domingo, 14 de septiembre de 2014
ABRA LOS OJOS CARDENAL
Por Dr. Antonio Mateo Reyes
Es en la tierra donde nos ganamos el cielo.
La codiciada Loma Miranda, es un botín que interesa a muchas gentes, tanto de aquí, como de fuera.
Hay cosas que no se pueden negociar: la creencia o fe, la independencia de los pueblos, la moral, la justicia social, la salud colectiva, la educación, la preservación de los recursos naturales, y el honor, entre otras cosas importantes de nuestras vidas.
Fui seminarista y eso fue lo que nos enseñaron. Nos inculcaron las virtudes de Jesucristo.
En los países de grandes extensiones territoriales, y donde se respetan las normas y leyes en torno al uso racional de los recursos naturales, se pueden hacer explotaciones de los recursos de la naturaleza de manera organizada, y respetuosa, pero no en una nación de un territorio tan limitado, de apenas 48,000 kilómetros cuadreados, y con una corrupción a cielo abierto.
Creo que una conducta patriótica, honorable, y responsable, es preservar nuestros recursos mineros, hasta que nuestro Estado dominicano, con recursos propios, pueda hacer una explotación seria de ese bien no renovable.
Mi apreciado Cardenal y así le llamo porque mis bisabuelos por parte de mi padre, veganos, igual a los suyos, durantes muchas décadas, fueron amigos y sus propiedades agrícolas estaban frente a frente, divididas apenas por un callejón rural, allá en Bacuí, sección de La Gloriosa Vega Real. Lo lleno de justicia y de comedimiento, es ponerse siempre al lado de lo justo, de lo que conviene a todos, esa fue la misión de Jesús. Usted tiene un poder religioso que no puede despreciar, no todos tenemos esa oportunidad tan grande, la que a mi humilde entender, es un regalo de Dios. Usted tiene en sus manos un poder espiritual inmenso, extraodinario, fuera de lo común y debe ponerlo al servicio de los hijos de Jesucristo. Los argumentos constitucionales no existen, cuando el fin es perverso. Es lo mismo de siempre, el afán desmedido de obtener riquezas de los grupos económicos nacionales y extranjeros.
Miranda es un pretexto inteligente, es la puerta de entrada para explotar a toda la cordillera central. Abra los ojos, Cardenal...
Es en la tierra donde nos ganamos el cielo.
La codiciada Loma Miranda, es un botín que interesa a muchas gentes, tanto de aquí, como de fuera.
Hay cosas que no se pueden negociar: la creencia o fe, la independencia de los pueblos, la moral, la justicia social, la salud colectiva, la educación, la preservación de los recursos naturales, y el honor, entre otras cosas importantes de nuestras vidas.
Fui seminarista y eso fue lo que nos enseñaron. Nos inculcaron las virtudes de Jesucristo.
En los países de grandes extensiones territoriales, y donde se respetan las normas y leyes en torno al uso racional de los recursos naturales, se pueden hacer explotaciones de los recursos de la naturaleza de manera organizada, y respetuosa, pero no en una nación de un territorio tan limitado, de apenas 48,000 kilómetros cuadreados, y con una corrupción a cielo abierto.
Creo que una conducta patriótica, honorable, y responsable, es preservar nuestros recursos mineros, hasta que nuestro Estado dominicano, con recursos propios, pueda hacer una explotación seria de ese bien no renovable.
Mi apreciado Cardenal y así le llamo porque mis bisabuelos por parte de mi padre, veganos, igual a los suyos, durantes muchas décadas, fueron amigos y sus propiedades agrícolas estaban frente a frente, divididas apenas por un callejón rural, allá en Bacuí, sección de La Gloriosa Vega Real. Lo lleno de justicia y de comedimiento, es ponerse siempre al lado de lo justo, de lo que conviene a todos, esa fue la misión de Jesús. Usted tiene un poder religioso que no puede despreciar, no todos tenemos esa oportunidad tan grande, la que a mi humilde entender, es un regalo de Dios. Usted tiene en sus manos un poder espiritual inmenso, extraodinario, fuera de lo común y debe ponerlo al servicio de los hijos de Jesucristo. Los argumentos constitucionales no existen, cuando el fin es perverso. Es lo mismo de siempre, el afán desmedido de obtener riquezas de los grupos económicos nacionales y extranjeros.
Miranda es un pretexto inteligente, es la puerta de entrada para explotar a toda la cordillera central. Abra los ojos, Cardenal...
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Mi amigo Monchy Mateo préstenle unas gafas a su cardenal que no tenga el signo de peso en los cristales y un alma que respire el mismo polvo de los de abajo ,el pueblo que se esta comiendo un cable ,y ya ni cable hay .Que despierte no ,que deje ese odio a la clase pobre que el llama despectivamente "chusma ".
ResponderBorrarAbrazos .Evelio Martínez
Te felicito querido Monchy por este artículo tan lleno de sensatez y amor patriótico. Estoy de acuerdo contigo en toda la extensión de la palabra, los que tienen poder para dar a nuestra tierra su valor, y a los dominicanos la oportunidad de crecer, solo atienden a sus propios intereses, y a los de sus amigos por añadidura. ¡Qué pena!
ResponderBorrarUn abrazo.
Lavinia.