lunes, 15 de julio de 2013

TERCER CAMINO

¿REALMENTE VALE LA PENA…?
Por Lavinia del Villar de Fernández


“A celebrity is a person who works hard all his life to become known, then wears dark glasses to avoid being recognized.”

“Una celebridad es una persona que trabaja duro toda su vida para ser conocida, entonces usa lentes oscuros para evitar ser reconocida”.     Fred Allen

Testimonios de muchos artistas cuentan del esfuerzo que les ha costado alcanzar la fama. Comparten que para escalar la gloria, han tenido que tocar muchas puertas, insistir a pesar de los rechazos, aguantar humillaciones, escuchar propuestas indecentes, y luchar con uñas y dientes para conseguir ser considerados.

Ser reconocidos es la meta deseada por los que viven no solo del talento artístico, sino también de la imagen; y contar con el clamor del público es su más grato alimento, según expresan.

Luego de logrado lo soñado, cuando la sola presencia del personaje provoca histeria colectiva, entonces no bastan los guardaespaldas para proporcionarles un pequeño respiro de privacidad, pues ni las playas privadas resuelven.

Cámaras de larguísimo enfoque atisban a lo lejos a las personas famosas, y los paparazis les hacen la vida imposible no solo a ellas, sino también a todos los miembros de su familia.

Los descendientes sufren la consecuencia de la persecución, revistas ofrecen millones de dólares por una foto de la boda, o del recién nacido, y se convierte en noticia si el personaje escupió, hizo una mueca, se tropezó y no sé cuántas nimiedades más.

Entonces… al terminar el espectáculo el personaje debe salir por una puerta disimulada, para evitar ser atropellado por sus seguidores, y ya en su cotidianidad disfrazarse para ir de compras, y camuflarse, si es que puede, para poder disfrutar de las cosas sencillas que nos ofrece la vida.

Pasar desapercibido se convierte entonces en el reto, para simplemente “vivir”.

¿Realmente vale la pena?... Algunos dirían que sí.

4 comentarios:

  1. Distinguida y muy apreciada Prima, el triunfo y las vanaglorias, en contraste de por sí, constituyen elementos que, aunque algunas veces transitorios, son ponderativos de quien los recibe o los vive, determinando actitudes extremadamente particulares, sujetándose a las consecuencias que de ellas emanan.

    Necesariamente debemos convivir con ello, porque son factores que perfilan nuestros logros o desaciertos, estimulando o desmotivando nuestro proceder, para lo cual debemos estar debidamente preparados.

    Tus genuinas apreciaciones sobre "Vale la pena", nos hace pensar si realmente debemos exigirnos luchar con tanta energías en la resolución de las cosas.

    Lo que si estoy convencido es, en que debemos sentirnos satisfechos en accionar a favor de la mayoría, sin menoscabo de su libre albedrío y sin esperar reconocimiento alguno para no sufrir decepciones que mutilen nuestro libérrimo pensar y acertado quehacer.

    La felicito por traernos estas exquisitas disquisiciones, que más bien, nos hacen distender y animar con mayor amplitud nuestros criterios personales.

    Con distingo y cariño reiterados,... Cuqui.

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  2. Muy acertado su artículo, profe, y "food for thought".

    Hay otro aspecto de la "celebridad" que nunca he entendido: esa obsesión del público por saber lo que hace cualquiera de estos presumidos, desde el/la actor/a malo/a de telenovelas hasta los que son famosos solo porque son famosos o están dispuestos a hacer lo que sea para llamar la atención (Alejandra Guzmán, Gloria Trevi, Kim Kardashian, Paris Hilton, etc.); y no es que eso sea nuevo, pero ahora los estándares parecen haber bajado, quizás por la abundancia de medios de comunicación. En días pasados, después que me calmé de haber utilizado todos los epítetos despectivos tanto en inglés como en español, me morí de la risa por lo ridículo y manipulativo del título de la noticia: Los Kardashian están de duelo... había muerto el gato. ¡Ojo de Vasco! Y hay gentes para los que eso es noticia. Y es la mayoría del pueblo. Y nos preguntamos por qué estamos como estamos...

    Isaías

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  3. Hay algo que me choca en casos como estos ;si nos vamos a la época de Frank Sinatra ,Andy Williams,Pat Boone, Muñiz,Monroig Havellanet,Lucho,y otros grandes artistas en los años 60'.Estos tenían sus fans y transitaban o los dejaba caminar,tambien eran asediados pero sin esos gritos.
    Ahora, cualquier bachatero o escandaloso,les vuelan encima.
    El sistema promocional artístico dio un giro a raiz del nacimiento de los famosos BEATTLES,donde usaban un personal de acosamiento pagado persiguiendo estos jóvenes que luego era realizado por los fanáticos
    Creo que la diferencia está en el comercio con el sistema promocional donde en la presentaciones televisivas tienen grupos dirigidos para aplaudir y muchachas para lanzar gritos.
    Todo esto crea una fama definitiva donde el mismo artista ignora lo tanto que gusta,.
    La fama creada por el artista se debe en un alto % al equipo promocional quien conociendo su público sicológicamente,le quita los pantaloncillos a Enrique Iglesias y sabe donde colocarlo con ese sistema de cámaras y crear la histeria que acelera la venta del CD tirado .
    Sobre su pregunta de si vale la pena ?
    Si,pero solo para ese individuo que lo han ido preparando a vivir así.
    Y me atrevo a decir ;cuando le llega el ocaso de su carrera ;esa griterias y apláusos le van hacer falta y comienza el stress y el aislamiento que lo mantendrá fuera del mundo actual.Todo le va a molestar.


    Manito

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  4. Es fácil entender estos tipos de comportamientos si logramos entender que el ser humano en sentido general es obsesivo y a la vez engreido. Nos sentimos bien cuando nos adulan aun a sabiendas que todo es efímero, pero el ser humano insiste en ser adulado.
    Vemos a diario como grandes artistas, atletas, politicos, pierden su propia identidad y se dejan arrastrar a cambio de ser adulados.
    Abrazos a mi Profe querida por tan excelente reflexión.
    Juan Colón

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