martes, 26 de abril de 2011
¿DE QUÉ LADO ESTAMOS?
TERCER CAMINO
Por Lavinia del Villar
Todo lo que concierne a Jesús tiene una especial fascinación para mí.
Aunque no alcanzo a entender todas sus frases, admiro su discurso, sus sabias respuestas, y la forma tan especial de llevar el mensaje. Me encanta el carácter con que se hace respetar, y la firmeza con que defiende al Padre cuando es necesario. Es humilde, pero digno; es generoso, pero exigente; es juez, pero no juzga… Disfruto su “Padrenuestro”, la oración que nos dejó y que considero perfecta, porque en pocas palabras lo dice todo.
Su liderazgo mantenido por más de 2000 años, la magia con que mezcló lo humano con lo divino, el poder heredado de su Padre para multiplicar, curar y resucitar, su capacidad para perdonar y para aceptar el sacrificio, etc., son algunos de los tantos motivos que hacen que su obra viva en la memoria del mundo, y que su figura se haya convertido en la más importante de la historia de la humanidad.
Su entrada triunfal a Jerusalén el Domingo de Ramos me entusiasma mucho, pero su posterior arresto y crucifixión me ensombrecen el espíritu, porque me llevan a cuestionar, ¿de qué lado estamos?
¿Somos de los fieles que siguen sus mandamientos, o de los que lo crucifican cada día? ¿Estamos del lado de los que consuelan al afligido, o de los que le da igual; de los que gozan del placer de compartir bienes, ya sean materiales o espirituales, o de los que se sientan en el sillón de la avaricia; de los se apiadan del caído o de los que hacen leña de él; de los que plantan justicia o de los que siembran dudas; de los que se conforman con no hacer el mal, o de los que también procuran hacer el bien?
Jesús vino a colmarnos de bendiciones divinas a través del misterio de su cruz, y a enseñarnos que podemos alumbrar el mundo, si encendemos una luz dentro de nuestros corazones.
Por Lavinia del Villar
Todo lo que concierne a Jesús tiene una especial fascinación para mí.
Aunque no alcanzo a entender todas sus frases, admiro su discurso, sus sabias respuestas, y la forma tan especial de llevar el mensaje. Me encanta el carácter con que se hace respetar, y la firmeza con que defiende al Padre cuando es necesario. Es humilde, pero digno; es generoso, pero exigente; es juez, pero no juzga… Disfruto su “Padrenuestro”, la oración que nos dejó y que considero perfecta, porque en pocas palabras lo dice todo.
Su liderazgo mantenido por más de 2000 años, la magia con que mezcló lo humano con lo divino, el poder heredado de su Padre para multiplicar, curar y resucitar, su capacidad para perdonar y para aceptar el sacrificio, etc., son algunos de los tantos motivos que hacen que su obra viva en la memoria del mundo, y que su figura se haya convertido en la más importante de la historia de la humanidad.
Su entrada triunfal a Jerusalén el Domingo de Ramos me entusiasma mucho, pero su posterior arresto y crucifixión me ensombrecen el espíritu, porque me llevan a cuestionar, ¿de qué lado estamos?
¿Somos de los fieles que siguen sus mandamientos, o de los que lo crucifican cada día? ¿Estamos del lado de los que consuelan al afligido, o de los que le da igual; de los que gozan del placer de compartir bienes, ya sean materiales o espirituales, o de los que se sientan en el sillón de la avaricia; de los se apiadan del caído o de los que hacen leña de él; de los que plantan justicia o de los que siembran dudas; de los que se conforman con no hacer el mal, o de los que también procuran hacer el bien?
Jesús vino a colmarnos de bendiciones divinas a través del misterio de su cruz, y a enseñarnos que podemos alumbrar el mundo, si encendemos una luz dentro de nuestros corazones.
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Profe, es muy sabia su publicación y reflexiones, pero cada cabeza es un mundo llenos de valores espirituales. Pero quien puede regañarle a alguien el concepto que tiene de su formación, de sus creencias religiosas o de sus escepticismo. Pero no se puede perder la esperanza. Es un valor muy conceptual que todos tenemos.
ResponderBorrarLa aprecio mucho, o mejor dicho los aprecio mucho.
Ley S.
Hola mi querida prima:
ResponderBorrarEn mi humilde opinión creo que todos debemos estar del lado de los oprimidos, de los que sufren sin consuelo, de los que se apiadan del caído, de los que siguen los mandamientos del Señor. Nunca olvidarnos de que somos observados y seremos juzgados. Debemos reconocer que somos pecadores pero que estamos a tiempo de enmendar nuestros errores y arrepentirnos de nuestros mal proceder.
Encendamos una luz dentro de nuestros corazones!!!
Valiosa y oportuna meditación mi profe, que El Padre Dios me la bendiga.
Cariño y afecto sincero de su primo Diómedes Rodríguez Martínez