martes, 2 de octubre de 2012
MEDICINA ALTERNATIVA
HORNOS DE MICROONDAS
Por Marc Ams
Esta vez les traigo un artículo interesante sobre los efectos dañinos de los hornos de microondas de un autor con cuyas aseveraciones científicas me identifico. Por tanto, en lugar de hacer investigaciones y llegar a conclusiones parecidas, creí correcto presentarles el escrito de Marc Ams. Espero les guste y les sea útil. Nelson (Cuqui) Rodríguez Martínez.
En la actualidad resulta difícil no consumir alimentos tratados o cocinados con microondas, pues aunque uno no lo posea en casa, cada día son más los comestibles que han sido tratados con hornos microondas: papas fritas, frutos secos, plátanos maduros, sopas, carnes, embutidos, vegetales, hortalizas, pastelería, panadería, entre otros. Y eso, sin hablar de los restaurantes de comidas rápidas o las pizzerías e incluso restaurantes “vegetarianos”. Esto implica que uno no está exento de ser afectado y que puede consumir comestibles cocinados con microondas contra su voluntad en cualquier momento.
La publicidad nos tienta con la comodidad, con un supuesto ahorro de tiempo y energía y con la afirmación de que el horno microondas no destruye los nutrientes biocatalíticos, lo cual por cierto es falso. Las comidas cocinadas con microondas nunca alcanzan la calidad de sabor y aroma que ofrece la cocina tradicional, sin hablar del inconveniente de degradación de las grasas. Quien sabe apreciar el sabor de las comidas, aquellos amantes del placer llamados gourmets, se sentirán desilusionados y engañados ante un plato cocinado en este equipo. El horno microondas está pensado para una cultura, para una civilización basada en una alimentación artificial, en las comidas prefabricadas, en las comidas de latas, en los congelados, en las hamburguesas…
El Dr. Andreas Kune desmiente la afirmación publicitaria de que el horno microondas no destruye los nutrientes de los alimentos y conserva las vitaminas. Existen perdidas de las vitaminas del complejo B y de la importante vitamina C. La riboflavina (B2) presente en los mariscos, se destruye mucho más rápidamente que con los métodos convencionales de cocción; el acido fólico, sumamente necesario para el sistema inmunitario y factor anti anémico, desaparece en los alimentos tratados con microondas cinco veces más rápido que en los mismos alimentos cocinados con métodos tradicionales. No solo existen pérdidas, también se generan alteraciones y degradaciones toxicas y peligrosas. Por ejemplo, los alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, pierden estos mucho más, y al mismo tiempo aumentan en ellos los ácidos grasos trans, sustancias consideradas cancerígenas y similares a los peróxidos. El Dr. Kune especifica que los efectos de la exposición a los campos de ondas electromagnéticas se manifiestan en mareos, falta de concentración, jaquecas, cansancio ocular e incluso, deficiencia del sistema inmunológico y estrés del sistema nervioso central.
¿Cómo se puede hablar de “método seguro” cuando el efecto de los campos electromagnéticos sobre la salud humana es prácticamente desconocido y apenas estudiado? La publicidad tiende a hacernos confundir haciéndonos creer que sus “argumentos” de venta son hechos científicos.
Pero hay algo que si es sabido: LOS HORNOS MICROONDAS CAUSAN CATARATAS Y POSIBLE CÁNCER DE MAMA. Cuando la publicidad habla de las ventajas para el ama de casa de asar una papa en cinco minutos o de cocer un huevo en 30 segundos… ¿le dicen algo del peligro que representa para los ojos de la cocinera? Los médicos todavía no saben de qué forma los hornos microondas producen este efecto. Se sabe que los primeros indicios de cataratas producidos por los microondas son asintomáticos, y puede que solamente ocurran años después de la exposición a sus efectos. Además, si el paciente retrasa su visita al oftalmólogo, la causa de las cataratas puede permanecer oculta, debido a que los cambios que se producen en el cristalino enmascaran la causa. Las amas de casa y el personal de los restaurantes están especialmente expuestos a este peligro.
Existe además el riesgo de los “escapes de radiación”, debido al mal cerrado o a defectos de fabricación, o simplemente por dejadez de los usuarios que imprudentemente dejan acumular suciedad en las grietas y juntas, lo que impide “el cierre hermético de la puerta”. Según el Bureau of Radiological Health norteamericano, se admite que aunque los investigadores “sospechan” que hay peligro en la exposición a las radiaciones de microondas, ignoran, sin embargo, cuáles pueden ser sus efectos nocivos a largo plazo. En el Wall Street Journal de hace mucho tiempo (19-VIII, 1971), leemos : “debemos preguntarnos si la ventaja que representa ganar unos minutos o incluso unas horas en los tiempos de cocción de los alimentos, compensa el riesgo que representa la exposición a los microondas, que distorsionan el campo electromagnético de nuestro cuerpo, afectando el ADN celular.
FUENTE: Antídotos para la Supervivencia. Marc Ams. Ediciones Obelisco. Primera Edición, enero, 1989, páginas 72-74. Barcelona, España.
Por Marc Ams
Esta vez les traigo un artículo interesante sobre los efectos dañinos de los hornos de microondas de un autor con cuyas aseveraciones científicas me identifico. Por tanto, en lugar de hacer investigaciones y llegar a conclusiones parecidas, creí correcto presentarles el escrito de Marc Ams. Espero les guste y les sea útil. Nelson (Cuqui) Rodríguez Martínez.
En la actualidad resulta difícil no consumir alimentos tratados o cocinados con microondas, pues aunque uno no lo posea en casa, cada día son más los comestibles que han sido tratados con hornos microondas: papas fritas, frutos secos, plátanos maduros, sopas, carnes, embutidos, vegetales, hortalizas, pastelería, panadería, entre otros. Y eso, sin hablar de los restaurantes de comidas rápidas o las pizzerías e incluso restaurantes “vegetarianos”. Esto implica que uno no está exento de ser afectado y que puede consumir comestibles cocinados con microondas contra su voluntad en cualquier momento.
La publicidad nos tienta con la comodidad, con un supuesto ahorro de tiempo y energía y con la afirmación de que el horno microondas no destruye los nutrientes biocatalíticos, lo cual por cierto es falso. Las comidas cocinadas con microondas nunca alcanzan la calidad de sabor y aroma que ofrece la cocina tradicional, sin hablar del inconveniente de degradación de las grasas. Quien sabe apreciar el sabor de las comidas, aquellos amantes del placer llamados gourmets, se sentirán desilusionados y engañados ante un plato cocinado en este equipo. El horno microondas está pensado para una cultura, para una civilización basada en una alimentación artificial, en las comidas prefabricadas, en las comidas de latas, en los congelados, en las hamburguesas…
El Dr. Andreas Kune desmiente la afirmación publicitaria de que el horno microondas no destruye los nutrientes de los alimentos y conserva las vitaminas. Existen perdidas de las vitaminas del complejo B y de la importante vitamina C. La riboflavina (B2) presente en los mariscos, se destruye mucho más rápidamente que con los métodos convencionales de cocción; el acido fólico, sumamente necesario para el sistema inmunitario y factor anti anémico, desaparece en los alimentos tratados con microondas cinco veces más rápido que en los mismos alimentos cocinados con métodos tradicionales. No solo existen pérdidas, también se generan alteraciones y degradaciones toxicas y peligrosas. Por ejemplo, los alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, pierden estos mucho más, y al mismo tiempo aumentan en ellos los ácidos grasos trans, sustancias consideradas cancerígenas y similares a los peróxidos. El Dr. Kune especifica que los efectos de la exposición a los campos de ondas electromagnéticas se manifiestan en mareos, falta de concentración, jaquecas, cansancio ocular e incluso, deficiencia del sistema inmunológico y estrés del sistema nervioso central.
¿Cómo se puede hablar de “método seguro” cuando el efecto de los campos electromagnéticos sobre la salud humana es prácticamente desconocido y apenas estudiado? La publicidad tiende a hacernos confundir haciéndonos creer que sus “argumentos” de venta son hechos científicos.
Pero hay algo que si es sabido: LOS HORNOS MICROONDAS CAUSAN CATARATAS Y POSIBLE CÁNCER DE MAMA. Cuando la publicidad habla de las ventajas para el ama de casa de asar una papa en cinco minutos o de cocer un huevo en 30 segundos… ¿le dicen algo del peligro que representa para los ojos de la cocinera? Los médicos todavía no saben de qué forma los hornos microondas producen este efecto. Se sabe que los primeros indicios de cataratas producidos por los microondas son asintomáticos, y puede que solamente ocurran años después de la exposición a sus efectos. Además, si el paciente retrasa su visita al oftalmólogo, la causa de las cataratas puede permanecer oculta, debido a que los cambios que se producen en el cristalino enmascaran la causa. Las amas de casa y el personal de los restaurantes están especialmente expuestos a este peligro.
Existe además el riesgo de los “escapes de radiación”, debido al mal cerrado o a defectos de fabricación, o simplemente por dejadez de los usuarios que imprudentemente dejan acumular suciedad en las grietas y juntas, lo que impide “el cierre hermético de la puerta”. Según el Bureau of Radiological Health norteamericano, se admite que aunque los investigadores “sospechan” que hay peligro en la exposición a las radiaciones de microondas, ignoran, sin embargo, cuáles pueden ser sus efectos nocivos a largo plazo. En el Wall Street Journal de hace mucho tiempo (19-VIII, 1971), leemos : “debemos preguntarnos si la ventaja que representa ganar unos minutos o incluso unas horas en los tiempos de cocción de los alimentos, compensa el riesgo que representa la exposición a los microondas, que distorsionan el campo electromagnético de nuestro cuerpo, afectando el ADN celular.
FUENTE: Antídotos para la Supervivencia. Marc Ams. Ediciones Obelisco. Primera Edición, enero, 1989, páginas 72-74. Barcelona, España.
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⁄⁄Excelente advertencia !!
ResponderBorrarSon incontables las veces en que sólo apreciamos los beneficioso de determinados artículos de uso común, pero no nos detenemos o ignoramos los daños que nos puedan ocasionar el uso prolongado de éstos. En la generalidad de los casos, el marketing de un producto nos muestra las bondades pero no así los efectos colaterales dañinos que trae consigo. Gracias hermano por su advertencia y, sobre todo, por ser UN GUIA en la obtención de salud y bienestar para nosotros.
Reciba pues un abrazo de oso.
Diómedes Rodríguez.