viernes, 22 de enero de 2010
Con un poco de hambre y un poco de frío
TERCER CAMINO
Por Lavinia del Villar
Uno de estos días recibí un correo que hablaba acerca de la rueda de prensa más dolorosa que había dado en su vida Pelé, el gran ídolo del futbol de los últimos tiempos.
En esa rueda de prensa compartió que su hijo Edson de 35 años había sido arrestado por asociación ilícita con una banda de delincuentes y narcotraficantes de Río de Janeiro, por lo que presumiblemente enfrentaría unos 15 años en prisión. Decía entre lágrimas que para él era lamentable y muy triste darse cuenta de que habiendo peleado siempre contra las drogas, no notara lo que estaba pasando en su propia casa. El comentario final enfatizaba que Pelé se había distraído en su jugada más importante: La formación de sus hijos.
Edson había sido educado con todos los privilegios que gozan los hijos de los dueños de fama y fortuna. ¿Qué faltó?...
Trae mucho a reflexión la frase de Confucio, un célebre filósofo chino, que decía: “Educa tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío.” No le demos todo lo que quieran o necesiten porque después nada tendrá sentido para ellos. No habrá metas que alcanzar, ni sueños que realizar porque todo lo tienen resuelto, así ¿qué queda por anhelar? Los niños que tiene mucho valoran poco, se aburren y se sienten insatisfechos. Nada los llena por completo, y buscan en experiencias negativas la gratificación que da luchar por conseguir algo.
Cuando substituimos la falta de atención con bienes materiales sólo conseguimos crear en nuestros hijos un vacío que seguramente van a tratar de llenar de una forma u otra.
Ser padre es uno de los trabajos más gratificantes, pero a la vez el más demandante. Nadie nace sabiendo ser padre o madre, y existen pocas escuelas que nos enseñen a serlo. Tener hijos es un reto que muchas veces debemos enfrentar con las habilidades que nos da la vida. Lo difícil es que no hay un modelo fijo, sino que cada niño es diferente y no existe una técnica de disciplina que se pueda usar en todas las situaciones que se dan en su crianza. Lo que le funciona al hijo del vecino puede ser fatal para el suyo. Sin embargo, funciona para todos evitar dos extremos en la relación padre-hijo: Cuando el padre es el “tirano”, o cuando el “tirano” es el niño.
Los padres atrapados en agenda de trabajo suelen compensar su ausencia con complacencia, dando como resultado, hijos insatisfechos, demandantes y egoístas. Muchos llegan a las pandillas, bandas y otros grupos negativos, en la búsqueda de atención, poder y cariño.
Eduquemos nuestros hijos con un poco de hambre y un poco de frío, pero, sobre todo, con la conciencia de que las personas son más importantes que las cosas, y de que la verdadera riqueza no tiene nada que ver con las posesiones materiales.
Por Lavinia del Villar
Uno de estos días recibí un correo que hablaba acerca de la rueda de prensa más dolorosa que había dado en su vida Pelé, el gran ídolo del futbol de los últimos tiempos.
En esa rueda de prensa compartió que su hijo Edson de 35 años había sido arrestado por asociación ilícita con una banda de delincuentes y narcotraficantes de Río de Janeiro, por lo que presumiblemente enfrentaría unos 15 años en prisión. Decía entre lágrimas que para él era lamentable y muy triste darse cuenta de que habiendo peleado siempre contra las drogas, no notara lo que estaba pasando en su propia casa. El comentario final enfatizaba que Pelé se había distraído en su jugada más importante: La formación de sus hijos.
Edson había sido educado con todos los privilegios que gozan los hijos de los dueños de fama y fortuna. ¿Qué faltó?...
Trae mucho a reflexión la frase de Confucio, un célebre filósofo chino, que decía: “Educa tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío.” No le demos todo lo que quieran o necesiten porque después nada tendrá sentido para ellos. No habrá metas que alcanzar, ni sueños que realizar porque todo lo tienen resuelto, así ¿qué queda por anhelar? Los niños que tiene mucho valoran poco, se aburren y se sienten insatisfechos. Nada los llena por completo, y buscan en experiencias negativas la gratificación que da luchar por conseguir algo.
Cuando substituimos la falta de atención con bienes materiales sólo conseguimos crear en nuestros hijos un vacío que seguramente van a tratar de llenar de una forma u otra.
Ser padre es uno de los trabajos más gratificantes, pero a la vez el más demandante. Nadie nace sabiendo ser padre o madre, y existen pocas escuelas que nos enseñen a serlo. Tener hijos es un reto que muchas veces debemos enfrentar con las habilidades que nos da la vida. Lo difícil es que no hay un modelo fijo, sino que cada niño es diferente y no existe una técnica de disciplina que se pueda usar en todas las situaciones que se dan en su crianza. Lo que le funciona al hijo del vecino puede ser fatal para el suyo. Sin embargo, funciona para todos evitar dos extremos en la relación padre-hijo: Cuando el padre es el “tirano”, o cuando el “tirano” es el niño.
Los padres atrapados en agenda de trabajo suelen compensar su ausencia con complacencia, dando como resultado, hijos insatisfechos, demandantes y egoístas. Muchos llegan a las pandillas, bandas y otros grupos negativos, en la búsqueda de atención, poder y cariño.
Eduquemos nuestros hijos con un poco de hambre y un poco de frío, pero, sobre todo, con la conciencia de que las personas son más importantes que las cosas, y de que la verdadera riqueza no tiene nada que ver con las posesiones materiales.
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Isaías: Esta es Lavinia del Villar la esposa de Mauricio Fernández (Tiquí)o es hija de ella. Te pregunto porque esta respetable dama es mi amiga y tengo años que no la veo.
ResponderBorrarSaludos
Angel Berto Almonte
Esta es la querida profesora de una generación de maeños; sí, la esposa de Ticuí.
ResponderBorrarIsaías