El país se crece como nación civilizada ofreciendo al mundo una muestra de tolerancia y democracia con el otorgamiento del premio Pedro Henríquez Ureña al controversial y laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa quien, al igual que muchos dominicanos, criticó la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
Como se había anunciado, grupos con poca incidencia en la vida nacional entregaron un documento de protesta y organizaron una débil manifestación contra el otorgamiento del Premio a quien, por fanatismo e intolerancia consideran enemigo de la Patria.
Contrario a esa actitud, el ministro de cultura, escritor Pedro Vergés tocó sutilmente el tema de la crítica de Vargas Llosa y dijo abrigar la esperanza de que la premiación sirva para fortalecer el confesado afecto del escritor por nuestro país y la admiración de los dominicanos por su obra literaria.
Al recibir el galardón, el Nobel de Literatura se desbordó en elogios para el país del cual dijo sentirse enamorado. Consideró la entrega del Premio como una magnífica demostración de tolerancia y espíritu democrático del Gobierno Dominicano considerando las reacciones a sus críticas.
Aclaró que "ejercer una crítica no es una manifestación de hostilidad ya que puede ser también una expresión de ese amor, de ese sentimiento profundo de solidaridad con un país que uno siente como suyo..."
Dijo tener con el país una relación de amor tropical, tempestuoso como el Caribe, "Un amor del que no está exonerado el trauma, la diferencia y desde luego las críticas".
El encuentro se convirtió en una exquisita velada donde, entre aplausos, se dio el fenómeno de la reconciliación entre uno de los más grandes escritores del mundo y un pequeño país caribeño lleno de grandeza espiritual como se demostró en los sucesivos y cordiales encuentros que sostuvo el escritor con los dominicanos.
Apreciado Fernando:
ResponderBorrarEs muy civilizado respetar las opiniones ajenas e incluso escuchar las que son ofensivas. Soy del grupo, quizás minúsculo, que no cree en el amor que el controvertido premio Nobel afirma sentir por nuestro país, al cual se ha regodeado en vilipendiar. Nuestras premiaciones deberían tener mejor destino, pero parece que quienes dirigen la República Dominicana prefieren olvidar sus hijos meritorios para ensalzar a quienes nos desprecian y nunca han hecho nada por nosotros. Jacques Viau Renaud pudo bien recibir un premio póstumo como el que graciósamente se otorgó al escritor peruano.
Guarionex Flores
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