martes, 23 de septiembre de 2014
AFORISMOS DE MIRIAM MEJÍA
La ineptitud siempre se viste de gala.
El tiempo es un juez inquebrantable.
El libre albedrío no es nada libre.
Sólo el misterio del amor nos reivindica.
Las ideas son efímeras, sólo el talento perdura.
La vida es una sumatoria impredecible de encuentros y desencuentros.
La indiferencia imperante ante el dolor y la indefensión de otro ser humano
es una regresión tácita al estado de barbarie.
La indignación brilla y se agiganta cuando la humillación hace atisbos de
presencia.
En las arenas de los desiertos el viento dibuja el ulular de su soledad.
La comprensión es un ejercicio espiritual que nos hace más sensibles y
menos prejuiciosos/as.
La promulgación de leyes arbitrarias es un indicador de que un Estado
gira peligrosamente hacia el totalitarismo.
El racismo es una enfermedad social que corroe el andamiaje en que se
sostienen los procesos solidarios entre los seres humanos.
La acción de legislar arbitrariamente, empujando los rectos caminos de la
ley, genera en sí misma la fuerza antagónica de la desobediencia.
Si se instaurase un premio en reconocimiento a jueces y juezas cabalmente
justos y justas, es posible que este quedase desierto.
Ampararse en las leyes para ejercer la injusticia social, cualquiera que esta
sea, es un indicio de que estamos frente a un Estado fallido.
En estos tiempos ultramodernos, imperio de sofisticadas tecnologías, cada
vez más se piensa menos. Platón y sus cuatro virtudes cardinales: justicia,
prudencia, templanza y fortaleza son sólo un clic de un ordenador.
El tiempo es un juez inquebrantable.
El libre albedrío no es nada libre.
Sólo el misterio del amor nos reivindica.
Las ideas son efímeras, sólo el talento perdura.
La vida es una sumatoria impredecible de encuentros y desencuentros.
La indiferencia imperante ante el dolor y la indefensión de otro ser humano
es una regresión tácita al estado de barbarie.
La indignación brilla y se agiganta cuando la humillación hace atisbos de
presencia.
En las arenas de los desiertos el viento dibuja el ulular de su soledad.
La comprensión es un ejercicio espiritual que nos hace más sensibles y
menos prejuiciosos/as.
La promulgación de leyes arbitrarias es un indicador de que un Estado
gira peligrosamente hacia el totalitarismo.
El racismo es una enfermedad social que corroe el andamiaje en que se
sostienen los procesos solidarios entre los seres humanos.
La acción de legislar arbitrariamente, empujando los rectos caminos de la
ley, genera en sí misma la fuerza antagónica de la desobediencia.
Si se instaurase un premio en reconocimiento a jueces y juezas cabalmente
justos y justas, es posible que este quedase desierto.
Ampararse en las leyes para ejercer la injusticia social, cualquiera que esta
sea, es un indicio de que estamos frente a un Estado fallido.
En estos tiempos ultramodernos, imperio de sofisticadas tecnologías, cada
vez más se piensa menos. Platón y sus cuatro virtudes cardinales: justicia,
prudencia, templanza y fortaleza son sólo un clic de un ordenador.
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Me parece que Doña Miriam Mejía posee un alma exquisita y un pensamiento muy avanzado y muy ético. Que pena que no la recuerde de mis tiempos de Mao. Mis memorias van borrando. Creo que sus aforismos se ajustan mucho a este día de hoy en el primer aniversario de la triste y vergonzosa sentencia del TC que pretende hacernos racistas, engreídos y superiores. Para Dios todos somos sus hijos (aunque hasta algunos cardenales lo quieran olvidar). Ella es una mujer de mucho coraje, fina sensibilidad y verdadera humildad.
ResponderBorrarLos que tengan oído para oír...que oigan.
César Brea
La realuidad es que si no tuviéramos piel, la apariencia de todos sería la misma.
ResponderBorrarIsaías
Llevar una vida sana no es sólo librarse de consumiir estupefacientes,nicotinas,bifenoles, estas últimas son sosustancias que se liberan del plástico del botellon de agua cuando se expone por un buen tiempo al sol, o no ingerir arroz y vegetales cargados de mortales plagicidas. Es también llevar una vida sana, alejarse de todo aquello que trastorne la paz de nuestras almas, como el odio, la maldición, la envidia, el robo de proyectos ajenos, entre otras cosas que corroen el espiritu humano. Mirian, creo recordarte, pero no estoy lo suficientemente seguro. Te seguiré buscando en mi memoria añeja que ya tiene cabellos blancos. Si gusta podemos hacer algo en común: Mi correo es: drmateoreyes@hotmail.com. Felicitaciones.
ResponderBorrarAntonio Mateo Reyes.
.
Esos aforismos son el resultado de una intensa cavilación de Miriam.
ResponderBorrarRafael Darío Herrera