Por Lavinia del Villar
Hoy decidí sacar al sol mis neuronas con el deseo de que la luz llegue de nuevo a mi cerebro. La campaña electoral que acaba de concluir me dejó completamente trastornada. Su carga de insultos de parte y parte, de ceguera interesada, y de fanatismo consumado, dejaron en mi una debilidad postraumática, cuyo síntoma principal es la resaca moral.
No estoy reñida con el fin, sino con los medios, pues nunca he estado de acuerdo con la frase popular de que “el fin justifica los medios”.
Estoy tratando de soltar la indignación que me produce el derroche de dinero de esa intensa lucha para llegar al poder, así como de superar la tristeza que me da la deshonestidad de un electorado que se vende por unos pocos centavos, y de unos electores que compran primero las conciencias y luego las cédulas. Quisiera olvidar el despilfarro de colocar 10 fotos de un mismo candidato en un espacio de 100 metros; de ofrecer pasaje y estadía para conseguir un voto; de realizar costosas fiestas de promoción; de organizar nutridas caravanas con gasolina incluida, …, mientras tranquilamente olvidamos que vivimos en un país donde muchas personas se acuestan sin comer.
Quisiera entender la desvergüenza de los no sé cuantos partidos políticos, que sabiendo que no van a ninguna parte, igual se forman para conseguir el dinero que les toca, y al final aliarse con el mejor postor.
Aunque pensándolo bien, es la campaña electoral el único tiempo en que el indigente es abrazado por personas importantes y el miserable es merecedor de algún tipo de atención, simplemente porque el voto no tiene color, ni status social o económico. Un voto es un voto, igual si lo deposita un doctor que un mendigo.
Pero bueno, somos un pueblo tranquilo que desea vivir en paz. Así que ya todo pasó..., y como somos especialistas en aceptar las cosas que sí podemos cambiar pero que no cambiamos, sin más reclamos seguiremos adelante esperando que San Juan baje el dedo para que las próximas elecciones sean diferentes, y nos libremos de esta fingida democracia donde “demo” quiere decir cualquier cosa, menos pueblo.
Lavinia, estoy en plena consonancia contigo; me siento defraudado con esta burlezca y reiterativa teatralidad de esos" desconsiderados portentos" de nuestra politiqueria barata, supremos personajes engreidos ,"defensores tenaces de nuestros limitados recursos",desesperanzadores de sanas posibilidades, amen de otras "genialidades" ampliamente inconsultas e impositivas ejecutadas para su vil provecho. Aun asi, aspiro a que Dios nos premie con las mejores bendiciones, en pos de conseguir en el proximo futuro mayores garantias y disfrute mas generalizado y con equidad de los recursos y riquezas que nos pertenecen a todos los dominicanos sin ningun distingo.
ResponderBorrarAbrazos,...muchos, querida prima.
Nelson Rodriguez Martinez (Cuqui).
Coño,coñooo!!!!ni cuantas verdades coño !!y lo que me hace crecer los genitales,y me molesta es ver esta generación de izquierdistas,que antes en su bandera tenían la figura del "Ché" la quitaron y terminaron de poner loco a Juan Bosch para montar la mayor corrupción y futura dictadura, y no solo eso,corrompiendo esa gran parte de la juventud, generación futura .Y es lo que dijo la señora que se hizo de lo que apareció en la JCE en Vincho Castillo ,que "como es posible que los engendrados por la familia Tavarez Justo-Mirabal sean partes apoyadores co-partícipes de esta desgracia nacional.
ResponderBorrarMaestra gracias por su escrito,que a muchos nos va a permitir desahogarnos de esta rabia callada.
Todavía creo en el país y en los hombres serios,porque los hay.Es cuestión de decisión.
Manito
Mi querida Profe: Grandes verdades encierra su articulo...Grandes dolores manifiesta su ser y los que pensamos que las lacras mas dañina de los pueblos siempre seran los politicos...solo somos válidos para que le demos sus votos y para comprar conciencia por las degradantes funditas, solo cuando nuestro pueblo despierte podremos ver la luz del bienestar. Todos buscan subirse y lograr la depredación del tesoro del pueblo. Gracias Profe por su verdadero articulo...Abrzos del alma.
ResponderBorrarLa quiero mucho,
Sinceramente su alumno,
Juan Colon
Mi Querida Profe:
ResponderBorrarHace varios dias que no entraba a MEEC, y hasta hoy, 14 de Junio, lei su articulo, el cual he meditado y comparto plenamente.
Y en medio de mis "meditaciones", escucho el Himno a La Raza Inmortal, y me pregunto: Realmente, valio la pena que estos jovenes se inmolaran? Realmente, valio la pena los tantos y tantos luchadores antitrujillistas asesinados o que se pudrieron en las ergastulas del regimen? Realmente, valio la pena que Manolo y cientos de jovenes valiosos se fueran a "las escarpadas montanas de Quisqueya"? Realmente, valio la pena la Revolucion de Abril? Y podria seguir preguntandome, si valio la pena?
Entonces, en mi "confusion", sin hallar respuestas a mis interrogantes, leo el articulo invitado de MEEC, cortesia de Amo a Mao, titulado "Mi Pueblo No Tiene A Quien Rogarle" ...Y entonces, entiendo las frustraciones que expresa su joven y bella autora, Brenda Aracena.
Disculpeme Profe, pero... con todo el carino y el respeto que le profeso, NO VALIO LA PENA!
Un beso,
Fernan Ferreira.
PD: Mis excusas por la falta de tildes, pero estoy en mi lap top, y en esta, nunca las "jallo".