Por Evelio Martínez
A: Jochy Reyes, benjamín entonces de la revolución y admirador de este portento.
Yo me acuerdo de aquel joven atlético, apuesto, fornido y de definida musculatura física. Lo veía salir de la vieja casona al lado del Samoa Bar, frente al parque de mi pueblo, (él era casi un Maeño), donde vivía con sus padres Juan Román Ricardo y Marina Díaz Hernández y sus tres hermanas: Lourdes, Bienvenida y Eugenia, esta última compañera de estudios en la escuela primaria.
Nació un 24 de Noviembre del 1931, en Santiago y se fueron a vivir a Mao estando él muy pequeño, repito, era casi maeño, "sin patriotería", como a veces acusan a uno sin ninguna justificación.
Desde 1959 fue un rebelde de firmes convicciones. En su lucha clandestina contra la tiranía Trujillista se asiló en la embajada de Brasil, siendo el último en entrar, cubriendo el ingreso de sus compañeros a la misma. Fue deportado a Portugal y Venezuela terminando en París.
Regresa al país a la caída de la tiranía con una visión autocrítica de la vida. Tratando de superarse aceleradamente lo llevan a las sierras del Escambray, en Cuba donde recibe entrenamiento militar para participar después del golpe de estado del 1963 en el frente guerrillero Gregorio Luperón, en el Limón, en la cordillera septentrional como su comandante.
Su relación con esa montaña de patriotismo que se llamó Manolo Tavárez Justo era de estrecha relación revolucionaria, así asume su militancia catorcista y en ese proceso se crece porque él estaba hecho para la revolución.
Sale de nuevo al exilio en 1963 deportado a París, Francia, entrando clandestinamente en mayo del 64 para integrarse a la lucha de la Agrupación Catorce de Junio. "Llegó totalmente cambiado y sereno", comenta Fidelio Despradel. "Empezó una nueva vida con su esposa, se escondía en Alma Rosa, en la casa donde se hacía el periódico del catorce en un mimeógrafo que era de la escuela política del PRD. Se reunía allí secretamente con su compañera, como una reconstrucción de su relación, esperando rehacer su vida... Román tuvo una evolución extremadamente hermosa, acelerada al contacto con la lucha revolucionaria", agrega Fidelio.
Rememora sus rivalidades juveniles, sus discursos previos a la Guerra de Abril en Bayaguana, Yamasá, Guerra y áreas periféricas del Distrito, su temple y la elevación de su liderazgo. "Juan Miguel tenía condiciones, fue más que el destacado combatiente del catorce", reitera Fidelio.
Yo me acuerdo verlo salir, esta vez no de la vieja casona en Mao, sino que el destino me ponía frente a Juan Miguel y a mi primo, Euclides Morillo, en la calle José Gabriel García, en la capital, donde ellos arengaban a sus compañeros para marchar al Palacio Nacional a recobrar ese objetivo. Yo lo vi marchar en columna paralela al Héroe y Mártir de la Patria, Coronel Rafael Fernández Domínguez.
Llevaban una estrella en la frente. Juan Miguel siempre atlético y fornido empuñaba su fusil G-3 y en su corazón latía vehemente el sentido del deber y el honor de luchar por su pueblo. La noche de su muerte junto a Rafelito y Euclides hubo un duelo general. Su cadáver fue trasladado al Hospital Padre Billini ,y luego lo velamos en la residencia del Ing. Santiago Elmúdesi, en la calle Duarte. Tras un recorrido por El Conde, el cortejo se detuvo en el Baluarte donde cantamos el Himno Nacional. Lo sepultamos en el Cementerio de La avenida Independencia, con los honores revolucionarios y disparos de fusilería. Sus restos aún reposan allí. ¡Honor y Gloria al cuasi Maeño y mártir de la patria, comandante Juan Miguel Román!
¡Siempre te recordaremos!
Cada vez que disfruto una de las exquisitas lecturas que MEEC nos proporciona sobre nuestra historia reciente, narrada por alguien que la ha vivido, como en este caso el Comandante Martinez, solo me lleva hacia una pregunta.......carajo y que es lo que pasa en nuestra sociedad actual? Pero bueno....., creo justo honrar a quien honor merece.
ResponderBorrarAqui otra pregunta alguna calle de Mao lleva el nombre de Euclides Morillo?
A seguir conociendo mas y mas sobre nuestra historia, la reciente. Por aquello de: "Los pueblos que ovidan su historia, tienden a repetirla"
Cesar Nunez.
Ramón,estoy emocionado al leer este valioso trabajo tuyo sobre la vida de uno de los hombres más valioso que ha dado nuestro país. Juan Miguel es una de las personas que yo más admiré y admiro,por su entrega sin condiciones a la patria, y por sus valores Morales fuera de serie. Cuento con el privilegio de compartir con el y recibir consejos que todavía me sirven en esta lucha eterna por un mejor país durante el primer congreso del Catorce de Junio que se celebró en San José de las Matas, teniendo el honor la delegación de Mao de haber hecho el viaje a pie a través de las montañas que nos separan. Loor a este portento de moral y valentía. Excelente mi hermano. Jochy Reyes.
ResponderBorrarComandante ; Gracias por darnos a conocer la grandeza de Juan Miguel a una gran cantidad de maeños de la cual formo parte .
ResponderBorrarConfiado en ti y en otros conocedores,tengo la esperanza de seguir enterandome de la historia y valor de tantos compueblanos que todavía hoy permanecen en el anonimato y así poderlos valorar y ubicarlos en el lugar merecido e inclinar mi cabeza en señal de respeto hácia ellos.
No puedo dejar pasar la interrogación hecha por mi entrañable amigo Cesar Nuñez a la sociedad actual y le contesto "Cesar solo emulando al Patricio Duarte en una campaña de CONCIENTIZACION de familia ,de tres en tres visitando sus hogares,podríamos lograr un cambio notable.
Gracias Comandante
Manito
Evelito, la verdad es que tus trabajos nos hacen reflexionar sobre quienes somos hoy y quienes fueron y son los preocupado por la patria, hoy se ocupa un lugar en el tren de la riqueza sin importar la patria, ayer sólo se luchaba por lograr una patria mejor sin esperar recompensas. Que diferencias.
ResponderBorrarPapito Mármol
Buen artículo, Ramón. Sin lugar a dudas, Juan Miguel Román fue un eterno luchador por las libertades del pueblo Dominicano. Aunque no llegué a compartir con él (no soy tan viejo como Jochy), siempre lo recuerdo: blanco, alto, fornido y de rápido accionar. Es una lástima que lo hayamos perdido en la flor de su juventud (apenas 34 años de edad).
ResponderBorrarUn abrazo,
Fernan Ferreira.
Estimado Comandante Evelio: Aunque pareces estar "disgustado" conmigo, yo le reitero que hubo un mal entendido, que advertí a Isaías podía pasar y así fue lamentablemente, esto porque el término "patriotero" que usé al referirme en no abrogarse la "maeñidad" de próceres o héroes o mártires que no nacieron en Mao, lo hice con la mayor buena fe y motivado en parte por un artículo publicado no hace más que un año en MEEC, cuyo autor, un joven de Laguna Salada cuyo nombre no recuerdo pero está en el archivo del blog, reclamando a los historiadores maeños aclarar la procedencia real de Peña Gómez, alegando con razón, que La Loma del Flaco de Guayacanes, donde nació ese adalid o paladín de la democracia de América y el mundo, pertenece al municipio de Laguna Salada, no de Mao, y más aún a Guayubín en 1937, cuando él nació. Sin embargo los maeños sanamente nos hemos apropiado de él por haberse formado académicamente y vivido toda su infancia y juventud en nuestro pueblo; quizás yo soy uno de los que lo he hecho así, al incluirlo con su autorización anticipada, en la semblanza que le hice y leí, previa entrevista personal, en el acto que se hizo en Mao, en 1992, siendo yo director del Hospital Ing. Luis Bogaert, en el local -Club del Colegio Médico de nuestro pueblo. Además, "patriotero" no es como leguleyo, un insulto a los abogados, pues el diccionario de la Lengua Española define por patriotería el chauvinismo, no como un término que cuestione el patriotismo de nadie y menos de usted en el caso que nos asiste y que es sobreviviente de varias escenas en las que la patria ha sido conculcada. Espero crea en mi sana y sincera aclaración, pues no es mi costumbre faltar respeto como irreverente a gente que aunque crea yo que haya errado, querer lucírmela para dar a entender que soy el gran historiador o conocedor de todo sobre Mao; no, yo soy un maeño más, sin falsa humildad ni pose de erudito, cosa factible de creer por quienes no me conocen y usted me conoce mi querido comandante Evelio y aunque merme la amistad que nos une, que espero que no, yo le prometo respeto y consideración hasta el final de nuestros días, pues aquí estamos de paso. Lo mismo lo hago extensivo a ese otro maeño valioso, mi primo Jochy Reyes Gómez. Un abrazo y mis felicitaciones por su excelente artículo sobre ese maeño por adopción, y Héroe Nacional, el inmenso Juan Miguel Román... ¡LOOR A SUS CENIZAS VENERANDAS! Su amigo que no lo traiciona Héctor Brea Tió.
ResponderBorrarEstimado y querido Héctor Ricardo.
ResponderBorrarEn mi no se anida el rencor. Me siento honrado con tu amistad y mal podría yo salpicarla de malos entendidos .
Cierto que a (tu primo ) Jocchy y a mí, tu amigo, no nos gustó el término y seguimos "cabalgando" hasta recibir esta merecida nota aclaratoria, que viniendo de ti nos alegra y deja aclarado este pequeño impasse que no va a mermar nuestros profundos lazos de amistad .
Un fuerte abrazo, querido amigo y compueblano.
Evelio Martínez .
Que buena repuesta. La vida se pasa en un abrir y cerrar de ojos. La nobleza es un regalo divino.
BorrarQuerido Evelio: Juan Miguel iba siempre a mi casa a hacer ejercicios con Yoryi, pues eran muy buenos amigos, aunque luego Yoryi se fue a estudiar y ya no volvió. Siempre lo admiré y lo sigo haciendo por su valentía y patriotismo. Este artículo como muchos de los que escribes, debe ser archivado en el blog del Comité de Historia. Muy bueno. No podemos permitir que nuestra historia se desvanezca. Gracias por rescatarla.
ResponderBorrarLavinia.
Dr. Brea ;mi hermano de siempre;admiro tu muestra dada de aclararatoria donde con ella sale a relucir la sencillez que debe estar envuelto el Profesional capaz como tú quien no agarrado de un vano orgullo sale en busca de la armonía casi perdida por falta de un diálogo..
ResponderBorrarSirvan pues ,estos dos previos comentarios (6 y 7) a muchas aclaraciones estancadas por el "yoismo" dominante que no permiten pasar las razones.
Gracias Comandante Evelio por su respuesta,una muestra más de su caballerosidad.
Gracias Ricardo por tu profesionalidad ;eres necesario para nuestro pueblo y país.
Manito