En la resolución de la Junta Monetaria de fecha 29 de diciembre del año 2004, el Banco Central, según el “Reglamento de Evaluación de Activos” creó cinco calificaciones de préstamos; a saber: A, B, C, D y E, normas prudenciales que todos los bancos están en la obligación de cumplir y la Súper Intendencia de Bancos a que la cumplan al pie de la letra.
Esto es lo que dictó la Junta Monetaria:
“D. Se observa una capacidad de pago con deterioro de carácter más permanente. El deudor presenta debilidades financieras identificadas que han puesto en riesgo su capacidad de enfrentar la totalidad de sus obligaciones de pago. El flujo operativo es negativo, reporta pérdidas significativas y se observa una creciente necesidad de recurrir a fuentes secundarias para hacer frente a las obligaciones de pago. Complementariamente, se puede observar que las razones de liquidez están por debajo de los promedios de la Industria y el apalancamiento es inadecuado según la naturaleza propia del negocio y se encuentra por encima respecto a los promedios del sector. En los préstamos en moneda extranjera se observa que la posición de cambio del deudor es significativamente desfavorable, por lo que la variación en el tipo de cambio, incrementa el deterioro de su capacidad de pago.
Aunque ello no es condicionante de lo anterior, adicionalmente la Industria presenta un serio deterioro en sus principales indicadores financieros. Se observa que las condiciones macroeconómicas han impactado negativamente a los indicadores financieros del sector y no se prevén claras posibilidades de una recuperación en el mediano plazo.
Se clasificarán en este nivel de riesgo aquellos deudores de quienes sus estados financieros presentan una antigüedad superior a 18 (dieciocho) meses después del cierre.”
Esa es la clasificación “D” establecida por la Junta Monetaria que el Banco de Reservas no debió ignorar en el préstamo hecho a cierto político dominicano tramposo en 2012 debido a lo riesgosa de la operación, como bien lo señalaron los expertos del banco que establecieron: “Acorde a proyecciones 2012-2018, para los dos primeros cierres reportaría pérdidas y flujo de efectivo negativo. Además, el endeudamiento resultaría alto y la liquidez insuficiente. Contaría con capacidad de pago a partir del 2016”, concluyeron.
(Anotación parcial de un artículo escrito por JTH)
sábado, 18 de enero de 2014
¿QUÉ ES UNA CALIFICACIÓN “D” EN EL LENGUAJE BANCARIO DOMINICANO?
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A lo enunciado por la Junta Monetaria en lo que respecta a la Clasificación 'D" le faltó una post data, que debía decir: "Si el solicitante es un alto dirigente del principal partido de oposición, dispuesto a traicionar al candidato presidencial de su partido, el Banco de Reservas debe obviar todo lo anteriormente expuesto y conceder el préstamo solicitado. Esta pérdida se cargará al costo de la campaña del partido de gobierno".
ResponderBorrarAtentos saludos,
Fernan Ferreira.