Sr. Lic. Danilo Medina Sánchez
Presidente Constitucional de la República Dominicana
PALACIO NACIONAL
Honorable señor Presidente:
Recientemente, tanto la Cámara de Diputados como el Senado de la República aprobaron que el actual Estadio Quisqueya lleve el nombre de “Estadio Quisqueya Juan Marichal”, enviando a su Despacho el proyecto de ley para su promulgación, y así convertirlo en disposición de aplicación obligada.
En mi condición de ciudadano y de persona entregada al fomento del deporte durante toda mi vida (creador de los Juegos Provinciales Barranquiteños en la provincia de Valverde, Presidente del Comité Pro Juegos Nacionales para la ciudad de Mao durante 10 años y Presidente del Comité Organizador de los Juegos Nacionales de Mao durante 10 años consecutivos por decisión del Consejo Nacional del Deporte, casi hasta el momento de su realización, entre otras funciones voluntarias de servicio al deporte), permítame sugerirle con todo el respeto rechazar el referido proyecto de ley, pues, tal y como le ha sido presentado, no constituye un digno reconocimiento a uno de los más grandes serpentineros que haya pasado por el beisbol de las Grandes Ligas, y el más grande jugador en la historia de la Liga de Beisbol de la República Dominicana.
El actual “Estadio Quisqueya” merece llamarse “Estadio Juan Marichal”, no “Estadio Quisqueya Juan Marichal”. Si queremos honrar al “Monstruo de Laguna Verde”, debemos hacerlo colocando su nombre a la más importante obra deportiva del beisbol, no compartiendo o adicionando su nombre a otro, porque ocurriría lo mismo que el “Aeropuerto Las Américas José Francisco Peña Gómez”, que nadie lo conoce como “José Francisco Peña Gómez”, sino “Las Américas”, como se le sigue llamando.
Otro antecedente que demuestra que si queremos reconocer los extraordinarios méritos de un gran deportista, lo recomendable no es caer en la ambivalencia porque a la larga se termina no reconociendo nada, es el proyecto de ley que quiso presentar un legislador en la pasada década consistente en colocar el nombre del grande Pedro Martínez a la avenida que penetra desde la autopista Duarte hacia Manoguayabo ¡Qué justo hubiera sido!
Pero, de inmediato comenzaron las ambiguas sugerencias (incluso desde algunos cronistas deportivos) de que debía ponerse “Avenida Hermanos Martínez”, para incluir a su hermano Ramón, hasta diluirse la idea; posteriormente, el entonces Ayuntamiento del Distrito Nacional tomó la idea, pero colocando a la avenida mediante Resolución el nombre de “Los Beisbolistas”.
Marichal, no sólo fue un inmenso en el beisbol de las Mayores, sino también en el beisbol dominicano donde es un referente obligado al ser líder de todos los tiempos en efectividad con 1.87, ganar 36 partidos, lanzar 557.1 entradas, ponchar 412 contrarios, lanzar 32 juegos completos y 8 blanqueadas. En las Grandes Ligas, con un estilo único y un carisma irradiado por su gigantesca determinación de vencer, logró acumular 243 victorias, efectividad de 2.89, lanzar 244 partidos completos, 52 blanqueadas, ganar en 6 ocasiones 20 ó más juegos, abanicar a 2,303 bateadores con apenas 709 transferencias otorgadas, lanzar un juego sin hit y ser seleccionado a 10 Juegos de Estrellas, números que sirvieron para inmortalizarlo en el sagrado nicho de Cooperstown, hace ya 31 años.
A un inmenso como este no se debe regatear la colocación de su nombre a la instalación desde donde él sembró en todos los dominicanos el amor al beisbol. El proyecto de ley llegado a su Despacho, señor Presidente, debe ser devuelto al Congreso con la enmienda de que el hoy Estadio Quisqueya sea denominado “Estadio Juan Marichal” con una gigantesca estatua de su legendaria figura en el frente del mismo.
Sin otro particular, le saluda con la mayor muestra de respeto, consideración y estima.
Lic. Manuel Rodríguez Bonilla
Profesor universitario
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador