lunes, 10 de marzo de 2014
ÁNGELES EN EL QUIRÓFANO
TERCER CAMINO
Por Lavinia del Villar
El pasado 6 de febrero, mi esposo José Mauricio Fernández (Ticuí), sufrió un aparatoso accidente de tránsito que le produjo además de severas contusiones en distintas partes del cuerpo, tres roturas a nivel de la meseta tibial. Después de recibir los primeros auxilios en Mao, nos trasladamos en ambulancia a Santiago, pues hacía apenas dos semanas que había sobrevivido a un edema pulmonar, y su estado era delicado.
Al final de un estresante proceso de admisión, nos enteramos que nuestro seguro, Humano, resolvía, sin informar a sus afiliados, sacar de su cobertura los accidentes de tránsito, por lo que hubo de ingresar como paciente privado.
El domingo 9 de febrero, lo esperaron tres ángeles en el quirófano, que entre tornillos, placas y láser realizaron una delicada y exitosa operación en su pierna derecha. Fueron ellos los doctores Iohan y César Fernández, cirujanos ortopedas, y la doctora Saira Pérez, anestesióloga, hijos y esposa de su primo hermano doctor César Fernández Domínguez. A pesar de que hasta esta emergencia no habíamos conocido estos valiosos jóvenes, sentimos desde el primer instante que el poder de la familia nos protegía y nos daba seguridad.
Pero algo increíble pasó después… Cuando al ser dado de alta fuimos a recoger la cuenta de la clínica, entre todos los detalles leímos esto: Honorarios Dr. Iohan Fernández, Dr. César Fernández y Dra. Saira Pérez---Cortesía--- 0.
Más que la alegría de lo que económicamente representó este generoso gesto, nos emociona la convicción de que los valores siguen siendo preservados por esta noble familia que antepone la solidaridad familiar a los lucros personales.
A nombre de la familia Fernández Del Villar, simplemente, “gracias”.
Por Lavinia del Villar
El pasado 6 de febrero, mi esposo José Mauricio Fernández (Ticuí), sufrió un aparatoso accidente de tránsito que le produjo además de severas contusiones en distintas partes del cuerpo, tres roturas a nivel de la meseta tibial. Después de recibir los primeros auxilios en Mao, nos trasladamos en ambulancia a Santiago, pues hacía apenas dos semanas que había sobrevivido a un edema pulmonar, y su estado era delicado.
Al final de un estresante proceso de admisión, nos enteramos que nuestro seguro, Humano, resolvía, sin informar a sus afiliados, sacar de su cobertura los accidentes de tránsito, por lo que hubo de ingresar como paciente privado.
El domingo 9 de febrero, lo esperaron tres ángeles en el quirófano, que entre tornillos, placas y láser realizaron una delicada y exitosa operación en su pierna derecha. Fueron ellos los doctores Iohan y César Fernández, cirujanos ortopedas, y la doctora Saira Pérez, anestesióloga, hijos y esposa de su primo hermano doctor César Fernández Domínguez. A pesar de que hasta esta emergencia no habíamos conocido estos valiosos jóvenes, sentimos desde el primer instante que el poder de la familia nos protegía y nos daba seguridad.
Pero algo increíble pasó después… Cuando al ser dado de alta fuimos a recoger la cuenta de la clínica, entre todos los detalles leímos esto: Honorarios Dr. Iohan Fernández, Dr. César Fernández y Dra. Saira Pérez---Cortesía--- 0.
Más que la alegría de lo que económicamente representó este generoso gesto, nos emociona la convicción de que los valores siguen siendo preservados por esta noble familia que antepone la solidaridad familiar a los lucros personales.
A nombre de la familia Fernández Del Villar, simplemente, “gracias”.
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Extraordinario gesto. Esperamos que el Ticuí pronto esté en condiciones de coger unas cuantas "rolatas" en la tercera base.
ResponderBorrarAbrazos.
Isaías
Mi hermano Isaìas, le deseo lo mismo a Ticuì, y espero el tiro en primera.
ResponderBorrarRolando Eapinal
Esperamos una pronta y total recuperacion de nuestro queridisimo amigo Ticui. Un fuerte abrazo !!
ResponderBorrarMemela
rsrodriguez02@aol.com
Un bello gesto familiar, prácticamente en desuso. Sólo los galenos "enchapados a la antigua" lo practican, ya que no han sido "picados" por el dios Mercurio.
ResponderBorrarConfiamos que Ticuí se recuperará completamente, y que si bien no satisfaga las aspiraciones de Isaías y Cuchara, pueda trotar alrededor del Parque Amado Franco Bidó, sin ningún problema.
Saludos cordiales,
Fernan Ferreira.
Lindo gesto mostrado por los galenos,quienes junto a la familiaridad existente,tomó en cuenta esa vieja amistad mantenida a travez de los año,confirmando asi la sinceridad de la misma. .
ResponderBorrarAcciones como estas son vivos ejemplos de la existencia de la real amistad.
Al paciennte , quiero lo mejor para él para asi ver esa familia con la alegria de siempre.
Manito
Gracias a todos por sus buenos deseos. Ahora le falta una operación de columna. El baile no fue planeado, pero... seguiremos bailando.
ResponderBorrarBesos.
Lavinia.