jueves, 11 de julio de 2013
LA MINA DE JOCHY
SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA
Por Jochy Reyes
La lucha de los pueblos en pos de su libertad o independencia, en su transcurrir nos va dejando un sinnúmero de enseñanzas positivas, las cuales en el futuro nos hace sentir orgullosos de lo que somos como país, como pueblo, porque reúne a su alrededor numerosas personas que, aunque militen en partidos o grupos diferentes, el amor a la patria, y lo justo de la causa por la que se lucha, los une en búsqueda del mismo objetivo.
Mao, desde la llegada de sus primeros habitantes, quienes fundaron los primeros hatos, pasando después a ser puesto cantonal, común, hasta llegar a municipio, y luego a municipio cabecera de la provincia Valverde, es uno de los pueblos de nuestro país que más hijos ha aportado a la patria en sus diferentes luchas por la libertad y la soberanía.
Una de las epopeyas más hermosas, significativas y heroicas de nuestra historia, la escenificaron esos ochenta valientes maeños, quienes el 3 de julio de 1916, solo con su valor, determinación, y gran amor a su patria, se vistieron de gloria, al enfrentar en el sector denominado La Barranquita, al ejército invasor más poderoso del mundo, entablando un combate desigual, primero por el número mayor de la tropa invasora, y segundo por su armamento mucho más moderno y sofisticado.
La rudeza y ferocidad de este combate fue de tal magnitud, que todos nuestros historiadores, sin excepción, están de acuerdo en señalar que ¡fue la única resistencia verdadera que tuvo la tropa invasora!, y la que mayores bajas les produjo durante el periodo que duró la intervención. Esa temeridad y valor de nuestros combatientes, me recuerdan las palabras de un gran revolucionario latinoamericano quien, a la pregunta de un periodista de si tenía temor de morir en combate, le contestó: "Cuando se lucha por un ideal, la vida pasa a ocupar un segundo lugar". Y también las hermosas palabras de esa insigne educadora santiagués, Señorita Ercilia Pepín, quien al referirse a nuestros héroes dijo: "Los maltrataron, pero jamás los vencieron", señalando con esas palabras que su legado heroico durará por siempre en el recuerdo de un pueblo agradecido. Loor a todos esos héroes y mártires de la patria, orgullo de nuestra patria chica, Mao.
Quiero señalar que en ese combate participaron partidarios del General Desiderio Arias y del General Carlos Daniel, quienes sin ser antagónicos, perseguían sus propios intereses, lo cual viene a demostrar que el maeño, cuando se trata de defender nuestra soberanía y nuestra libertad, empuña las armas para luchar junto a su pueblo, sin que importe el color del partido a que pertenezca: ¡solo ve la nobleza e importancia de la causa!, como pasó 46 años después con la intervención de 1965 por el mismo ejército agresor, donde de nuevo nuestro pueblo dijo presente al llamado de la patria. La Batalla de La Barranquita es, y seguirá siendo para nosotros los maeños, la más grande y heroica epopeya, y nuestro orgullo patrio.
Todas estas cosas me traen a la memoria un acto de solidaridad que se produjo en el año 1962, en el cual yo fui partícipe, entre dos partidos con ideologías diferentes, pero con una causa y objetivo común: Luchar por la libertad del pueblo dominicano en peligro de muerte en esa fecha, a un año de la caída de la tiranía más feroz y sanguinaria que ha conocido el Continente Americano; donde ya no estaba la cabeza, pero el cuerpo represivo seguía intacto y con intenciones de seguir con los mismos métodos de su mentor y guía, ya desaparecido.
En estas circunstancias, se produjo en Mao un acontecimiento que viene a demostrar el valor de la Solidaridad Revolucionaria. Sucede que el Movimiento Revolucionario 14 de Junio mandó a Mao uno de sus cuadros más preciados, el compañero Amín Abel Hasbún, con la misión de que junto a compañeros maeños, se trasladara al sector conocido como "Laguna de la Ceiba", que se encuentra entre Mao y el cruce de Los Quemados. Como todos ustedes recordarán (o por lo menos los mas añejos lo recuerdan), cuando hicieron provincia a Mao, este lugar sirvió para que aviones y toda la artillería pesada del régimen, hicieran un simulacro en honor al tirano, cosa esta que estos regímenes despóticos usan como medio de intimidar a los que se les oponen.
Pues en este simulacro, siempre se dijo que muchas de las bombas lanzadas allí no explotaron, y les serian útiles a los grupos revolucionarios, aprovechando la pólvora dentro de ellas para hacer pequeñas bombas Molotov. Es ahí donde se produce esa Solidaridad Revolucionaria de que les hablo, pues la reunión con el compañero Amín para planificar la estrategia a seguir, se llevó a cabo en la casa de un dirigente perredeista, Josesito Herrera, ubicada cerca del Play Pucho Marrero, y participaron entre otros importantes dirigentes de ese partido, Sergio Peña y Evelio Martínez. Por el 14 de junio junto al compañero Amín estábamos Domingo Almonte, Fabio Núñez y quien escribe. Joseito Crespo y otros dirigentes Catorcistas maeños se encontraban en la Capital en ese momento.
Se determinó en dicha reunión, asignarnos la tarea de acompañar en dicha misión al revolucionario Capitaleño a Evelio Martínez y a mí, quien iría manejando el carro Fiat 600, ya que por mi edad, 14 años en esa época, parecería que estaba recibiendo clases de manejo. Emprendimos el viaje pasando frente a la fortaleza Benito Monción, y 30 minutos después ya estábamos recogiendo los primeros frutos de nuestra misión.
Recogimos una bomba de avión sin explotar y varios artefactos más, procediendo a ponerlos en la parte delantera de dicho carro, ya que estos tenían el baúl localizado en esa parte. Esto facilitó disimular un poco, porque el carro siempre se veía agachado de su parte trasera que era donde tenía su motor. Lo peligroso de esta misión fue ¡que teníamos que regresar y pasar obligatoriamente frente a la fortaleza! con esta carga mortífera, que de habernos parado la guardia por sospecha, corríamos el riesgo hasta de perder nuestras vidas por comunistas, como ellos les llamaban a todo el que luchaba por la libertad de nuestro pueblo en esa época.
Todo transcurrió como fue planificado, pasando con mucho cuidado frente a los guardias para no levantar sospechas con nuestro cargamento, y despedimos al compañero Amín a la salida de Mao hacia la Capital, con la satisfacción del deber cumplido, deseándole toda la suerte en su tan peligroso viaje.
Esto fue un trabajo conjunto de "SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA" entre dos partidos de ideologías diferentes, pero con un mismo propósito: La libertad del pueblo Dominicano. Solo en Mao se daba eso. Y como nos dijo mi cuñado, El Comandante Evelio, durante el viaje para bajar la tensión: "Si nos paran y nos dicen ¡levanten las manos!... levantemos los pies".
Por Jochy Reyes
La lucha de los pueblos en pos de su libertad o independencia, en su transcurrir nos va dejando un sinnúmero de enseñanzas positivas, las cuales en el futuro nos hace sentir orgullosos de lo que somos como país, como pueblo, porque reúne a su alrededor numerosas personas que, aunque militen en partidos o grupos diferentes, el amor a la patria, y lo justo de la causa por la que se lucha, los une en búsqueda del mismo objetivo.
Mao, desde la llegada de sus primeros habitantes, quienes fundaron los primeros hatos, pasando después a ser puesto cantonal, común, hasta llegar a municipio, y luego a municipio cabecera de la provincia Valverde, es uno de los pueblos de nuestro país que más hijos ha aportado a la patria en sus diferentes luchas por la libertad y la soberanía.
Una de las epopeyas más hermosas, significativas y heroicas de nuestra historia, la escenificaron esos ochenta valientes maeños, quienes el 3 de julio de 1916, solo con su valor, determinación, y gran amor a su patria, se vistieron de gloria, al enfrentar en el sector denominado La Barranquita, al ejército invasor más poderoso del mundo, entablando un combate desigual, primero por el número mayor de la tropa invasora, y segundo por su armamento mucho más moderno y sofisticado.
La rudeza y ferocidad de este combate fue de tal magnitud, que todos nuestros historiadores, sin excepción, están de acuerdo en señalar que ¡fue la única resistencia verdadera que tuvo la tropa invasora!, y la que mayores bajas les produjo durante el periodo que duró la intervención. Esa temeridad y valor de nuestros combatientes, me recuerdan las palabras de un gran revolucionario latinoamericano quien, a la pregunta de un periodista de si tenía temor de morir en combate, le contestó: "Cuando se lucha por un ideal, la vida pasa a ocupar un segundo lugar". Y también las hermosas palabras de esa insigne educadora santiagués, Señorita Ercilia Pepín, quien al referirse a nuestros héroes dijo: "Los maltrataron, pero jamás los vencieron", señalando con esas palabras que su legado heroico durará por siempre en el recuerdo de un pueblo agradecido. Loor a todos esos héroes y mártires de la patria, orgullo de nuestra patria chica, Mao.
Quiero señalar que en ese combate participaron partidarios del General Desiderio Arias y del General Carlos Daniel, quienes sin ser antagónicos, perseguían sus propios intereses, lo cual viene a demostrar que el maeño, cuando se trata de defender nuestra soberanía y nuestra libertad, empuña las armas para luchar junto a su pueblo, sin que importe el color del partido a que pertenezca: ¡solo ve la nobleza e importancia de la causa!, como pasó 46 años después con la intervención de 1965 por el mismo ejército agresor, donde de nuevo nuestro pueblo dijo presente al llamado de la patria. La Batalla de La Barranquita es, y seguirá siendo para nosotros los maeños, la más grande y heroica epopeya, y nuestro orgullo patrio.
Todas estas cosas me traen a la memoria un acto de solidaridad que se produjo en el año 1962, en el cual yo fui partícipe, entre dos partidos con ideologías diferentes, pero con una causa y objetivo común: Luchar por la libertad del pueblo dominicano en peligro de muerte en esa fecha, a un año de la caída de la tiranía más feroz y sanguinaria que ha conocido el Continente Americano; donde ya no estaba la cabeza, pero el cuerpo represivo seguía intacto y con intenciones de seguir con los mismos métodos de su mentor y guía, ya desaparecido.
En estas circunstancias, se produjo en Mao un acontecimiento que viene a demostrar el valor de la Solidaridad Revolucionaria. Sucede que el Movimiento Revolucionario 14 de Junio mandó a Mao uno de sus cuadros más preciados, el compañero Amín Abel Hasbún, con la misión de que junto a compañeros maeños, se trasladara al sector conocido como "Laguna de la Ceiba", que se encuentra entre Mao y el cruce de Los Quemados. Como todos ustedes recordarán (o por lo menos los mas añejos lo recuerdan), cuando hicieron provincia a Mao, este lugar sirvió para que aviones y toda la artillería pesada del régimen, hicieran un simulacro en honor al tirano, cosa esta que estos regímenes despóticos usan como medio de intimidar a los que se les oponen.
Pues en este simulacro, siempre se dijo que muchas de las bombas lanzadas allí no explotaron, y les serian útiles a los grupos revolucionarios, aprovechando la pólvora dentro de ellas para hacer pequeñas bombas Molotov. Es ahí donde se produce esa Solidaridad Revolucionaria de que les hablo, pues la reunión con el compañero Amín para planificar la estrategia a seguir, se llevó a cabo en la casa de un dirigente perredeista, Josesito Herrera, ubicada cerca del Play Pucho Marrero, y participaron entre otros importantes dirigentes de ese partido, Sergio Peña y Evelio Martínez. Por el 14 de junio junto al compañero Amín estábamos Domingo Almonte, Fabio Núñez y quien escribe. Joseito Crespo y otros dirigentes Catorcistas maeños se encontraban en la Capital en ese momento.
Se determinó en dicha reunión, asignarnos la tarea de acompañar en dicha misión al revolucionario Capitaleño a Evelio Martínez y a mí, quien iría manejando el carro Fiat 600, ya que por mi edad, 14 años en esa época, parecería que estaba recibiendo clases de manejo. Emprendimos el viaje pasando frente a la fortaleza Benito Monción, y 30 minutos después ya estábamos recogiendo los primeros frutos de nuestra misión.
Recogimos una bomba de avión sin explotar y varios artefactos más, procediendo a ponerlos en la parte delantera de dicho carro, ya que estos tenían el baúl localizado en esa parte. Esto facilitó disimular un poco, porque el carro siempre se veía agachado de su parte trasera que era donde tenía su motor. Lo peligroso de esta misión fue ¡que teníamos que regresar y pasar obligatoriamente frente a la fortaleza! con esta carga mortífera, que de habernos parado la guardia por sospecha, corríamos el riesgo hasta de perder nuestras vidas por comunistas, como ellos les llamaban a todo el que luchaba por la libertad de nuestro pueblo en esa época.
Todo transcurrió como fue planificado, pasando con mucho cuidado frente a los guardias para no levantar sospechas con nuestro cargamento, y despedimos al compañero Amín a la salida de Mao hacia la Capital, con la satisfacción del deber cumplido, deseándole toda la suerte en su tan peligroso viaje.
Esto fue un trabajo conjunto de "SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA" entre dos partidos de ideologías diferentes, pero con un mismo propósito: La libertad del pueblo Dominicano. Solo en Mao se daba eso. Y como nos dijo mi cuñado, El Comandante Evelio, durante el viaje para bajar la tensión: "Si nos paran y nos dicen ¡levanten las manos!... levantemos los pies".
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Ramón ,tremendo artículo,no porque sea yo parte de el,sino porque sigues dando cátedra de ideas y propósitos a tomarse en cuenta ,en este caso la solidaridad y el mismo ideal. Me hiciste recordar los tiempos en que levantar los pies era mejor que las manos porque los zapatos estaban "jorodados ".
ResponderBorrarSergio me recordó aquello que le dijo a Amin "y si nos cogen asando batata" El mártir se quedo sorprendido de esta "jerga" de Sergio.Abrazos .
Evelio Martínez .
Tremendo trabajo para educar a los maeños para que sepan quienes fueron y son nuestros hombres y mujeres, aunque no tuvieron participacion en lo narrado, las hay y de las grandes, diste un palo Jochi, te felicito.
ResponderBorrarPapito Mármol
Estos son los hechos que Mao y el país deben conocerlos ,porque forman parte de su historia aun no escrita ; que bueno que no lo esté ,para no dejar estos capitulos fuera de ella ya que los mismos inciden directa o indirectamente a una cáusa que motiva lucha.
ResponderBorrarCreo ,si mal no recuerdo que esas demostraciones aéreas se hicieron en el Paraje o lugar denominado "La Gorra" próximo a "Laguna de la Ceiba" y Trujillo asistió a las mismas.
Josesito Herrera trabajaba en la Farmacia; convivía con su hermana Rosa Herrera (madre de Ramón Taveras),cercano a su otro hermano Domingo Herrera famoso chofer de camión,ambos próximos al Play .
Muy bueno Jochy
Manito
Cuanto me gustaria ver esa Solidaridad estos dias, y que los maeños continuemos aportando a la causa en procura de que nuestro pais no sea pisoteado por ninguna fuerza externa, pero mucho menos interna. Maravilloso recuento de datos historicos de nuestros maeños.
ResponderBorrarCesar Nunez.
Amigo Jochy, con tu relato motivas la ejecución de iniciativas y acciones que bien contribuyen al aumento de nuestro valor Patrio.
ResponderBorrarMe parece extraordinario poder desarrollar acciones e ideales exentos de arrogancia, simplificando recursos de manera apropiada que benefician con éxitos a nuestra sociedad, sin esperar reconocimiento alguno.
Gracias por este bien elaborado y estructurado aporte. Abrazos cordiales y reiterativos.
Diómedes Rodríguez Martínez.
Muy bueno, Ramón. Me inagino que durante el proceso de recolección de los artefactos sin explotar, ustedes estaban "más chivos, que una guinea tuerta". Y a propósito de este refrán y el que tiró Sergio, que Amín no entendió, es probable que el desconocimiento de la terminología y del refranero del campesino dominicano, por parte de los revolucionarios de la época, haya afectado negativamente la propagación de sus ideales, cuando estos se infiltraban en algunos cmpos, pueblos, medios o regiones.
ResponderBorrarDe nuevo, excelente artículo. Te felicito, Jochy!
Un abrazo,
Fernan Ferreira.
Excelente....excelente Jochy,,, un articulo lleno de un amor patrio, un valor a nuestra historia y conocimiento de la grandeza del alma humana.
ResponderBorrarAbrazos querido Viejo amigo,
Juan Colon