viernes, 1 de agosto de 2014

DESTRUCCIÓN DE LA CASA DEL PADRE FRANCO

En estos momentos, la Casa del Padre Franco está siendo destruida ante la mirada atónita de todos los transeúntes que se preguntan "¿Cómo puede ocurrir esto? ¿Cómo la Iglesia destruye su propia historia y sus propios símbolos que recogen su glorioso pasado?"

Considero que lo apropiado es que ante esta situación, en la que se pidió la opinión del Comité de Historia por el simple protocolo para en nada tomar en cuenta su sugerencia escrita, es que se oriente a la opinión pública, a la ciudadanía en general, sobre la recomendación del CHM y sobre lo que es la posición diáfana y sin ambivalencia del organismo creado para defender y proteger el patrimonio histórico-cultural de la comunidad.

Manuel Rodríguez Bonilla

3 comentarios:

  1. Estuve en mi querido Mao el pasado 30 de julio, donde asistí al maravilloso concierto celebrado en nuestro parque Amado Franco Bidó con motivo de conmemorarse el 104 aniversario de la fundación de nuestra Banda Municipal. No sabía que ese nuevo crimen cometido por quienes quieren borrar nuestra historia, se había llevando a cabo . Fue mejor que no me haya percatado de tan desafortunada acción en desmedro de nuestro patrimonio histórico. Eso nos muestra a todos, la supremacía que hoy tiene la materia sobre el alma,sobre lo espiritual y sobre el sagrado recuerdo de nusetro ayer. Hoy todos bailamos una negra danza. Lo que importa es lo de hoy, el futuro ya no cuenta. !Que pena!, a quién seguimos e imitamos. Quién nos guía y conduce. No creo en palabras. Soy amigo de quien predica y hace lo que predica. ! Que todo se joda y que siga la fiesta!, es como muchos hoy piensan y quieren vivir. El padre franco fue un símbolo de nuestro ayer hstórico. Fue mi amigo y amigo de todos. Todos veneramos sus recuerdos.

    Dr. Antonio Mateo Reyes.
























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  2. Desesperanza es la palabra clave que llena el alma de los nacidos en la ubérrima tierra de los inmortales héroes de la Batalla de la Barranquita de Guayacanes . Con la destrucción de la casa del padre Franco se fueron muchos agradables recuerdos que todavía albergamos los que asiduamente allí nos dabamos cita para oir los sabios consejos y las anécdotas de ese viejo patriarca que un día llegó muy joven desde su pueblo natal, El Santo Cerro. !Ya no hay remedio, padre Franco!, sólo nos queda la imagen de lo que un día fue su cálida y apacible casa, la que fue un monumento espiritual y un símbolo de nuestra historia. No tenemos otra alternativa que no sea observar una foto de ese gran recuerdo, donde usted se mecía en su vieja mecedora. Muchos siempre pensamos que nuestra Santa Iglesia podía ceder esa reliquia para un museo, donde muy bien podía concentrarse parte de los objetos ligados a nuestra historia y que al día de hoy andan dispersos en distintos hogares de nuestro Mao querido.
    Dr. Antonio Mateo Reyes.

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  3. Sólo me pregunto: ¿Existe o ha existido en las mentes de los sucesores del Padre Franco, el propósito deliberado de borrar su recuerdo del pueblo maeño? ¿Cuál será el próximo paso? ¿Cambiarle el nombre a la calle que lleva su nombre? ¿O demoler el humilde mausoleo que construimos en su tumba? ¡Carajo, cuánta indolencia!

    Fernan Ferreira.

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