Doña, aunque físicamente no esté entre nosotros, está impercedera en nuestro recuerdo y nuestro amor hacia usted jamás morirá.
¡Feliz cumpleaños!
Bienvenido a nuestro pueblo,
a mi casa puedes llegar.
Tomaremos café en familia,
gran momento para celebrar.
El anhelo de todo maeño
es que el mundo disfrute de paz
Que florezca amor por doquiera,
cual un sueño de blanca verdad.
Bordemos con hilos de oro,
la bandera del bien proceder.
Quienes marchen con sanos principios,
bellas rosas verán florecer.
El arado rompe la tierra,
y el sudor la hace parir.
Nuestro escudo se ve muy triunfante
anunciando un mejor porvenir.
Nuestro pueblo está lleno de gloria
con orgullo podemos narrar.
Que la gesta de La Barranquita
es un templo de honor nacional.
He acostumbrado felicitar a las personas que cumplen años el mismo día que Yo, pero en esta ocasión hubo una persona a la cual no pude decirle felicidades, me refiero a nuestra querida e inolvidable Profesora Doña Camelia Disla, la cual la ultima vez que nos felicitamos, ella me expresó, cumplimos años el mismo día pero tu eres mas viejo que yo, y yo le contesté, ah sí, ahora recuerdo que yo fui profesor suyo en 8vo. curso y ella estalló en risa.
ResponderBorrarReciba mis felicitaciones en el lugar que se encuentre Maestra de Maestras.
Andrés
cobrosdelvi@gmail.com
Hay seres humanos que dejan grandes huellas positivas en otros seres humanos, que tienen el privilegio de Dios de venir a traer luz a su alrededor, son faros que alumbran el camino de todos los que tienen la suerte de que se crucen en tu vida; La Doña, Altagracia Camelia Disla Rodríguez, iluminó mi camino y aun extraño su hermosa compañía, cuando los fines de semana me llamaba y me decía: Doña soledad está por hacer presencia y yo le respondía, pues aquí también; voy para allá y juntas la combatiremos. Podía llegar a las nueve de la mañana y salía a las diez, once de la noche. Durante todas esas horas conversábamos fluidamente. Me preguntaban los vecinos, ¿y qué hablan tantas horas? Y puedo decir que nunca me cansé de escucharla y siempre aprendía cosas nuevas, en cada conversación! La extraño mucho, mi Doña cariñosa, mi sostén y mi faro! Me hace mucha falta mi Doña, ¡siempre viva en mi! Aun te lloro, y ¡nunca te olvidaré!
ResponderBorrarThamara