EL FRANCIS SANTANA QUE YO CONOCÍ

YO ME ACUERDO Por Evelio Martínez Al maestro de la guitarra Sergio Frías Kent (El Feo ), al ilustre músico Juan Colón y mi carnal, ido a destiempo, Monchy Colón (EPD), songófilos y amigos de Francis. A él lo llevaron a la pila bautismal y le pusieron el nombre de Juan Francisco Santana, pero, según cuenta Francisco Grullón Cordero, actor y locutor dominicano, al presentar en 1948 al cantante, "... ese es un nombre muy largo para un cantante; a partir de hoy te llamaremos Francis Santana". Nació un 20 de junio del año 1929 y estaba a punto de cumplir 84 años; "bien vividos y gozados", como solía decir siempre Francis, el Songo .

"Yo soy Sancarleño, hijo pródigo de "Papae" (cantante de los primeros); de él heredé la voz y de San Carlos Gardel, la melodía. Nací en el año 29, en la celebérrima 5 esquinas Sancarleña, en la cima de la calle Eugenio Perdomo, tan memorable para mi, dominada por el Teatro Paramount con Rafael "cara de piedra" de portero, el dinámico colmado de Amado Pared y la esquina mágica del colmado bar de Mañiñi con aquella vellonera de 5 centavos". Así retrataba Francis el San Carlos de sus amores. Yo lo oí muchas veces repetir esta letanía, así como hablar agradeciendo el privilegio de haber echado los dientes como integrante del Trío encabezado por Carlos Taylor, feliz autor del son "que mala son", (... las mujeres que malas son/que buenas cuando quieren").

Considerado con justeza uno de los cantantes más completo, versátil y experimentado del país. Lo conocí personalmente en la calle Ramón Cáceres No.89 de Villa Consuelo en esta capital, en la residencia de la maeña Isaura Santana, "La Negrita", donde se celebraba todos los lunes una Peña bohemia junto a mi carnal (el inmenso bohemio) Monchy Colón, ido a destiempo. Allí Francis, junto a La Espiga de Ébano, Rafael Colón, Julitro Deschamps, Frank Cruz y otros; también el Profesor Torres Tejeda que salpicaba esos lunes de bohemia con poemas para el deleite de todos. Guitarra en mano, el Songo enternecido, ponía alas a canciones como "confesión de amor; Te Felicito, me dicen que tienes otro amor/ te felicito/ que seas feliz con él... Magia, Está bien, Hay noches. De Sánchez Acosta ,"A primera vista", un bolero que Monchy y yo siempre le pedíamos, porque nos traía recuerdos de nuestras serenatas en Mao, acompañado de su amigo El Feo (Sergio Frías), cantando nuestro amigo, el locutor Germán Moya. ¡Qué tiempos aquellos!

Francis era un hombre de vida sencilla, era un dominicano común en el plano material, aunque en lo artístico era excepcional . Un prodigio del merengue, el son y el bolero; yo puedo dar testimonio de ello que lo oí cantar con el maestro Solano "El negro feliz", de José Lozano Sosa: "Me llaman el negro feliz/ porque bailo y río al cantar/y es que en el amor soy dichoso/ truquero para enamorar ".

Merengazos tan nuestros como "Alevántate", de Pedro Reynoso. "La Maricutana", del maeño Radhamés Reyes Alfau (un favorito de Monchy) porque Francis cuando se encontraban le gritaba "¡qué dice esa Maricutana de hombre?"

Con "Julitro Deschamps" cantaba Poema, haciendo la segunda voz, infaltable en el repertorio de los lunes bohemios de "Negrita". Un merengue clausurado por la dictadura, elogio de Julio Alberto Hernández al caudillo liniero Desiderio Arias -descabezado por un esbirro de Trujillo: "Desiderio Arias, hombre de valor/a nadie hizo mal/a nadie mató". Francis lo cantó junto al Sexteto Enriquillo en el Samoa Bar en un baile que celebramos (Asomau) para recabar fondos para la casa de su amigo "El Feo" como él le llamaba a su amigo el maestro Sergio Frías. Este merengue se lo dedicó a Milet Haddad y a todos los maeños que dieron su vida por la libertad.

Salimos de la capital en una guagua de 54 pasajeros y en ella iba nada más y nada menos que Francis Santana y el Sexteto Enriquillo. El Songo, ese ser entrañable, locuaz, sandunguero y contador de cuentos. Se arremolinaron en la parte trasera de la guagua (la cocina) y Monchy, Jochy y Francis (en competencia) salieron desde El Parque Olímpico en la capital hasta el Parque de Mao haciendo cuentos de todos los calibres y colores, llevando Francis la voz cantante. Dos cuentos que recuerdo, hechos por Francis. De Joseíto Mateo, mi compadre, dijo: "En plena calle El Conde, un viejito apoyado en un bastón se encontró con mi compadre Joseíto y lo paró y le dijo: ¿Usted es Joseíto Mateo? Sí señor, le contestó mi compadre. Yo soy un simpatizante suyo, porque mi abuelita cuando yo era chiquito me llevaba al teatro a verlo. A mi compadre solo le faltó quitarle el bastón y rompérselo con todos los San Antonios." Otro: Un viejito frente a su casa trataba de introducir la llave en la cerradura de la puerta. Pasaba en ese instante un joven que lo vio y le gritó: Viejo ¿no encuentras el hoyo ? El viejo le contestó: ¡ponle pelo pa' que tu vea".

El Songo compartía la humildad y era expresivo en sus gestos y palabras, dondequiera que me encontraba me gritaba: Evelio, y el cura ¿ya ........quiere a Mao?

En sus últimas presentaciones, allí en Las Ruinas de San Francisco, en la capital (a la que asistíamos junto a Monchy Colón, Jochy Reyes, Barbarita Colón, Aleida, mi mujer y otros compueblanos) pregonó su arte el Songo Santana, nos traspasaba el alma con "Amor sin esperanza ese el mío" o llamaba a la "Carmela linda", de Isidoro Flores. "Carmela linda ven donde mi/no tardes tanto/no me haga sufrir". Nos dejaba con ganas de oír más, como al compartir con este ser entrañable en el hogar amable y acogedor de los lunes bohemio de "La Negrita", él pulsando la guitarra o a pleno galillo, siempre afinado, querido amigo Songo .

Este es el Francis, Songo que yo conocí. Amén .