lunes, 24 de febrero de 2014
VÍA CIBAO-SUR Y DANILO MEDINA
Por Fernando Rodríguez C.
Foto: Vista parcial de la Presa de Sabaneta, sobre el río San Juan que se origina en el Parque Nacional José del Carmen Ramírez, en la Cordillera Central.
La ecuanimidad y defensa de los intereses del país demostrados por el presidente Danilo Medina deben manifestarse en el proyecto de construcción de la carretera Cibao-Sur cuyo trazado, anunciado por el Gobierno, elevaría considerablemente su costo y provocaría daños irreparables a la flora, fauna y fuentes hidrográficas de tres parques nacionales.
Por estas razones, su construcción debe ser producto de estudios y propuestas de entidades técnicas y científicas calificadas y no de emocionalismos regionales ni de intereses económicos de grupos insertados en el poder como sucedió en el caso de Bahía de las Águilas cuando funcionarios de su entorno, lo indujeron a decisiones que luego debió echar para atrás.
En ese sentido, las consideraciones emitidas por la Academia de Ciencias, la Sociedad Ecológica del Cibao, técnicos, sacerdotes, profesionales y ciudadanos identificados con la preservación de nuestras riquezas naturales, deben ser tomadas en cuenta si queremos evitar daños ecológicos de imprevisibles consecuencias a la Cordillera Central.
El perjuicio que ocasionaría la ruta prevista a 13 áreas protegidas de los parques J. Armando Bermúdez, Manolo Tavárez Justo y José del Carmen Ramírez y a los ríos San Juan y Mao, que alimentan a las presas de Sabaneta, y al acueducto de la Región Noroeste y a más de diez cuencas hidrográficas, debiera ser motivo de reflexión de las autoridades.
Confiamos en que, al igual que en otras oportunidades, el presidente Medina escuchará las voces, que como la de la Academia de Ciencias, no tienen mayores intereses que los de preservar nuestras riquezas naturales y que las ejecuciones del Gobierno se realicen en un marco legal y beneficioso para los destinos del país.
Eso es lo que pretende dicha institución la cual realizó un amplio trabajo de campo a través de su Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales integrada por especialistas en Biodiversidad, Geología, Foresta, Hidrografía y Sociología quienes recorrieron, midieron y fotografiaron cinco posibles rutas para unir al Cibao con el Sur.
En su calidad de Asesora Honorífica del Poder Ejecutivo, hizo llegar al presidente Medina el resultado del estudio y puso a su disposición su cuerpo técnico a fin de que se reúna con los representantes del Gobierno y de cualquier otra institución a fin de ponderar las opciones menos lesivas a la denominada "Madre de las aguas de la Hispaniola", es decir, la Cordillera Central.
Esperamos que en este caso, como en el debatido tema de la explotación de Loma Miranda, se imponga lo mejor para la República Dominicana para bien de la nación y la misma imagen del presidente Medina quien podría cargar, ante la historia, con el peso de dos decisiones que tirarían por la borda su, hasta ahora , bien ganada fama de buen estadista.
Foto: Vista parcial de la Presa de Sabaneta, sobre el río San Juan que se origina en el Parque Nacional José del Carmen Ramírez, en la Cordillera Central.
La ecuanimidad y defensa de los intereses del país demostrados por el presidente Danilo Medina deben manifestarse en el proyecto de construcción de la carretera Cibao-Sur cuyo trazado, anunciado por el Gobierno, elevaría considerablemente su costo y provocaría daños irreparables a la flora, fauna y fuentes hidrográficas de tres parques nacionales.
Por estas razones, su construcción debe ser producto de estudios y propuestas de entidades técnicas y científicas calificadas y no de emocionalismos regionales ni de intereses económicos de grupos insertados en el poder como sucedió en el caso de Bahía de las Águilas cuando funcionarios de su entorno, lo indujeron a decisiones que luego debió echar para atrás.
En ese sentido, las consideraciones emitidas por la Academia de Ciencias, la Sociedad Ecológica del Cibao, técnicos, sacerdotes, profesionales y ciudadanos identificados con la preservación de nuestras riquezas naturales, deben ser tomadas en cuenta si queremos evitar daños ecológicos de imprevisibles consecuencias a la Cordillera Central.
El perjuicio que ocasionaría la ruta prevista a 13 áreas protegidas de los parques J. Armando Bermúdez, Manolo Tavárez Justo y José del Carmen Ramírez y a los ríos San Juan y Mao, que alimentan a las presas de Sabaneta, y al acueducto de la Región Noroeste y a más de diez cuencas hidrográficas, debiera ser motivo de reflexión de las autoridades.
Confiamos en que, al igual que en otras oportunidades, el presidente Medina escuchará las voces, que como la de la Academia de Ciencias, no tienen mayores intereses que los de preservar nuestras riquezas naturales y que las ejecuciones del Gobierno se realicen en un marco legal y beneficioso para los destinos del país.
Eso es lo que pretende dicha institución la cual realizó un amplio trabajo de campo a través de su Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales integrada por especialistas en Biodiversidad, Geología, Foresta, Hidrografía y Sociología quienes recorrieron, midieron y fotografiaron cinco posibles rutas para unir al Cibao con el Sur.
En su calidad de Asesora Honorífica del Poder Ejecutivo, hizo llegar al presidente Medina el resultado del estudio y puso a su disposición su cuerpo técnico a fin de que se reúna con los representantes del Gobierno y de cualquier otra institución a fin de ponderar las opciones menos lesivas a la denominada "Madre de las aguas de la Hispaniola", es decir, la Cordillera Central.
Esperamos que en este caso, como en el debatido tema de la explotación de Loma Miranda, se imponga lo mejor para la República Dominicana para bien de la nación y la misma imagen del presidente Medina quien podría cargar, ante la historia, con el peso de dos decisiones que tirarían por la borda su, hasta ahora , bien ganada fama de buen estadista.
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Apreciado Primo Fernando, acojo y me sumo a la defensoría de la construcción de la Vía Cibao-Sur, sujeto a las observaciones académicas y de orden ecológico más convenientes y menos lesiva, a favor de la protección y conservación de nuestros recursos naturales que permitan asegurar atinadamente el futuro de los actuales y posteriores descendientes.
ResponderBorrarMás que una decisión socioeconómica y política, es de consideración totalmente ecológica que permita consolidar y proteger perfiles agrológicos, pedoclimáticos,hidrológicos, de sustentación de diversos hábitat y preservación de múltiples especies vegetales y animales endémicos, algunos en proceso de extinción, que hoy día constituyen joyas connaturales que identifican genuinamente nuestro grandioso y bello País, bien depredado y poco defendido por quienes precisamente, son los que deben actuar con mesura, autoridad y con toda la oportunidad requerida como para proteger nuestro Patrimonio en todo sentido.
Sumándome a su inquietud, lo congratulo y convengo en su legítima preocupación Distinguido Primo, por la valía y protección de los recursos naturales dominicanos que usted dignamente defiende y le duele,... con mucho distingo.
Cuqui Rodríguez Martínez.
Estoy entre los ciudadanos que consideran que el daño al Medio Ambiente y a los Recursos Naturales de la construcción de esta obra son mayores que los supuestos beneficios socioeconómicos y comerciales que traería la misma una vez terminada la carretera.
ResponderBorrarOjalá que en la decisión final prime la prudencia, la mesura y la verdadera domincanidad.
Fernan Ferreira.