martes, 20 de marzo de 2012
DE INTERÉS
PROSOPAGNOSIA: CUANDO TODO EL MUNDO ES UN EXTRAÑO
Lesley Stahl reportó sobre esta curiosa y poco difundida condición en 60 Minutes, la revista semanal de la cadena de televisión CBS, el domingo 18 de marzo de 2012. Hemos traducido aquí un extracto del guión del programa cuyo texto completo y video pueden ser vistos en el sitio Web de CBS. El título original es Face Blindness: When everyone is a stranger.
Imagínese ir a la escuela a recoger a su hijo y no tener la certeza de cuál niño es el suyo. Imagínese cepillarse los dientes todas las mañanas y no reconocer en su totalidad la cara en el espejo. Todo esto es inimaginable para la mayoría de nosotros, pero un hecho básico de la vida para las personas con la misteriosa condición neurológica llamada "Ceguera para los rostros, ceguera para las caras, ceguera facial" – o Prosopagnosia - la que puede causar que sea casi imposible reconocer rostros, incluidos los de los seres más cercanos y queridos. El Dr. Oliver Sacks sabe algo acerca de esa condición, y no sólo porque es neurólogo, sino también porque el propio Dr. Sacks padece de Prosopagnosia. (El Dr. Sacks escribió el libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero".)
La mayoría de nosotros damos por sentado poder reconocer al instante a las personas que conocemos con solo mirarles a la cara. Es tan automático, que hasta suena tonto decirlo. Los amigos pueden ponerse un sombrero, cortarse el pelo, y todavía los conocemos por su cara.
Podemos hacer esto con miles y miles de rostros sin siquiera pararnos a reflexionar un momento.
Pero imaginemos por un segundo lo que sería nuestra vida si no pudiéramos hacerlo, si su esposa o esposo luciera como un extraño/a, si no pudiera distinguir a sus hijos, si no pudiera reconocerse usted mismo en un espejo. Bueno, esa es la vida de las personas que sufren de una enfermedad misteriosa llamada ceguera para las caras, o Prosopagnosia, la que puede causar que sea casi imposible reconocer o identificar caras.
Si usted nunca ha oído hablar de la ceguera para las caras, no está solo - es probable que su médico tampoco lo haya oído. Ha sido desconocido para la mayoría del mundo de la medicina hasta hace muy poco. Oír acerca de ello puede parecer un poco como entrar en la zona de penumbra. Pero para las personas que son ciegos para las caras, la condición es muy real.
Jacob Hodes es uno de ellos. Él tiene 31 años de edad, tiene un título universitario, ha tenido buenos trabajos, y parece perfectamente normal – pero no le pida que identifique rostros.
Es evidente que Jacob puede ver mi cara, pero él dice que si por casualidad dentro de pocos días nos encontramos por ahí, él no me distinguiría de otra mujer con el pelo rubio corto.
Dice Brad Duchaine: Conocen a alguien, pasan un buen rato con él o ella, tienen una buena relación. Luego, una semana más tarde, le pasan por el lado sin saber quién es.
Brad Duchaine, quien ha estado estudiando la ceguera para los rostros durante casi 15 años, es profesor en el Dartmouth College. Él dice que lo más difícil de entender es cómo una persona puede ver una cara familiar, y no reconocerla. Él creó una demostración para que yo saboreara un poco de qué se trata. Puso varios rostros al revés. Ni mi propia hija pude reconocerla.
En gran parte desconocida, Prosopagnosia solo recibió su nombre en la década de 1940, cuando un par de soldados regresaron de la Segunda Guerra Mundial con lesiones en la cabeza y no podían reconocer a sus esposas o padres. Y transcurrieron otros 50 años para que la ciencia pudiera descubrir que la gente puede nacer con ceguera para los rostros, como Jacob Hodes y Livingston Jo, una maestra jubilada; Ben Dubrovsky, un diseñador de productos de software, y Meg Novotny, una médico.
Lesley Stahl: Si yo fuera su paciente, - pasamos mucho tiempo platicando sobre un problema. Pero vuelvo la próxima vez…
Meg Novotny: Oh, no, no, no. Caminas a la ventana en la parte delantera y empiezas la rutina de registrarte y yo salgo de la oficina y no sé quién eres.
Ella se basa en las historias clínicas de los pacientes, nos dijo, para reconocerlos.
Cada quien utiliza su estrategia para identificar a las personas: el pelo, la forma del cuerpo, la forma en que camina, su voz, incluso el estilo de vestir. Pero Jacob nos dijo que todo puede venirse abajo cuando alguien cambia su pelo, como hizo una colega llamada Sylvia, a quien él no pudo encontrar un día hasta que ella se peinó con su cola de caballo, como normalmente hacía.
Jacob Hodes: A ella le gusta peinar su pelo en forma de cola de caballo. Y seguida lo puso así, volvió a ser Sylvia. Entonces ella se volvió a soltar el pelo…
Para él fue como si su rostro se hubiera transformado en otra persona delante de sus ojos.
Jacob Hodes: Así que entonces me enfrentaba a esta situación bastante rara. Porque yo sabía que esa persona era Sylvia, pero no sentía que fuera ella.
Las caras significan tanto para nosotros: la identidad, la belleza, el carácter, un lugar para colgar todos nuestros recuerdos de una persona. Las caras han cautivado a artistas por siempre, así que puede que le sorprenda saber que el hombre que pintó estos rostros, el retratista de renombre Chuck Close también es ciego para los rostros, y de forma severa.
Y sin embargo, ha pasado su carrera - incluso después que el colapso de una arteria espinal lo dejara casi totalmente paralizado - pintando, bien...
Lesley Stahl: Caras. Chuck Close tiene ceguera para los rostros y pinta caras.
Chuck Close: La razón por la que creo que fui conducido a ello fue para tomar imágenes de las personas que me importan y aprenderlas de memoria de la mejor manera posible, que es frenar el proceso en su conjunto, dividirlo en muchas porciones de piezas memorables.
Qué es exactamente como él crea estas obras. Él no puede dar sentido a un rostro completo, por lo que trabaja a partir de una fotografía con una cuadrícula sobre ella, y traduce lo que ve - cuadro por cuadro - a su lienzo.
Nos extrañó que una condición tan extrema que puede causar que una persona no reconozca a sus propios hijos haya estado casi completamente desconocida hasta hace muy poco. Consultamos con el Dr. Oliver Sacks, el famoso cronista de enfermedades neurológicas fascinantes y extrañas, quien escribió sobre la ceguera de rostros en su último libro, "El ojo de la mente".
Lesley Stahl: ¿Cómo explica usted que el mundo de la medicina no identificara este problema?
Oliver Sacks: No es una queja común de la gente. La gente no toca el tema. Muchas personas que son daltónicos, no saben que lo son hasta que toman un examen médico para ingresar al ejército. De alguna manera uno piensa que los demás son de la misma forma que uno es.
Ben Dubrovsky: Nunca, nunca, nunca en mi vida se me ocurrió que la gente mirara una cara y se la grabara.
Jo Livingston: Yo creía que no tenía destreza para recordar a la gente, pero no tenía la menor idea de por qué. Yo sólo creía que era estúpida.
Jo sólo se enteró que existía tal cosa como la ceguera para rostros cuando se tropezó con este artículo (Sorry, I know your name, I just can’t put a face to it (*), de Mary Ann Sieghart en el que la famosa articulista británica narraba sus peripecias con la terrible condición), y vino a ser examinada al laboratorio de Duchaine. Pocas horas después de su segunda visita, en una extraña coincidencia, ella y Duchaine terminaron asistiendo al mismo evento.
Brad Duchaine: Me mantenía poniendo mi cara en una posición donde ella pudiera verlo.
Jo Livingston: Me di cuenta que uno del grupo me miraba fijamente de una manera que las personas normalmente no hacen.
Brad Duchaine: Y así, finalmente, en un momento dado le pregunté: "¿Sabe usted quién soy yo?"
Jo Livingston: "Ah".
Brad Duchaine: Y entonces lo conectó todo.
Con eso, Duchaine había visto la ceguera para rostros en acción; Jo había visto los desencuentros de su vida.
Jo Livingston: Si hubiera sido otra persona, esta habría estado probablemente furiosa, no me hubiera hablado y probablemente nunca más me hablaría de nuevo. Pero yo nunca hubiera sabido por qué ni que esa persona había estado allí.
Lesley Stahl: Si.
Jo Livingston: De pronto me di cuenta, "¿Cuántas veces habré yo hecho esto?"
Lesley Stahl: Así es. ¿Cuántos amigos habrá usted ofendido? ¿Cuántas personas estarán enojadas con usted y usted sin saber por qué?
Jo Livingston: Y nunca lo sabremos.
Oliver Sacks: La gente puede pensar que los estamos desairando o somos estúpidos, o locos, o tenemos falta de atención. Por eso es tan importante reconocer lo que uno padece. Y admitirlo.
Que es exactamente lo que Sacks acaba de hacer - ha escrito un libro sobre el hecho de que él también padece de ceguera para los rostros.
Oliver Sacks: A veces he tenido la experiencia de pedir perdón a alguien, y darme cuenta de que era un espejo.
Oliver Sacks: Yo podía apreciar que hablaba con un hombre grande y torpe, que tenía barba. Ahora, he encontrado una manera de lidiar con esto. Yo tengo una característica especial. Tengo las orejas bastante grandes. Si el hombre grande y torpe, con barba, tiene las orejas grandes, es probable que sea yo.
Lesley Stahl: Yo no debería estar sonriendo, pero es divertido.
Oliver Sacks: Bueno, lo es. Quiero decir, estas cosas son a la vez cómicas y serias.
Y, sorprendentemente común. Estudios recientes muestran que 1 de cada 50 personas puede padecer Prosopagnosia. Y la búsqueda se centra en pistas dentro de sus cerebros. Le mostraremos lo que la investigación ha encontrado, además, ¿podría creerlo?, súper-reconocedores...
Nadie sabe qué causa la ceguera para rostros. Se descubrió hace tan poco, que los científicos están recién comenzando a desentrañar sus secretos. Y algunas de las pistas vienen de personas que alguna vez podían reconocer las caras, pero perdieron esta habilidad después de sufrir daños en cierta parte del cerebro. Y en un giro interesante, las personas también están ofreciendo aportación a la forma en que el resto de nosotros reconoce las caras. Imagínese despertar después de un trauma y no ser capaz de reconocer a las personas más cercanas a usted - que es lo que sucedió a Colleen Castaldo.
Lesley Stahl: Hasta el otoño de 2009, ¿había usted tenido algún problema para reconocer caras?
Colleen Castaldo: No, en absoluto.
Lesley Stahl: ¿Al igual que todos los demás?
Colleen Castaldo: Como todo el mundo, sí.
Todo cambió tarde una noche cuando Colleen tuvo una convulsión y fue trasladada de urgencia al hospital. Sus médicos descubrieron un tumor cerebral e hicieron una cirugía para extraerlo, pero a medida que se recuperaba, empezó a darse cuenta de que algo no estaba bien.
Colleen Castaldo: El personal de enfermería. Pensé que conocía a cada uno de ellos por primera vez. Y entonces, yo, ya sabes, los escuchaba y pensaba, no sé, que estaban actuando como si ya me conocieran.
Ella pensó que era la medicación, hasta que su amiga cercana Doreen vino a visitarla vestida de blanco, y Colleen pensó que ella era parte del personal médico.
Colleen Castaldo: La miré, le sonreí y me volví a mi esposo y comencé a hablar con él, y él se levantó y dijo, "Doreen". Y miré y pensé: "¿Doreen?" Y entonces, me di cuenta. Supe en ese mismo momento, este es el problema que he estado teniendo, que yo -
Brad Duchaine me mostró una imagen de resonancia magnética del cerebro de Colleen.
Lesley Stahl: ¿Es ese un agujero en su cerebro?
Brad Duchaine: Correcto. Está en el lóbulo temporal derecho.
Y la ubicación de ese agujero donde había estado el tumor era una pista. Si la eliminación de esa zona causó la pérdida de reconocimiento de rostros, ¿podría ser ahí donde todos nuestros cerebros procesan las caras? Resulta que los neurocientíficos han estado tratando de averiguar cómo es que nuestro cerebro reconoce las caras desde hace décadas.
Nancy Kanwisher, neurocientífica del MIT...
Nancy Kanwisher: El reconocimiento facial es un problema muy difícil, porque todas las caras son básicamente iguales.
Nancy Kanwisher: Existen estas dos cosas redondas aquí (los ojos). Está esta cosa aquí (la nariz). Hay otra cosa aquí. Son todas iguales. Así que discriminar una cara de otra es una cosa muy difícil computacionalmente, porque son esas diferencias sutiles en la misma estructura básica que las distingue una de otra.
Y son precisamente esas diferencias sutiles lo que las personas ciegas para caras como Jo Livingston omiten.
Jo Livingston: Yo puedo describir todo lo que puedo poner en palabras. Color de los ojos, la forma global en general, si sus orejas sobresalen. Pero eso bajaría tal vez la población del mundo a unos cuantos millones.
Así que ella podría decir que esta persona tiene los ojos oscuros, pómulos altos, un rostro ovalado, lo que permite a Jo distinguir esta persona de esta persona, pero ¿esta cara y la otra? Imposible.
Jo Livingston: Yo puedo decir lo que puedo ver. Pero no puedo decirte las micro mediciones que son las que le dicen a una persona normal que es usted y no alguien de la misma especificación.
Pero ¿cómo es que el resto de nosotros puede percibir estas dos personas como individuos distintos a pesar de las similitudes? Una pista importante llega desde lo que no podemos distinguir: como vimos anteriormente, caras al revés. Al igual que estas dos que Duchaine me mostró, que son muy similares.
Brad Duchaine: Tal vez ni siquiera puede ver que haya diferencia (cuando están al revés).
Nancy Kanwisher: Si nos fijamos en la cara al revés, somos malísimos reconociéndolas. Si miramos una palabra o un objeto o una escena, podemos reconocerlas bien al revés.
Lesley Stahl: Entonces, ¿qué le dice eso?
Nancy Kanwisher: Me dice que hay algo muy especial en el reconocimiento de rostros. Funciona de una manera muy diferente al reconocimiento de todo lo demás.
Y eso llevó a Kanwisher a preguntarse si podría haber una parte del cerebro responsable solo de ver caras. Ella comenzó a poner a gente con reconocimiento facial normal en escáneres de resonancia magnética y a observar lo que ocurría en sus cerebros mientras veían diferentes imágenes.
Lesley Stahl: ¿Esto es lo que ella está viendo?
Nancy Kanwisher: Así es. Esto es lo que ella está viendo.
Lesley Stahl: Está viendo caras.
Nancy Kanwisher: Correcto. Y ahora ella está viendo objetos, ya que queremos saber no sólo qué partes del cerebro están activas cuando se ven las caras, sino cuáles partes están más activas cuando ves las caras o cuando ves los objetos.
Kanwisher descubrió que había un lugar en el cerebro que se vuelve muy activo cuando nos fijamos en las caras.
Nancy Kanwisher: En todos los sujetos, boom, había una respuesta buena y grande allí. Fue muy emocionante
Y fue justo en la misma zona donde el tumor de Colleen había estado. Se llama el área facial fusiforme. Así que ¿podría ser lo que falta en las personas con ceguera para rostros de toda la vida, como Jacob Hodes? Kanwisher puso a este en el escáner para averiguarlo.
Nancy Kanwisher: Yo realmente no esperaba ver un área facial fusiforme (en el cerebro de Jacobs Hodes).
Lesley Stahl: Así que pensaba que no habría nada allí. Al igual que si una bala haya pasado por allí; él había nacido sin él.
Lesley Stahl: Entonces, ¿qué le dice eso a usted?
Nancy Kanwisher: Nos dice que el problema no es que esta cosa no exista. Ahí está. Pero, mira, eso es lo divertido de la ciencia. Es divertido que te digan que estás completa y totalmente equivocada, porque ahora tienes que volver atrás y, ya sabes, a pensar de nuevo.
Y otra cosa en que ella y otros investigadores están pensando es un fenómeno tan desconcertante como la ceguera de cara - el polo opuesto – los súper-reconocedores como Jennifer Jarett, que dicen recordar casi todos los rostros que han visto.
Lesley Stahl: ¿Camareros?
Jennifer Jarett: Sí
Lesley Stahl: ¿Vendedores?
Jennifer Jarett: Si. Sí.
Jennifer Jarett: Sí, absolutamente. Sí. Puedo ir caminando por la calle y veo a alguien, y pienso, "Oh, al por menor". Y luego recordaré, "Oh, ok. Esa persona trabaja en… sea cual sea la tienda y ahí es donde yo... O solía trabajar en esa tienda hace 10 años". Y entonces recuerdo.
Lesley Stahl: ¿Hace 10 años?
Jennifer Jarett: Yo no sé ni cómo deshacerme de las personas.
Sólo un puñado de súper-reconocedores han sido descubiertos hasta ahora, y Duchaine y sus colegas tuvieron que desarrollar una nueva forma para ponerlos a prueba.
Los súper-reconocedores también pueden recordar rostros a medida que cambian a través del tiempo.
Jennifer Jarett: Cuando las personas envejecen, supongo que el proceso de envejecimiento de alguna manera en mi cerebro parece ser muy superficial. Y, sabes, si alguien se cortara el pelo todavía puedes reconocerlo. Sigue siendo la misma cara para mí. Es sólo la versión adulta.
¿Por qué son 60 años como un corte de pelo para ella, mientras que las personas que enfrentan ceguera para rostros no pueden reconocer a alguien que acabaron de ver? Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard ha comenzado a escanear los cerebros de los súper-reconocedores también, para ver si pueden encontrar alguna pista. La ciencia de reconocimiento facial está en su infancia. Pero los nuevos descubrimientos no pueden llegar lo suficientemente rápido para una última persona que nos gustaría conocieran - Tim McDonough de Boston, de 13 años de edad, quien sufre de ceguera severa de rostros.
Tim está trabajando con el equipo de Harvard para ver si pueden ayudarle a aprender a reconocer la cara de su madre. Es parte de un programa piloto para ver si la ceguera facial podría algún día ser tratable. Hasta el momento, no lo es.
Resulta que hacer amistades puede ser difícil en ambos extremos del espectro de reconocimiento de rostros. Los súper-reconocedores podrían parecer acosadores.
Jennifer Jarett: Yo veo a alguien, sabe, semanas o meses más tarde en una fiesta y alguien dice: "Oh, ¿ustedes se conocen?" Y yo digo, "Sí". Y la otra persona dice: "No". Y entonces yo digo: "No, ¿no te acuerdas de la primera semana de clases? Tú fuiste caminando a la clase de Inglés con alguien..." Y la persona me miraría de forma muy extraña y en cierto modo incómoda, creo yo; muy incómoda.
Jennifer dice que ella ha aprendido a tomar sus señales de los demás, irónicamente, al igual que las personas ciegas para rostros suelen hacer...
Jacob Hodes: Yo juego este juego de contacto visual, donde espero. Yo no voy a mirarte realmente, sino que espero a ver si tú me miras. Y luego: "¡Oh, tú me miras! Oh, mira -. Oh, hola".
Oliver Sacks: Estoy más que un poco ansioso. Y yo tiendo a mantener mi boca cerrada antes de cometer un error horrible. Por supuesto, otra táctica o estrategia, es sonreír a todo el mundo.
Eso es lo que Chuck Close nos dijo que él hace también.
Chuck Close: Tienes que ser realmente encantador. Si usted va a insultar a alguien, al no recordarlo, sólo tiene que ser extremadamente encantador para que las personas no lo usen en su contra.
Ben Dubrovsky: Yo entiendo a alguien como una abstracción. Yo monto un conjunto de información que para mí significa madre o significa Lesley.
Lesley Stahl: Pero eso no es visualización de un rostro.
Ben Dubrovsky: Y la pregunta, lo que me pregunto que viene, usted sabe, es ¿cómo afecta esto incluso algo como el amor?
Lesley Stahl: ¿Cómo lo afecta?
Ben Dubrovsky: Cuando las gentes hablan acerca del amor, ellos dicen, "Yo llevo la persona conmigo. Yo llevo su imagen conmigo". Yo no llevo su imagen. ¿Eso significa que lo siento de manera diferente? ¿Y cómo iba yo a saberlo? No sé.
Jacob Hodes: Hay una larga cola de cosas que pasan que te estás perdiendo. Las conexiones que no estamos haciendo.
(*) Mary Ann Sieghart: Sorry, I know your name, I just can’t put a face to it – Lo siento, yo sé su nombre, solo que no puedo ponerle una cara.
Video completo de la historia: CBS News
El texto completo del guión puede encontrarlo en: Face Blindness
Traducido por Isaías Ferreira de Metransol Services (metransol@yahoo.com)
Más sobre el tema en Wikipedia: Prosopagnosia
Lesley Stahl reportó sobre esta curiosa y poco difundida condición en 60 Minutes, la revista semanal de la cadena de televisión CBS, el domingo 18 de marzo de 2012. Hemos traducido aquí un extracto del guión del programa cuyo texto completo y video pueden ser vistos en el sitio Web de CBS. El título original es Face Blindness: When everyone is a stranger.
Imagínese ir a la escuela a recoger a su hijo y no tener la certeza de cuál niño es el suyo. Imagínese cepillarse los dientes todas las mañanas y no reconocer en su totalidad la cara en el espejo. Todo esto es inimaginable para la mayoría de nosotros, pero un hecho básico de la vida para las personas con la misteriosa condición neurológica llamada "Ceguera para los rostros, ceguera para las caras, ceguera facial" – o Prosopagnosia - la que puede causar que sea casi imposible reconocer rostros, incluidos los de los seres más cercanos y queridos. El Dr. Oliver Sacks sabe algo acerca de esa condición, y no sólo porque es neurólogo, sino también porque el propio Dr. Sacks padece de Prosopagnosia. (El Dr. Sacks escribió el libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero".)
La mayoría de nosotros damos por sentado poder reconocer al instante a las personas que conocemos con solo mirarles a la cara. Es tan automático, que hasta suena tonto decirlo. Los amigos pueden ponerse un sombrero, cortarse el pelo, y todavía los conocemos por su cara.
Podemos hacer esto con miles y miles de rostros sin siquiera pararnos a reflexionar un momento.
Pero imaginemos por un segundo lo que sería nuestra vida si no pudiéramos hacerlo, si su esposa o esposo luciera como un extraño/a, si no pudiera distinguir a sus hijos, si no pudiera reconocerse usted mismo en un espejo. Bueno, esa es la vida de las personas que sufren de una enfermedad misteriosa llamada ceguera para las caras, o Prosopagnosia, la que puede causar que sea casi imposible reconocer o identificar caras.
Si usted nunca ha oído hablar de la ceguera para las caras, no está solo - es probable que su médico tampoco lo haya oído. Ha sido desconocido para la mayoría del mundo de la medicina hasta hace muy poco. Oír acerca de ello puede parecer un poco como entrar en la zona de penumbra. Pero para las personas que son ciegos para las caras, la condición es muy real.
Jacob Hodes es uno de ellos. Él tiene 31 años de edad, tiene un título universitario, ha tenido buenos trabajos, y parece perfectamente normal – pero no le pida que identifique rostros.
Es evidente que Jacob puede ver mi cara, pero él dice que si por casualidad dentro de pocos días nos encontramos por ahí, él no me distinguiría de otra mujer con el pelo rubio corto.
Dice Brad Duchaine: Conocen a alguien, pasan un buen rato con él o ella, tienen una buena relación. Luego, una semana más tarde, le pasan por el lado sin saber quién es.
Brad Duchaine, quien ha estado estudiando la ceguera para los rostros durante casi 15 años, es profesor en el Dartmouth College. Él dice que lo más difícil de entender es cómo una persona puede ver una cara familiar, y no reconocerla. Él creó una demostración para que yo saboreara un poco de qué se trata. Puso varios rostros al revés. Ni mi propia hija pude reconocerla.
En gran parte desconocida, Prosopagnosia solo recibió su nombre en la década de 1940, cuando un par de soldados regresaron de la Segunda Guerra Mundial con lesiones en la cabeza y no podían reconocer a sus esposas o padres. Y transcurrieron otros 50 años para que la ciencia pudiera descubrir que la gente puede nacer con ceguera para los rostros, como Jacob Hodes y Livingston Jo, una maestra jubilada; Ben Dubrovsky, un diseñador de productos de software, y Meg Novotny, una médico.
Lesley Stahl: Si yo fuera su paciente, - pasamos mucho tiempo platicando sobre un problema. Pero vuelvo la próxima vez…
Meg Novotny: Oh, no, no, no. Caminas a la ventana en la parte delantera y empiezas la rutina de registrarte y yo salgo de la oficina y no sé quién eres.
Ella se basa en las historias clínicas de los pacientes, nos dijo, para reconocerlos.
Cada quien utiliza su estrategia para identificar a las personas: el pelo, la forma del cuerpo, la forma en que camina, su voz, incluso el estilo de vestir. Pero Jacob nos dijo que todo puede venirse abajo cuando alguien cambia su pelo, como hizo una colega llamada Sylvia, a quien él no pudo encontrar un día hasta que ella se peinó con su cola de caballo, como normalmente hacía.
Jacob Hodes: A ella le gusta peinar su pelo en forma de cola de caballo. Y seguida lo puso así, volvió a ser Sylvia. Entonces ella se volvió a soltar el pelo…
Para él fue como si su rostro se hubiera transformado en otra persona delante de sus ojos.
Jacob Hodes: Así que entonces me enfrentaba a esta situación bastante rara. Porque yo sabía que esa persona era Sylvia, pero no sentía que fuera ella.
Las caras significan tanto para nosotros: la identidad, la belleza, el carácter, un lugar para colgar todos nuestros recuerdos de una persona. Las caras han cautivado a artistas por siempre, así que puede que le sorprenda saber que el hombre que pintó estos rostros, el retratista de renombre Chuck Close también es ciego para los rostros, y de forma severa.
Y sin embargo, ha pasado su carrera - incluso después que el colapso de una arteria espinal lo dejara casi totalmente paralizado - pintando, bien...
Lesley Stahl: Caras. Chuck Close tiene ceguera para los rostros y pinta caras.
Chuck Close: La razón por la que creo que fui conducido a ello fue para tomar imágenes de las personas que me importan y aprenderlas de memoria de la mejor manera posible, que es frenar el proceso en su conjunto, dividirlo en muchas porciones de piezas memorables.
Qué es exactamente como él crea estas obras. Él no puede dar sentido a un rostro completo, por lo que trabaja a partir de una fotografía con una cuadrícula sobre ella, y traduce lo que ve - cuadro por cuadro - a su lienzo.
Nos extrañó que una condición tan extrema que puede causar que una persona no reconozca a sus propios hijos haya estado casi completamente desconocida hasta hace muy poco. Consultamos con el Dr. Oliver Sacks, el famoso cronista de enfermedades neurológicas fascinantes y extrañas, quien escribió sobre la ceguera de rostros en su último libro, "El ojo de la mente".
Lesley Stahl: ¿Cómo explica usted que el mundo de la medicina no identificara este problema?
Oliver Sacks: No es una queja común de la gente. La gente no toca el tema. Muchas personas que son daltónicos, no saben que lo son hasta que toman un examen médico para ingresar al ejército. De alguna manera uno piensa que los demás son de la misma forma que uno es.
Ben Dubrovsky: Nunca, nunca, nunca en mi vida se me ocurrió que la gente mirara una cara y se la grabara.
Jo Livingston: Yo creía que no tenía destreza para recordar a la gente, pero no tenía la menor idea de por qué. Yo sólo creía que era estúpida.
Jo sólo se enteró que existía tal cosa como la ceguera para rostros cuando se tropezó con este artículo (Sorry, I know your name, I just can’t put a face to it (*), de Mary Ann Sieghart en el que la famosa articulista británica narraba sus peripecias con la terrible condición), y vino a ser examinada al laboratorio de Duchaine. Pocas horas después de su segunda visita, en una extraña coincidencia, ella y Duchaine terminaron asistiendo al mismo evento.
Brad Duchaine: Me mantenía poniendo mi cara en una posición donde ella pudiera verlo.
Jo Livingston: Me di cuenta que uno del grupo me miraba fijamente de una manera que las personas normalmente no hacen.
Brad Duchaine: Y así, finalmente, en un momento dado le pregunté: "¿Sabe usted quién soy yo?"
Jo Livingston: "Ah".
Brad Duchaine: Y entonces lo conectó todo.
Con eso, Duchaine había visto la ceguera para rostros en acción; Jo había visto los desencuentros de su vida.
Jo Livingston: Si hubiera sido otra persona, esta habría estado probablemente furiosa, no me hubiera hablado y probablemente nunca más me hablaría de nuevo. Pero yo nunca hubiera sabido por qué ni que esa persona había estado allí.
Lesley Stahl: Si.
Jo Livingston: De pronto me di cuenta, "¿Cuántas veces habré yo hecho esto?"
Lesley Stahl: Así es. ¿Cuántos amigos habrá usted ofendido? ¿Cuántas personas estarán enojadas con usted y usted sin saber por qué?
Jo Livingston: Y nunca lo sabremos.
Oliver Sacks: La gente puede pensar que los estamos desairando o somos estúpidos, o locos, o tenemos falta de atención. Por eso es tan importante reconocer lo que uno padece. Y admitirlo.
Que es exactamente lo que Sacks acaba de hacer - ha escrito un libro sobre el hecho de que él también padece de ceguera para los rostros.
Oliver Sacks: A veces he tenido la experiencia de pedir perdón a alguien, y darme cuenta de que era un espejo.
Oliver Sacks: Yo podía apreciar que hablaba con un hombre grande y torpe, que tenía barba. Ahora, he encontrado una manera de lidiar con esto. Yo tengo una característica especial. Tengo las orejas bastante grandes. Si el hombre grande y torpe, con barba, tiene las orejas grandes, es probable que sea yo.
Lesley Stahl: Yo no debería estar sonriendo, pero es divertido.
Oliver Sacks: Bueno, lo es. Quiero decir, estas cosas son a la vez cómicas y serias.
Y, sorprendentemente común. Estudios recientes muestran que 1 de cada 50 personas puede padecer Prosopagnosia. Y la búsqueda se centra en pistas dentro de sus cerebros. Le mostraremos lo que la investigación ha encontrado, además, ¿podría creerlo?, súper-reconocedores...
Nadie sabe qué causa la ceguera para rostros. Se descubrió hace tan poco, que los científicos están recién comenzando a desentrañar sus secretos. Y algunas de las pistas vienen de personas que alguna vez podían reconocer las caras, pero perdieron esta habilidad después de sufrir daños en cierta parte del cerebro. Y en un giro interesante, las personas también están ofreciendo aportación a la forma en que el resto de nosotros reconoce las caras. Imagínese despertar después de un trauma y no ser capaz de reconocer a las personas más cercanas a usted - que es lo que sucedió a Colleen Castaldo.
Lesley Stahl: Hasta el otoño de 2009, ¿había usted tenido algún problema para reconocer caras?
Colleen Castaldo: No, en absoluto.
Lesley Stahl: ¿Al igual que todos los demás?
Colleen Castaldo: Como todo el mundo, sí.
Todo cambió tarde una noche cuando Colleen tuvo una convulsión y fue trasladada de urgencia al hospital. Sus médicos descubrieron un tumor cerebral e hicieron una cirugía para extraerlo, pero a medida que se recuperaba, empezó a darse cuenta de que algo no estaba bien.
Colleen Castaldo: El personal de enfermería. Pensé que conocía a cada uno de ellos por primera vez. Y entonces, yo, ya sabes, los escuchaba y pensaba, no sé, que estaban actuando como si ya me conocieran.
Ella pensó que era la medicación, hasta que su amiga cercana Doreen vino a visitarla vestida de blanco, y Colleen pensó que ella era parte del personal médico.
Colleen Castaldo: La miré, le sonreí y me volví a mi esposo y comencé a hablar con él, y él se levantó y dijo, "Doreen". Y miré y pensé: "¿Doreen?" Y entonces, me di cuenta. Supe en ese mismo momento, este es el problema que he estado teniendo, que yo -
Brad Duchaine me mostró una imagen de resonancia magnética del cerebro de Colleen.
Lesley Stahl: ¿Es ese un agujero en su cerebro?
Brad Duchaine: Correcto. Está en el lóbulo temporal derecho.
Y la ubicación de ese agujero donde había estado el tumor era una pista. Si la eliminación de esa zona causó la pérdida de reconocimiento de rostros, ¿podría ser ahí donde todos nuestros cerebros procesan las caras? Resulta que los neurocientíficos han estado tratando de averiguar cómo es que nuestro cerebro reconoce las caras desde hace décadas.
Nancy Kanwisher, neurocientífica del MIT...
Nancy Kanwisher: El reconocimiento facial es un problema muy difícil, porque todas las caras son básicamente iguales.
Nancy Kanwisher: Existen estas dos cosas redondas aquí (los ojos). Está esta cosa aquí (la nariz). Hay otra cosa aquí. Son todas iguales. Así que discriminar una cara de otra es una cosa muy difícil computacionalmente, porque son esas diferencias sutiles en la misma estructura básica que las distingue una de otra.
Y son precisamente esas diferencias sutiles lo que las personas ciegas para caras como Jo Livingston omiten.
Jo Livingston: Yo puedo describir todo lo que puedo poner en palabras. Color de los ojos, la forma global en general, si sus orejas sobresalen. Pero eso bajaría tal vez la población del mundo a unos cuantos millones.
Así que ella podría decir que esta persona tiene los ojos oscuros, pómulos altos, un rostro ovalado, lo que permite a Jo distinguir esta persona de esta persona, pero ¿esta cara y la otra? Imposible.
Jo Livingston: Yo puedo decir lo que puedo ver. Pero no puedo decirte las micro mediciones que son las que le dicen a una persona normal que es usted y no alguien de la misma especificación.
Pero ¿cómo es que el resto de nosotros puede percibir estas dos personas como individuos distintos a pesar de las similitudes? Una pista importante llega desde lo que no podemos distinguir: como vimos anteriormente, caras al revés. Al igual que estas dos que Duchaine me mostró, que son muy similares.
Brad Duchaine: Tal vez ni siquiera puede ver que haya diferencia (cuando están al revés).
Nancy Kanwisher: Si nos fijamos en la cara al revés, somos malísimos reconociéndolas. Si miramos una palabra o un objeto o una escena, podemos reconocerlas bien al revés.
Lesley Stahl: Entonces, ¿qué le dice eso?
Nancy Kanwisher: Me dice que hay algo muy especial en el reconocimiento de rostros. Funciona de una manera muy diferente al reconocimiento de todo lo demás.
Y eso llevó a Kanwisher a preguntarse si podría haber una parte del cerebro responsable solo de ver caras. Ella comenzó a poner a gente con reconocimiento facial normal en escáneres de resonancia magnética y a observar lo que ocurría en sus cerebros mientras veían diferentes imágenes.
Lesley Stahl: ¿Esto es lo que ella está viendo?
Nancy Kanwisher: Así es. Esto es lo que ella está viendo.
Lesley Stahl: Está viendo caras.
Nancy Kanwisher: Correcto. Y ahora ella está viendo objetos, ya que queremos saber no sólo qué partes del cerebro están activas cuando se ven las caras, sino cuáles partes están más activas cuando ves las caras o cuando ves los objetos.
Kanwisher descubrió que había un lugar en el cerebro que se vuelve muy activo cuando nos fijamos en las caras.
Nancy Kanwisher: En todos los sujetos, boom, había una respuesta buena y grande allí. Fue muy emocionante
Y fue justo en la misma zona donde el tumor de Colleen había estado. Se llama el área facial fusiforme. Así que ¿podría ser lo que falta en las personas con ceguera para rostros de toda la vida, como Jacob Hodes? Kanwisher puso a este en el escáner para averiguarlo.
Nancy Kanwisher: Yo realmente no esperaba ver un área facial fusiforme (en el cerebro de Jacobs Hodes).
Lesley Stahl: Así que pensaba que no habría nada allí. Al igual que si una bala haya pasado por allí; él había nacido sin él.
Lesley Stahl: Entonces, ¿qué le dice eso a usted?
Nancy Kanwisher: Nos dice que el problema no es que esta cosa no exista. Ahí está. Pero, mira, eso es lo divertido de la ciencia. Es divertido que te digan que estás completa y totalmente equivocada, porque ahora tienes que volver atrás y, ya sabes, a pensar de nuevo.
Y otra cosa en que ella y otros investigadores están pensando es un fenómeno tan desconcertante como la ceguera de cara - el polo opuesto – los súper-reconocedores como Jennifer Jarett, que dicen recordar casi todos los rostros que han visto.
Lesley Stahl: ¿Camareros?
Jennifer Jarett: Sí
Lesley Stahl: ¿Vendedores?
Jennifer Jarett: Si. Sí.
Jennifer Jarett: Sí, absolutamente. Sí. Puedo ir caminando por la calle y veo a alguien, y pienso, "Oh, al por menor". Y luego recordaré, "Oh, ok. Esa persona trabaja en… sea cual sea la tienda y ahí es donde yo... O solía trabajar en esa tienda hace 10 años". Y entonces recuerdo.
Lesley Stahl: ¿Hace 10 años?
Jennifer Jarett: Yo no sé ni cómo deshacerme de las personas.
Sólo un puñado de súper-reconocedores han sido descubiertos hasta ahora, y Duchaine y sus colegas tuvieron que desarrollar una nueva forma para ponerlos a prueba.
Los súper-reconocedores también pueden recordar rostros a medida que cambian a través del tiempo.
Jennifer Jarett: Cuando las personas envejecen, supongo que el proceso de envejecimiento de alguna manera en mi cerebro parece ser muy superficial. Y, sabes, si alguien se cortara el pelo todavía puedes reconocerlo. Sigue siendo la misma cara para mí. Es sólo la versión adulta.
¿Por qué son 60 años como un corte de pelo para ella, mientras que las personas que enfrentan ceguera para rostros no pueden reconocer a alguien que acabaron de ver? Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard ha comenzado a escanear los cerebros de los súper-reconocedores también, para ver si pueden encontrar alguna pista. La ciencia de reconocimiento facial está en su infancia. Pero los nuevos descubrimientos no pueden llegar lo suficientemente rápido para una última persona que nos gustaría conocieran - Tim McDonough de Boston, de 13 años de edad, quien sufre de ceguera severa de rostros.
Tim está trabajando con el equipo de Harvard para ver si pueden ayudarle a aprender a reconocer la cara de su madre. Es parte de un programa piloto para ver si la ceguera facial podría algún día ser tratable. Hasta el momento, no lo es.
Resulta que hacer amistades puede ser difícil en ambos extremos del espectro de reconocimiento de rostros. Los súper-reconocedores podrían parecer acosadores.
Jennifer Jarett: Yo veo a alguien, sabe, semanas o meses más tarde en una fiesta y alguien dice: "Oh, ¿ustedes se conocen?" Y yo digo, "Sí". Y la otra persona dice: "No". Y entonces yo digo: "No, ¿no te acuerdas de la primera semana de clases? Tú fuiste caminando a la clase de Inglés con alguien..." Y la persona me miraría de forma muy extraña y en cierto modo incómoda, creo yo; muy incómoda.
Jennifer dice que ella ha aprendido a tomar sus señales de los demás, irónicamente, al igual que las personas ciegas para rostros suelen hacer...
Jacob Hodes: Yo juego este juego de contacto visual, donde espero. Yo no voy a mirarte realmente, sino que espero a ver si tú me miras. Y luego: "¡Oh, tú me miras! Oh, mira -. Oh, hola".
Oliver Sacks: Estoy más que un poco ansioso. Y yo tiendo a mantener mi boca cerrada antes de cometer un error horrible. Por supuesto, otra táctica o estrategia, es sonreír a todo el mundo.
Eso es lo que Chuck Close nos dijo que él hace también.
Chuck Close: Tienes que ser realmente encantador. Si usted va a insultar a alguien, al no recordarlo, sólo tiene que ser extremadamente encantador para que las personas no lo usen en su contra.
Ben Dubrovsky: Yo entiendo a alguien como una abstracción. Yo monto un conjunto de información que para mí significa madre o significa Lesley.
Lesley Stahl: Pero eso no es visualización de un rostro.
Ben Dubrovsky: Y la pregunta, lo que me pregunto que viene, usted sabe, es ¿cómo afecta esto incluso algo como el amor?
Lesley Stahl: ¿Cómo lo afecta?
Ben Dubrovsky: Cuando las gentes hablan acerca del amor, ellos dicen, "Yo llevo la persona conmigo. Yo llevo su imagen conmigo". Yo no llevo su imagen. ¿Eso significa que lo siento de manera diferente? ¿Y cómo iba yo a saberlo? No sé.
Jacob Hodes: Hay una larga cola de cosas que pasan que te estás perdiendo. Las conexiones que no estamos haciendo.
(*) Mary Ann Sieghart: Sorry, I know your name, I just can’t put a face to it – Lo siento, yo sé su nombre, solo que no puedo ponerle una cara.
Video completo de la historia: CBS News
El texto completo del guión puede encontrarlo en: Face Blindness
Traducido por Isaías Ferreira de Metransol Services (metransol@yahoo.com)
Más sobre el tema en Wikipedia: Prosopagnosia
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Muy interesante. Gracias Isaias por dedicarse a buscar estas cosas únicas y traducirlas. Siga con sus esfuerzos. Habemos quienes leemos estas cosas.
ResponderBorrarJuan Contreras