Mi madre, Aleja Celestina Bonilla y Rodríguez, de acuerdo a su documento de Acta de Nacimiento, el pasado 17 de julio se adentró en las ocho décadas de cuando Manuel de Jesús Bonilla Reyes y María Antonia Rodríguez Báez la trajeron al mundo en el entonces reducido poblado de Mao. A lo largo de sus últimos 25 años ha decidido disfrutar su etapa de envejeciente expresando sus sentimientos en versos y en cuadros pictóricos. Para el conocimiento y disfrute de quienes gustan de de este género literario y para que sirva de estímulo a los jóvenes de hoy, sin consultarlo con ella, he decidido dar a conocer algunos de sus poemas a través de este ya importante medio digital, a cuyo productor agradezco por su entusiasta acogida. La columna “Aleja en Versos” permanecerá fija en el blog, dando a conocer cada semana poemas de la inspiración de esta sencilla, pero muy sensible mujer que a todos sus descendientes nos llena de orgullo e inspiración constante.
Manuel Rodríguez Bonilla
UN COMENTARIO
No somos poeta. No pretendemos serlo. Sólo hemos querido expresar algo para no sentirnos una más en la confusa selva en la que vivimos sumergidos. Hablar, por decirlo así, en el lenguaje cotidiano de cosas que son nuestra cotidianidad. Salir de las cuatro paredes y permitirnos respirar el mismo aire, pero con nuestro propio olfato; recordar nuestro origen y nuestro presente, ofreciendo estas pinceladas otoñales, tardías, pero que brillan y se revuelven muy dentro.
Quizás debimos elevar el lenguaje hasta los escarpados picos andinos, o cual oleaje marino en el Caribe soleado. Pero, ello sería desnaturalizar nuestra identidad.
Aleja Bonilla
Ayer fuiste la fuente que abrevaron mis besos
la inmensa mar de mis noches calladas,
el sol naciente de mis tardes serenas
y el manojo de estrellas de mis frías madrugadas.
La más preciada perla de mi joyel,
la más encantadora de todas mis sonrisas,
la gota del rocío, y la más dulce miel,
el alma de mis cosas, cascabel de mi risa.
Fuiste lo que adoré en mis sueños lejanos
en mis tardes de otoño coloreadas de sol
fuiste la fruta fresca de soleado verano
y quien llenó mi vida plenamente de amor.
Hoy eres solamente una sombra en mis recuerdos,
una silueta breve que se pierde en los años,
una furtiva hoja de un gran árbol de cedro,
una raya infinita que toqué con mis manos.
Y mañana serás cual leve brisa
que pasó dejando agradable perfume.
Yo seré la de siempre, la que esperó sin prisas,
La que te amó por siempre, la que ofrendó su vida
En el altar del alma, de tu alma infinita.
Aleja Bonilla
Septiembre 10, 1992
Hermoso!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarLavinia.
.Poeta, es todo aquel que vive en el reino de lo sublime. El que piensa y vive lo que siente. El que traduce en sentimientos lo real o lo fantástico de su yo interior.Ojalá sigan cayendo perlas del cielo, para seguir disfrutando de ese mágico mundo.
ResponderBorrarDr. Antonio Mateo Reyes.
Apreciado Manuelo,... magnífica tu decisión de traernos a MEEC, íntimas evocaciones poéticas de tu Querida Madre, para solazarnos con la soltura y el despliegue de sublimes sentimientos de su rico y recóndito aval de las inspiradoras musas.
ResponderBorrarAunque no había tenido la fortuna de conocer de sus fibras poéticas, la mera verdad que me han impresionado sus variados recursos, al conocer algunos de los pasajes emitidos cuando discurro literalmente por las numerosas estrofas presentadas.
Gracias por estas primicias que nos llenan de orgullo de una Auténtica Representante de nuestro Pueblo, por lo que propicio para congratularlos de buen corazón,... a tí,por esas sabias iniciativas,... a Ella, por su característica Bonhomía y Don de Gente.
Abrazos reiterados,... Cuqui Rodríguez Martínez.
Hermosa inspiración que bién le sirve a un alma enamorada.
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