Por Lavinia del Villar
Cuando una persona logra convencer a otras de participar en alguna actividad, y consigue aglutinar un público para que escuche, siga o aplauda sus ideas, decimos que tiene poder de convocatoria. Este poder, muchas veces es un don que algunos llaman carisma o ángel, y que agrega al que lo posee un liderazgo natural. Regularmente estos privilegiados defienden ideales, promueven buenas acciones y buscan justicia social.
Otras veces en cambio el poder de convocatoria es el resultado de una habilidad aprendida que usa la demagogia y el engaño para conseguir seguidores. Adornan a estos líderes de pacotilla, los deseos de ganar, la necesidad de brillar y el ansia de buscar prebendas o beneficio propio.
Sin embargo, además de las citadas existe otro tipo de convocatoria que llamaríamos personal o individual, y es la usada por aquellos que nos “convocan” a participar de sus problemas, miserias, martirios, malos juicios, cuando nos invitan a compartir sus quejas y lamentos para obtener apoyo, consejo y aprobación.
Estas personas nos instan a desaprobar lo que ellos desaprueban, a rechazar lo que ellos rechazan y a desestimar a quienes ellos desestiman.
Atender a esta convocatoria nos hace perder objetividad en nuestras creencias, porque cambiamos las propias opiniones por las sentencias ajenas.
De todas formas somos libres de elegir, y es cuestión de carácter y personalidad, distinguir con cuál de las convocatorias nos identificamos, o a cuál de ellas pertenecemos.
Lavinia, no acostumbra a quejarse de esa manera. Hay que ponerle atención a esa queja. Parece que de manera real o inducida sienta que la han utilizado y que no pudo percatarse a tiempo de la situación que aduce, para no ser víctima de lo que con tanto pesar refleja en sus consideraciones. En eso de sentir las cosas, la mujer es superior al hombre. Prestemos mucha atención a lo que esta noble mujer nos quiere decir, pero que por delicadeza no lo quiere expresar publicamente.De todo modo no hay mejor médico que el tiempo, ni mejor medicina que aquella que nunca pasó por nuestra garganta.
ResponderBorrarMonchy Mateo.
Querido Monchy: Tienes una percepción equivocada del mensaje. No es nada personal, sino una reflexión, como muchas que hago al observar el comportamiento de las personas. Es algo general que se da a menudo con personas tóxicas. No es mi estilo envolver sentimientos solapados en lo que escribo, ni dirigirme indirectamente a situaciones específicas.Me precio de ser muy asertiva. De todas formas agradezco tu comentario aunque de verdad, el escrito no tiene nada que ver conmigo. Ya hablamos de eso la última vez que nos vimos, pero no había leído tu comentario.
BorrarUn abrazo.
Lavinia.
cobrsrosdelvi@gmail.comManita que tierna y que linda estas en esa foto ponla de perfil, si Ticui la ve te propone renovacion de voto, cuidate ,TE QUIERO YME QUEDO CORTO.Andres...
ResponderBorrarAndrés, manito querido: Sé que me ves con los ojos buenos, esos que dan luz a todo lo que miran.
BorrarTe adoro