domingo, 25 de marzo de 2012
RELACIONES HUMANAS
AUTOESTIMA EQUILIBRADA (1ro de 3)
Por Diómedes Rodríguez Martínez
Facilitador de RRHH en Infotep
Segunda Parte Tercera Parte Relacionado: Autoestima Antes de abordar este tópico, primero daremos algunos conceptos de lo que es la autoestima:
* Es la impresión que se tiene sobre uno mismo.
* Es la manera de percibirse y valorarse.
* Es el concepto que tenemos de nuestra propia valía.
Se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante toda la vida, los que se conjugan y forman un sentimiento positivo hacia uno mismo o, por el contrario, un incomodo sentimiento de no ser lo que se esperaba.
Ahora bien, se suele hablar de autoestima alta y autoestima baja. ¿Por qué no hablar de autoestima equilibrada en lugar de autoestima alta? Es importante destacar que lo que se suele describir como autoestima alta no es más que una tendencia narcisista de la personalidad.
El narcisismo se define como la actitud de excesivo amor por sí mismo, un seudo elevado auto concepto. “Es habitual que la persona narcisista sobrevalore su capacidad y exagere sus conocimientos y cualidades”.
El sentimiento de superioridad que suelen presentar se puede confundir con amor por sí mismo, pero en realidad el narcisismo es un trastorno de la personalidad que se inicia en la edad adulta, cuando la persona carece de empatía y sensibilidad por los demás. En otras palabras: amarse exageradamente, sin tomar en consideración el valor de los demás, no es muestra de autoestima sana.
La persona con autoestima equilibrada no compite con nadie, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace.
Las principales características de la autoestima equilibrada son:
Valores y principios firmes, que se defienden con carácter, pero que tienen la suficiente madurez para modificarlos si nuevas experiencias indican equivocación.
Confianza en el propio juicio, sin sentimientos de culpa cuando sus actos son mal valorados.
Confianza en sí mismo, capacidad en resolver los problemas, afrontando los tropiezos como retos para volver a levantarse.
Valorarse en la misma medida que otorga a los demás su valor por lo que son y por lo que hacen.
Dar por supuesto que se es una persona interesante y valiosa para aquellos con quienes se asocia.
Evitar que le manipulen, pero estar en la mejor disposición de cooperar en los momentos que considera conveniente.
Aceptar sus sentimientos, positivos y/o negativos, sin sentir culpa por ello; más bien intenta mejorar aquello que considera no es correcto.
Disfrutar del trabajo lo mismo que del descanso, los amigos y la vida en familia.
Mostrar respeto por los demás y por las normas sociales generalmente aceptadas.
Vivir, compartir e invitar a ser íntegro, honesto, responsable, con mucha comprensión y amor.
Sentirse importante. Tener confianza en la propia competencia y en que es su mejor recurso, al tiempo que aprecia debidamente su propio valer, respeta el valer de los demás; por ello solicita ayuda, irradia confianza y esperanza y se acepta totalmente como ser humano.
Reconocer sus propias limitaciones y debilidades.
Sentir orgullo sano por sus habilidades y capacidades. Tener confianza en la naturaleza interna para tomar decisiones.
Considerar los momentos difíciles como un reto a superar para fortalecerse, ya que concibe los momentos críticos como una oportunidad para conocerse más y promover cambios.
Por Diómedes Rodríguez Martínez
Facilitador de RRHH en Infotep
Segunda Parte Tercera Parte Relacionado: Autoestima Antes de abordar este tópico, primero daremos algunos conceptos de lo que es la autoestima:
* Es la impresión que se tiene sobre uno mismo.
* Es la manera de percibirse y valorarse.
* Es el concepto que tenemos de nuestra propia valía.
Se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante toda la vida, los que se conjugan y forman un sentimiento positivo hacia uno mismo o, por el contrario, un incomodo sentimiento de no ser lo que se esperaba.
Ahora bien, se suele hablar de autoestima alta y autoestima baja. ¿Por qué no hablar de autoestima equilibrada en lugar de autoestima alta? Es importante destacar que lo que se suele describir como autoestima alta no es más que una tendencia narcisista de la personalidad.
El narcisismo se define como la actitud de excesivo amor por sí mismo, un seudo elevado auto concepto. “Es habitual que la persona narcisista sobrevalore su capacidad y exagere sus conocimientos y cualidades”.
El sentimiento de superioridad que suelen presentar se puede confundir con amor por sí mismo, pero en realidad el narcisismo es un trastorno de la personalidad que se inicia en la edad adulta, cuando la persona carece de empatía y sensibilidad por los demás. En otras palabras: amarse exageradamente, sin tomar en consideración el valor de los demás, no es muestra de autoestima sana.
La persona con autoestima equilibrada no compite con nadie, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace.
Las principales características de la autoestima equilibrada son:
Valores y principios firmes, que se defienden con carácter, pero que tienen la suficiente madurez para modificarlos si nuevas experiencias indican equivocación.
Confianza en el propio juicio, sin sentimientos de culpa cuando sus actos son mal valorados.
Confianza en sí mismo, capacidad en resolver los problemas, afrontando los tropiezos como retos para volver a levantarse.
Valorarse en la misma medida que otorga a los demás su valor por lo que son y por lo que hacen.
Dar por supuesto que se es una persona interesante y valiosa para aquellos con quienes se asocia.
Evitar que le manipulen, pero estar en la mejor disposición de cooperar en los momentos que considera conveniente.
Aceptar sus sentimientos, positivos y/o negativos, sin sentir culpa por ello; más bien intenta mejorar aquello que considera no es correcto.
Disfrutar del trabajo lo mismo que del descanso, los amigos y la vida en familia.
Mostrar respeto por los demás y por las normas sociales generalmente aceptadas.
Vivir, compartir e invitar a ser íntegro, honesto, responsable, con mucha comprensión y amor.
Sentirse importante. Tener confianza en la propia competencia y en que es su mejor recurso, al tiempo que aprecia debidamente su propio valer, respeta el valer de los demás; por ello solicita ayuda, irradia confianza y esperanza y se acepta totalmente como ser humano.
Reconocer sus propias limitaciones y debilidades.
Sentir orgullo sano por sus habilidades y capacidades. Tener confianza en la naturaleza interna para tomar decisiones.
Considerar los momentos difíciles como un reto a superar para fortalecerse, ya que concibe los momentos críticos como una oportunidad para conocerse más y promover cambios.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Mi estimado Valito. Todas sus publicaciones las he ido copiando y cotejándolas en un folder para tenerlas de recuerdo y mas que eso, es mi folleto de consulta personal.Gracias Valito una vez mas, por compartir con nosotros tantas sabidurías, que en como un medicamento que sanan la conciencia y el espíritu y refuerzan nuestro saber.
ResponderBorrarEl afecto es sincero, Ley S.