Por Dr. Antonio (Monchi) Mateo Reyes
El glorioso próximo 3 de julio, del año 2016, vamos a celebrar los 100 años de la heroica Batalla de la Barranquita. Esta fecha patria debe colocarse en nuestro calendario histórico como uno de los acontecimientos más sobresaliente e importante de nuestra historia. Por esa razón no se puede hablar de los hechos de abril y de otras fechas patrias, sin antes mencionar y destacar la valentía y el arrojo de los valientes hombres que, en esa fecha gloriosa enfrentaron, al ejército más poderoso y mejor organizado de la tierra. Por esa única, y gran razón, los dominicanos debemos hacer sentir y asumir ese hecho histórico, con la importancia que merece esa fecha, donde jóvenes y viejos, ofrecieron sus vidas, en aras de la consolidación de nuestra independencia nacional.
Hagamos reconocer ante nuestras autoridades locales y nacionales, el valor de este trascendental acontecimiento de nuestra historia. Es una vergüenza que al día de hoy este hecho siga tratándose como un acontecimiento pálido de nuestra historia. La primera culpa es de nosotros. Para que muchos recordemos. Tres días después de llegar la noticia a Mao de la negra presencia Yanqui en Montecristi, la sala capitular de Mao produce la inmortal resolución que rechaza y declara de duelo y de luto a nuestro municipio por la profanación de nuestro territorio nacional. Esa histórica sala capitular, estaba integrada de la siguiente manera: Efraín Reyes Reyes, presidente, Rafael (Feso ) Madera Rodríguez, síndico, Fernando Rodríguez, Luis Madera Rodríguez y Juan de Jesús Reyes Aranda, secretario. Creo que ese gesto patriótico de estos hombres, debe ser eternamente recordado, erigiéndose lo que he llamado la plaza de la libertad, y pudiera hacerse en uno de los recuadros frontales de nuestra sala capitular con la presencia de una "Llama Votiva" que simbolizaría el espíritu de libertad del glorioso pueblo de Mao y de todo el pueblo dominicano.
Monchy, cónsono con tu oportuna y bien ponderada inquietud, a mi parecer, debemos enaltecer en grande el correspondiente homenaje a nuestros patriotas y mártires de la batalla de La Barranquita, puesto que el devenir de los tiempos y el poco interés por ello, ha ido inexorablemente perpetuándose en su recóndito olvido, sin menospreciar los esfuerzos desplegados por Manuelo y Quiquito, en múltiples ocasiones y en distintos ámbitos.
ResponderBorrarEn todos los centros de educación, principalmente de la Provincia Valverde, debiera establecerse como lectura obligada aconteceres y la autoría de esta gloriosa Batalla, de manera que la juventud disponga de los hechos acaecidos en procura libertaria de nuestros criollos ante la opresión extranjera.
Tampoco escapa la cuota de responsabilidad municipal de las autoridades locales, para contribuir con digna magnificiencia a la celebración y seguimiento de este noble patriótico acontecer, de forma que no se escatime su apoyo en todo momento que nuestra vida republicana lo reconozca en toda su esclarecida intensidad y enorme significado, no solo para los maeños,sino para los dominicanos todos.
Con los reiterados afectos para tí y familia,...Cuqui Rodríguez Martínez.