lunes, 8 de febrero de 2010

PEDRO QUILVIO PELAYO TIO JIMÉNEZ (y 3)

UN DIAMANTE QUE QUEDÓ EN EL CAMINO
Por Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.

Su talento beisbolero auguraba un futuro brillante en el que el cielo era el límite, pero el destino le tenía a Quilvio una mala jugada. Una tragedia llegaría que le troncharía sus sueños...

Primera parte

Segunda parte


EL MOMENTO FATAL

En el béisbol invernal de la República Dominicana Quilvio Tió quedó asignado al equipo de las Águilas Cibaeñas, organización con la que los Piratas mantenían estrechas relaciones de trabajo. Su participación en el equipo cibaeño fue prácticamente, de solo al final del torneo en 1961. Su record quedó con dos juegos ganados y uno perdido.

El destino le tenía a Quilvio una mala jugada. Una tragedia habría de llegar que le troncharía sus sueños y las esperanzas de los ejecutivos de la franquicia beisbolera de Pittsburgh.

Nos cuenta que, durante la práctica previa al inicio del primer juego de la serie final que se celebraría entre Águilas y Licey, el día de La Altagracia (21 de Enero de 1961) bateando su compueblano, mejor amigo y compañero de equipo, Félix Santana, este dio lo que llamamos “una línea enana” que dio en la frente (sobre la nariz) del prometedor lanzador. El hueso del frontal izquierdo sobre el ojo quedó totalmente destruido, siendo llevado a la clínica “Dr. Bonilla” donde fue operado por el mismo Doctor Bonilla y posteriormente trasladado a los Estados Unidos, permaneciendo en tratamientos médicos durante largos meses. Su carrera quedó definitivamente limitada, pues, cuando retornó al terreno beisbolero se cansaba a mitad de juego, teniendo que ser sustituido. Nunca más volvió a respirar por la nariz. Así permaneció por cuatro años. Durante ese trecho llegó a jugar a nivel de AAA, con el equipo Columbus, donde alcanzó diez victorias y cuatro derrotas.

Con Rafael Stefany, pitcher muy bueno para la época, del los Tigres del Licey, el mismo día del fatal pelotazo, el 21 de Enero del 1961.

Como podemos apreciar, su estadía en el béisbol invernal de la República Dominicana fue muy breve. Destaca que asesinado Trujillo en Mayo del 1961, el torneo 61-62 fue organizado con jugadores criollos y dedicado al acribillado dictador. Para la ocasión, a todos los jugadores les rebajaron el sueldo de $800.00 a $200.00 por mes, como una “contribución” de los peloteros profesionales al éxito del torneo y “a la feliz memoria del jefe”.

Considerando que el jugador maeño había costeado los gastos de la operación por el pelotazo recibido en el inicio de ese año (RD$5,000.00), suma que las Águilas le quedaron de reponer más adelante; ante los alegatos de que el equipo “no disponía de fondos en el momento, Quilvio se ofreció a participar en el certamen de manera gratuita, si el club de las Águilas le pagaba la deuda pendiente.

PERSECUSION Y DESTIERRO

Aceptada la propuesta del pícher maeño por el conjunto representativo del Cibao de saldar la deuda cubierta por él durante su operación a cambio de jugar gratis en el Torneo dedicado al desaparecido Trujillo, pasada tres quincenas sin recibir pago alguno, uno de los compañeros de juego de Quilvio le plantea: “No seas tonto y has que te diste un golpe en la práctica y así no te tienes que estar fuñendo a cambio de nada”. Así lo hizo nuestro presentado, por lo que el médico le dio un mes de licencia.

A la semana siguiente del montado “accidente”, un miembro del servicio secreto del tiránico régimen se presentó donde el novato jugador, precisándole que había sido encomendado a matarle “por haberse negado a participar en el torneo dedicado al Presidente Trujillo”, por lo que le sugería “salir del país cuanto antes” para que salvara su vida. La sensibilidad y disposición de proteger al lanzador maeño refleja que el militar matón era “fanático del equipo cibaeño”, pues, asumió de manera espontánea un alto riesgo.

Quilvio Tió diligenció inmediatamente su visa ante el consulado americano, viajando posteriormente a los Estados Unidos donde permaneció por unos largos diez años. Desde la ciudad de Nueva York, donde residía, se trasladaba a los lugares donde le asignaban juego, hasta culminar su carrera beisbolera con su retiro definitivo en el año 1964.

Quilvio Tió, fue un diamante, lamentablemente quedado en el camino.

SU VIDA ACTUAL

Con su 69 años de edad Quilvio Tió, quien diera tantas emociones a los seguidores del béisbol en la región noroeste y sobre todo a los maeños en particular, hoy se pasea en su “pasola” en medio del desconocimiento por parte de la generalidad de la población de ese gran pasado como atleta que proporcionó brillo y respeto a Mao. Con ya serias dificultades de salud, desde su ciudad natal se mudó a la comunidad de Monción, para luego 7 años después retornar a Mao donde vive acompañado de su pequeño hijo de diez años.

Antes de estos movimientos de residencia, Quilvio era un activo jugador de softbol en la liga del Club Quisqueya, Inc. de la ciudad de Mao, y con frecuencia se dedicaba a orientar a niños y jóvenes que se inclinan al pitcheo ofreciéndoles nociones sobre cómo caer después de cada lanzamiento de la bola, cómo agarrar la pelota, los virajes a las bases, cómo caer cuando se espera un posible toque de bola del bateador contrario, etc.

Cuenta que, aún no llegara a los niveles que señalaban sus potencialidades, se siente satisfecho por el deber cumplido cada vez que su pueblo y el país lo requirieron. “Exhorto a todos los niños y jóvenes de mi pueblo y región a dedicarse al deporte sin descuidar sus estudios”, termina diciendo quien en sus años mozos fuera el diamante más codiciado en el béisbol y que las circunstancias del destino no le permitieran cuajar como se estaba en la seguridad de que así fuera.

Por sus hazañas en el béisbol, Quilvio Tió es merecedor del saludo afectuoso de todos sus compueblanos.

2 comentarios:

  1. Hace muchos años, escuché el comentario de que antes de que acurriera el accidente que puso fin a su carrera, Félix ( Chaquito ) Santana, le hizo la obervación a Quilvio, de que, después de cada lanzamiento, estaba cayendo con la mano enguantada detrás de sus piernas, como muestra la foto en el artículo, lo cual es incorrecto, pues no se podría defender de un batazo conectado por encima de la lomita de lanzar. Desafortunadamente, Quilvio no hizo caso a la observación de su amigo y compañero de equipo, y minutos después ocurrió el fatal accidente.

    Fernan Ferreira.

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  2. Verificando el comentario hecho por el senor Fernan Ferreiras,Felix se lo habia advertido a Quilvio,ademas Quilvio en las practicas queria lanzar mas duro que los demas pitcher lo hacian,provocando esto un bateo mas fuerte.

    Recuerdo que esa misma noche,Julian Javier le dio otra linea en practicas a un joven pitcher llamado Nelo THEN de Pto.PTA. ,Coincidencia,los dos segunda base golpean dos pitchers en practicas y ambos en la cabeza.

    Saludos cordiales

    Manito Santana

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