sábado, 13 de febrero de 2010

Bachata, ¿nuestro ritmo nacional?

DO-RE-MI
Por Juan Colón

Hemos visto con el correr de los años cómo la Bachata ha ido desarrollando su naturaleza, cultivándose, y logrando entrar a lugares jamás soñado por el merengue.

Muy contrario a lo que ha pasado con el merengue, que ha ido desmejorando hasta convertirse en un merengue que jamás llegará a los lugares donde un Johnny Ventura, Wilfrido Vargas y Juan Luis Guerra lo llevaron.

Los hechos se fueron sucediendo en una cadena de éxitos y de repente ésta se detiene para dar paso a unas fusiones que como reacción en cadena le han ido restando calidad musical e interpretativa a nuestro merengue.

En contra de quienes lo defienden a como dé lugar, es una verdad que no quieren aceptar, el merengue está en su etapa de desintegración definitiva a menos que surjan intérpretes con clase y fuerza para reconquistar los mercados internacionales, a los cuales no llega el merengue actual por no ser del agrado, y mucho menos del consumo, de un público que asimiló el merengue en sus etapas de calidad: la de Johnny, Félix, Wilfrido, Sergio, Fernandito, Ramón Orlando, Dionis Fernández y, el más trascendental, Juan Luis Guerra.

El éxito de Juan Luis Guerra, es de conocimiento de todos, no obstante tener muchos merengues de excelente calidad, tuvo en la bachata su gran baluarte. Su fusión de la bachata con las armonías de la música pop lo hicieron ser el eje central de la internacionalización de este ritmo, al cual siguieron Monchy y Alexandra, y, finalmente, Aventura, conjunto éste que con éxito arrollador ha transcendido a los niveles de los grandes de la música popular latina en todos los ámbitos del espectáculo.

Recientemente hemos podido ver su éxito monumental en el Madison Square Garden, el cual se vieron precisados a repetir y romper las hazañas de muchos grandes que habían abarrotado dicho lugar.

Luego, en un nivel un poco menor, tenemos a El Torito, Anthony Santos, y otros quienes están rompiendo las barreras de los tradicionales restaurantes del Alto Manhattan, Brooklyn, New Jersey, Providence, Boston, etc.

La trascendencia de Aventura y Juan Luis Guerra, debido a la degradación y decadencia del merengue, nos está llevando a asumir una posición quizás única, la de sustituir un ritmo de identidad musical por otro, algo nunca visto en la historia musical de los pueblos.

México aun con un gran desarrollo del Rock, Balada, Música Grupera, sigue teniendo la Ranchera como baluarte musical; lo mismo que la Cumbia para Colombia; el Bossa Nova y la Samba para Brasil; el Jazz para Estados Unidos; el Rock para Inglaterra; la Bomba y Plena para Puerto Rico, y así diferentes pueblos.

Nuestro pueblo, por ignorancia, por desconocimiento, víctima de la arrogancia de productores insensibles y poco educados, ha sido obligado a aceptar un desmantelamiento musical que ha dado con la agonía de nuestro merengue, porque eso les permite a los mercaderes responsables una serie de beneficios muy por encima de cualquier sentimiento patrio.

¿Dónde están los llamados líderes, los que han acumulado millones y lo pregonan desde las tarimas y programas de tv? ¿Por qué no se dedican a trabajar para mantener en alto nuestro folclor? ¿Por qué no trabajan un mejor merengue, con disqueras de alcance internacional?

Si observan, no existe un merenguero, llámese Sergio, Millie, Fernandito, El Torito, Eddy Herrera, Los Rosario, que esté representado por un sello discográfico de alcance internacional; entonces, ¿cómo podremos hacer llegar nuestro merengue? ¿A qué cree usted que se deba esta situación: a la falta de calidad de nuestros intérpretes, mentalidad estrecha de estos que se conforman con el mínimo o a un simple desdén de las casas disqueras por una clase que ha demostrado ser indisciplinada e irresponsable, con la que se hace difícil trabajar?

Somos un país rico musicalmente, de mucho talento, pero nuestra propia idiosincrasia nos hace ser indiferentes a lo que tenemos.

Nos queda el consuelo de que al menos la Bachata es nuestra y está representada por excelentes intérpretes, desde Luis Segura, Encarnación, Inocencio Cruz, Anthony Santos, Jeremías, El Torito, los ex Monchy & Alexandra, y nuestros dos grandes baluartes ahora mismo: Aventura y Juan Luis Guerra. En ese renglón, por lo menos hemos venido desarrollando una calidad profesional incuestionable la cual ha culminado en un éxito arrollador que ha trascendido y llegado a lo más alto de la música popular.

Bienvenida nuestra nueva representación musical, La Bachata, orgullo y honra de nuestro folclor.

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