la ofensiva final de los golpistas dirigidos por los cívicos con el apoyo norteamericano. Bosch, en la televisión, pronuncia un discurso magistral, y denuncia el golpe. Manolo lo llama, en vano, para felicitarlo. La iglesia católica apoya unas manifestaciones llamadas de reafirmación «cristianas» dirigidas por los golpistas. Las manifestaciones perseguían hacer participar a las masas en la trama. El Catorce denuncia la conspiración, y hace un llamado en pro de la formación de un Frente Nacional de Defensa a la constitución y contra el golpe de Estado. A propósito de la denuncia, Bosch y Manolo se reúnen en la primera planta del edificio de Máximo Bernard, ocupada por los esposos Nidia Peralta y Henry García. Aparentemente no llegaron a ningún acuerdo por la negativa de Bosch de aceptar el apoyo de Manolo en pro de la movilización de las masas y de combatir con la acción a los golpistas. El presidente creía que tales acciones acelerarían su caída. Manolo, previendo la precipitación de los acontecimientos y sus efectos, forma un Comando Supremo, aprobado por el Comité Central, compuesto por él, Benjamín Ramos y Máximo Bernard. Ante la ausencia de él, Benjamín Ramos sería el sucesor. Era una forma de impedir un zarpaso de los radicales supersabios. Pero Manolo desconocía que ya él era el líder de ellos sólo en apariencia, sólo cuando les resultara beneficioso para su proyecto insurreccional, al que posteriormente los catorcistas llamarían «la locura de las montañas». El 23 de septiembre matan al dirigente de la Agrupación, Alexis Brache en Salcedo. Manolo va, y pronuncia el panegírico. En la madrugada del 25 de septiembre, se da el esperado golpe de Estado. Al día siguiente se instaura un triunvirato presidido por Emilio de los Santos, Manuel Enrique Tavárez Espaillat y Ramón Tapia Espinal. Manolo, por un fallo de La Infraestructura y por la claudicación de Máximo Bernard, sin saberlo, ni quererlo, tratando de buscar un refugio, es llevado a la embajada de México. En medio de esta confusión, los supersabios, ya trabajando como una especie de célula, desconocen a Leandro como secretario general y a Benjamín Ramos como sustituto de Manolo, y tratan de tomar el mando del partido como temía el líder. Afirman que dentro de poco todo estará listo para iniciar la insurrección y al mismo tiempo desacreditan a Manolo por haberse “asilado”. El objetivo era irlo ablandando para después utilizarlo para sus fines aventureros, que paradójicamente coincidían con los de la Cía aunque, claro está, con fines diferentes. En una reunión, los supersabios se autonombraron «Comisión Militar Encargada de Preparar la Insurrección». Finalmente Manolo logra salir de la embajada por su cuenta, e intenta asumir el control de su partido, es cuando se entera del accionar supersabio y sus pretensiones de desarrollar su línea política insurreccional por decreto. En medio de esta nueva crisis, sumergido en la clandestinidad, Manolo llega a decirle a Benjamín Ramos, que existen fuerzas dentro del Catorce que tratan de separarlo de la presidencia. Piensa que de enfrentarlas dividiría el partido. Afirma que ellos (los supersabios, n.de ed) han amenazado con denunciarlo por haber estado en la embajada de México y que se irían solos para las montañas, y que en este caso, él no volvería a presentarse en público, ni hablar ante las masas. A fin de mantener la unidad, decide ir a las montañas. Otro día, le manifestó a Daniel Ozuna, quizás ya convertido en colaborador de la policía, que ese grupo (los supersabios, n. de ed), lo consideraba vacilante, y que habrá tiempo suficiente para demostrarle a ellos, quien era él. A estas alturas la célula había nombrado a Fidelio como sucesor de Manolo y en caso de que murieran los dos, sería Roberto Duvergé.
En octubre, el MPD, creyendo que el Catorce no se rebelaría, intentó, sin éxito, establecer un frente guerrillero en las lomas de Cotuí para ser la vanguardia de la revolución. El 6 de noviembre apresan a Leandro Guzmán y de Daniel Ozuna. Los supersabios, basándose en una estructura organizativa falsa, le dicen a Manolo que todo está listo para el inicio de la insurrección. Él, sin estar de acuerdo con el momento escogido para comenzarla, chantajeado por haberse “asilado” y haber dado su palabra de que iría a las montañas, va al levantamiento iniciado el 28 de noviembre tratando de mantener la unidad del partido. A pesar de todo, esa muestra de entrega y de desprendimiento duartiano, marca un horizonte en la historia dominicana. Nunca antes una generación, como la que se llamaría Manolo, combatiría la injusticia social con tanto amor sin estar preparada militar y políticamente. La Infraestructura coloca seis focos en las cordilleras. El triunvirato, asesorado por la misión militar norteamericana, permitió la subida de los guerrilleros a las montañas, sobre todo porque iban con armas saboteadas y además le convenía, pues provocaría tanto un fortalecimiento de su unidad con la derecha civil y militar como el reconocimiento de los Estados Unidos. En un principio, pensaban eliminarlos a todos, pero después, debido a las consecuencias negativas que les traería (la matanza ejecutada por Trujillo contra los expedicionarios había pasado hace apenas cuatro años), ya que conformaban un gobierno de facto, decidieron eliminar a Manolo y uno que otro líder necesario para destruir la Agrupación. Los supersabios, comandando todos los frentes, intentan consolidarlos, fue cuando se estrellaron contra el muro de la gran verdad: eran unos idealistas, románticos de la guerrilla, que no estaban ni mínimamente preparados para la acción que habían emprendidos. Así fueron, en pocos días, derrotados con suma facilidad, a excepción del frente de Manolo. Éste, a pesar de no tener entrenamiento guerrillero se creció en la montaña. Llega a cargar incluso cinco mochilas y la paila de sus hombres cansados. Igual que en La 40, demostró quien era el verdadero Comandante en Jefe. El ejército y unidades élites de la fuerza aérea, comandadas por Ramiro Matos, no solo nunca lograron emboscarlo, sino que un día, creyéndolo tener rodeado, hasta se entraron a tiros ellos mismos. Dándole crédito a un llamado del gobierno de facto, hecho por Manuel Enrique Tavárez Espaillat, de que se entregaran porque sus vidas serían religiosamente respetadas, los guerrilleros presionaron a Manolo para que aceptara la proposición. Lo que ellos no imaginaron fue que no bien Enrique Tavárez Espaillat terminó su alocución televisada, corrió junto a Ramón Tapia Espinal para la base de San Isidro a hablar con los militares comprometidos con el golpe, para que no le hicieran caso a su alocución, ya que si no se eliminaba a Manolo, los Estados Unidos le retiraría todo su apoyo al gobierno. Cuando se consumaron los hechos, uno de los líderes de San Isidro, el general Atila Luna, a la sazón jefe de la fuerza aérea, ebrio, con una sonrisa macabra en los labios, le dijo a Emilio Cordero, preso en la base, Tavárez Justo está listation, ya no joderá más. Manolo, por su parte, no quería entregarse, por el contrario, deseaba trasladarse a las lomas periféricas a Salcedo, Tenares y San Francisco de Macorís, a continuar la lucha en un mejor escenario. Pero tuvo que ceder porque la mayoría lo hizo responsable de sus vidas. (Cinco guerrilleros se salvarían al no creer en las palabras de Enrique Távarez Espaillat). Así, presionado por sus hombres, se acoge al llamado del gobierno de facto, y al entregarse con ellos, son todos asesinados. Con la caída de Manolo, muere el entusiasmo revolucionario de las masas del siglo XX. Pero esta caída se convierte en un triunfo político que provocaría la crisis y posterior derrumbe del triunvirato. Este triunfo político se reflejó en la negativa del noventa por ciento de las fuerzas armadas en apoyar a los de San Isidro cuando un sector minoritario se levantó en armas con las mismas intenciones que Manolo: vuelta a la constitucionalidad sin elecciones. Este sector constitucionalista, con el apoyo decisivo de los manolistas, pues los militantes civiles del PRD no estaban preparados para la lucha armada, venció a los de San Isidro el 27 de abril de 1965, en la histórica batalla del Puente Duarte, produciéndose así el sueño de Manolo Tavárez de la restauración de la democracia por la vía insurreccional. Sueño que convertiría en pesadilla la segunda intervención armada de los Estados Unidos.
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Magnifica exposición,lo felicito. Estos son de los escritos que colocan en tela de juicio muchos autotitulados como grandes revolucionarios que gozan de la protección por conveniencias históricas.Su narrativa nos obliga a continuar investigando en busca de la que debe salir a flote; la Verdad.
ResponderBorrarGracias Edwin
Manito
¡Excelente trabajo! Mis felicitaciones. Así debe escribirse la historia reciente, identificando por sus nombres y apellidos a los héroes y a los villanos. Que los descendientes de los primeros se enorgullezcan de sus progenitores y los de los segundos, carguen con la vergüenza histórica.
ResponderBorrarFernan Ferreira