lunes, 19 de septiembre de 2016

ROGELIO CRUZ

TERCER CAMINO

Por Lavinia del Villar


Este pasado 9 de septiembre de 2016, en el quinto día de celebración de las Fiestas Patronales de la Santa Cruz de Mao, tuvimos el privilegio de participar en la Eucaristía oficiada por el Padre Rogelio.

¿El Padre Rogelio?

Sí, el mismo que pelea por la preservación de Loma Miranda, el que penetra en el Congreso Nacional sin autorización, el que se sienta en el suelo de esos salones con un grupo de seguidores hasta que un “no me hagas esto Rogelio” lo convence a salir… el mismo que lleva su pelo en desaliño y que se precia de ser defensor de los pobres, y de los recursos naturales de nuestro país…

Sí… el mismo que viste y calza.

Cuando lo vi desfilar por el pasillo que lleva al altar, supe que algo especial iba a pasar esa noche en la Catedral de Mao, y así fue. Salimos de la iglesia con la alegría que produjo su prédica sencilla y divertida, y con la enseñanza que destila su mensaje llano y lleno de sabiduría.

En ese oficio, dos cosas llamaron mi atención: primero, ningún monaguillo o diácono sostuvo el libro sagrado para que el oficiante leyera la liturgia de la misa, no hizo falta, se sabía todo; y segundo, no usó el ambón para la homilía, si pudo llamarse así, porque según dijo, Jesús no se subía en pedestales para predicar, sino que se confundía con el pueblo para compartir su mensaje de amor y paz.

Su prédica debía cubrir “la misericordia y la ecología” dos temas aparentemente sin conexión, que él unió diciendo que podemos crear un mundo nuevo, un mundo posible, un mundo necesario, a través de practicar la misericordia en nuestra casa común que es nuestro planeta Tierra. Nos invitó a usar la razón sobre la fuerza, y a reconocer que paradójicamente cuando somos débiles, la razón nos hace fuertes. En fin nos motivó a internalizar que no basta con tener misericordia, sino que debemos practicarla para así contribuir a crear el cambio que nuestra sociedad necesita.

Al momento de agradecer su presencia en nuestra festividad, la moderadora de la ceremonia expresó que cuando quiso pedirle datos sobre su vida para compartirlos con los feligreses, solo dijo: Yo soy Rogelio Cruz.

2 comentarios:

  1. El Padre Rogelio es un digno valladar defensor de nuestros Derechos Inalienables sin dudas; máxime cuando en toda confrontación siempre va a la vanguardia con todo su pecho henchido de un baluarte protector de de la dominicanidad de nuestros recursos, nuestros derechos, limitaciones nacionales. Es un ejemplo a emular en toda su dimensión y posibilidades. Agradezco esta interesante reseña que nos facilita mi Querida Prima ante esta gratificante convivencia.
    Nelson Rodríguez.

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  2. Gracias Primito querido. Un abrazo. Lavinia.

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