martes, 17 de abril de 2012
TERCER CAMINO
SIN HACER RUIDO
Por Lavinia del Villar
Al Dr. Jorge Del Villar
Motivados por los múltiples testimonios de personas que de una forma u otra se beneficiaron con sus servicios, salimos tres de mis hermanos y yo hacia Sabaneta con el fin de palpar la magnitud de su obra, y solicitar del Cabildo llamar una calle del municipio con su nombre. Llegamos directamente al Hospital General Santiago Rodríguez del cual fue director por muchos años, y nos reunimos con el actual director, Dr. Jorge Rodríguez, quien nos informó sobre el proyecto que tiene el personal del centro “en el que dejó huellas imborrables”, de titular una de sus salas con su nombre, como un tributo a su memoria. Visitamos también el Cabildo, una clínica, varias casas de familia, y hasta un taller de mecánica, y con solo identificarnos recibíamos la confirmación de su grandeza como médico y como ser humano.
El 1 de febrero participamos de la convocatoria de la Sala Capitular de dicho municipio, donde planteamos la solicitud. Conmovedoras fueron las palabras de varios regidores, en especial de Modesto Tavárez, del Presidente del Ayuntamiento, del Señor Félix Almánzar y del Alcalde, Lic. William Torres, acerca de lo que representó su presencia durante 27 años en ese pueblo. Firmas de representantes de la Salud, de miembros del Colegio Médico, de colegas de la época, amigos, y pueblo en general sustentaron la solicitud que fue aceptada a unanimidad por los miembros de la sala.
“Imprimió la mística del servicio especializado, organizando las áreas de Obstetricia, Cirugía, Pediatría y Medicina Interna”… “Facilitó los trabajos de investigación por primera vez en la provincia e introdujo el internado rotatorio como primer indicador docente”…“No hubo un solo sabanetero que visitara su casa a cualquier hora, que no recibiera su asistencia”, dice el Dr. Pedro Sing, uno de sus discípulos más aventajados.
Falta espacio para relatar la historia de su altruismo contada por testigos y participantes que lo definen como “un ser humano que usó hasta donde pudo toda su influencia y sus conocimientos, para promover la justicia social en todas sus manifestaciones”, y “un profesional que se entregó al servicio de los humildes… sin hacer ruido”.
Por Lavinia del Villar
Al Dr. Jorge Del Villar
Motivados por los múltiples testimonios de personas que de una forma u otra se beneficiaron con sus servicios, salimos tres de mis hermanos y yo hacia Sabaneta con el fin de palpar la magnitud de su obra, y solicitar del Cabildo llamar una calle del municipio con su nombre. Llegamos directamente al Hospital General Santiago Rodríguez del cual fue director por muchos años, y nos reunimos con el actual director, Dr. Jorge Rodríguez, quien nos informó sobre el proyecto que tiene el personal del centro “en el que dejó huellas imborrables”, de titular una de sus salas con su nombre, como un tributo a su memoria. Visitamos también el Cabildo, una clínica, varias casas de familia, y hasta un taller de mecánica, y con solo identificarnos recibíamos la confirmación de su grandeza como médico y como ser humano.
El 1 de febrero participamos de la convocatoria de la Sala Capitular de dicho municipio, donde planteamos la solicitud. Conmovedoras fueron las palabras de varios regidores, en especial de Modesto Tavárez, del Presidente del Ayuntamiento, del Señor Félix Almánzar y del Alcalde, Lic. William Torres, acerca de lo que representó su presencia durante 27 años en ese pueblo. Firmas de representantes de la Salud, de miembros del Colegio Médico, de colegas de la época, amigos, y pueblo en general sustentaron la solicitud que fue aceptada a unanimidad por los miembros de la sala.
“Imprimió la mística del servicio especializado, organizando las áreas de Obstetricia, Cirugía, Pediatría y Medicina Interna”… “Facilitó los trabajos de investigación por primera vez en la provincia e introdujo el internado rotatorio como primer indicador docente”…“No hubo un solo sabanetero que visitara su casa a cualquier hora, que no recibiera su asistencia”, dice el Dr. Pedro Sing, uno de sus discípulos más aventajados.
Falta espacio para relatar la historia de su altruismo contada por testigos y participantes que lo definen como “un ser humano que usó hasta donde pudo toda su influencia y sus conocimientos, para promover la justicia social en todas sus manifestaciones”, y “un profesional que se entregó al servicio de los humildes… sin hacer ruido”.
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El Dr.Villar ;hombre de diálogo,de encuentro,de favores,de consultas aparte de las médicas;hombre de ambiente,de experiencias. Sincero,claro,de relajos,hombre agradable,que a todo le tenía una salida,hombre sin tristeza,de sentir por los demás,hombre patriota,hombre necesario a pesar de sus defectos humano al fin. Hombre con debilidades,con sapiencia.Por último,hombre amigo en las malas y SINCERO.
ResponderBorrarCuánto lo hice reir un dia y para toda la vida al decirle "no,no, un momento,yo soy un lambón exigente"!!Cada vez que nos juntábamos en el ambiente del trago,algo aprendía yo de él.
Es lo mínimo que puedo decir del Doctor Jorge del Villar
Querida y encantadora prima:
ResponderBorrarFue para mi y Diomedes de gran orgullo, en innumerables visitas a medicos en Stgo. Rodriguez, escuchar a medicos y pobladores notables, resaltar las cualidades profesionales, humanitarias y de orden social de nuestro bien recordado primo, Doctor del Villar.
Te felicitamos por tu atinada labor de rescate de los valores que El desplego en bien de los beneficiarios, dondequiera que se requirio de su desinteresada y altruista participacion activa.
Con afecto y deferencia,
Cuqui