... Y de repente, aquel primo y amigo con quien bromeaba a ratos por Facebook, no pudo superar la enfermedad y se nos fue.
Por Antonio Espinal
Es tan cierto la frase de que en esta vida todo tiene solución menos la muerte.
Cuando se nos va una persona tan buena como tú, que amamos profundamente, sentimos un dolor que nos traspasa el alma y nuestro corazón se rompe en incontables pedacitos de frustración al perderla para siempre. Y decirte adiós no es sencillo, sino muy difícil, pero no nos queda otra: Adiós, mi querido primo. Estoy seguro de que Dios te ha recibido en su santo seno.
¡Hasta luego, Cuchara.
Apreciado Antonio:
ResponderBorrar¡Corto, pero sustancioso! A todos se nos ha hecho difícil despedir a Rolando. Pero, creo que nuestro mejor homenaje a él, es recordarlo con la misma alegría conque vivió.
Un abrazo,
Fernan Ferreira.