lunes, 2 de mayo de 2011

LAS PENURIAS DE BUBULA

NOSTALGIAS
Por Ramón -Papito- Mármol

Los domingos, muchos maeños íbamos de pasadía al balneario Brisas del Mao, a disfrutar de las diferentes agrupaciones musicales que se presentaban, unos que otros traguitos y de las refrescantes aguas del río Mao; también era frecuente ver a personas de otros pueblos como Santiago, Esperanza, Laguna Salada, Hato Nuevo, Ámina, Monción, Santiago Rodríguez, etc.

Cada domingo, para poder disfrutar de un lugar adecuado en el río, había que salir bien temprano y el medio de transporte era caminando, en bicicletas, unos que otros motores, muy pocos vehículos o en la famosa “Bubula”.

Recuerdo que la llegada de Bubula al balneario era todo un espectáculo y el llegar en Bubula era un orgullo. Lo malo era cuando tenía uno que regresar pues no siempre tenía esta el poder ni la fuerza necesaria para poder subir la pendiente que había al llegar el balneario. En algunas oportunidades las personas, si querían regresar en Bubula, tenían que ayudarla a subir empujándola y montarse después que esta subiera. Recuerdo que en algunas ocasiones colocaban a Bubula a cierta distancia para que tomara impulso y tratara de subir, pero no todas las veces lograba hacerlo en su primer intento, teniendo que regresar a intentarlo de nuevo y si no lo lograba, ahí entraba la necesaria asistencia de los pasajeros.

Como Bubula se calentaba mucho por el esfuerzo que hacía para poder subir, había que darle tiempo para su enfriamiento o ir a pasos muy lentos en su recorrido; había veces en la que el tiempo que Bubula necesitaba para subir y enfriarse, así como por la velocidad que alcanzaba, cualquier persona podía llegar primero a su destino que nuestra querida Bubula. La enfermedad de Bubula era incurable, pues creo que pasó por todos los médicos del pueblo y estos nunca lograron dar con la cura definitiva de sus males. No sé cuando murió Bubula realmente ni de qué, pero lo cierto es que la Bubula está muerta, murió hace mucho tiempo, y que todavía muchos en el pueblo lloran su ausencia. ¡Qué descanse en paz la pobre Bubula!

1 comentario:

  1. Papito tienes razón ,no hubo especialista en grasa,tornillo,alicates y detornilladores que pudieran extenderle un poco más la vida de Bubula,pues creo que su motor era sellado e iba muriendo por desgastes de sus piezas. Fue un cáncer general.
    Era un motor como el del Cepillo de Lulo de la Rosa,sellado por debajo y le permitía tirarlo al rio boyando. Este Cepillo murió arando 20 tareas para la siembra de Maiz,un ataque del corazón provocado por un descuido de aceite,causando una explosión. Fue llorado por un pueblo ansioso de montarlo.

    No me sigas hablando de Bubula,ya mi pañuelo está inundado de lágrimas.

    Manito

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador