domingo, 1 de mayo de 2011

APOLINAR AMARO DÍAZ (DON POLÍN)

LEYSIMELOCUENTA
Por Ley Simé

Con Cariño para toda su familia.

Llegó a Mao procedente de Salcedo, por allá por el año 1937 a la edad de 17 años, dejando atrás su natal pueblo donde desde muy temprana edad desarrollaba tareas agrícolas junto a su padre don Pedro Amaro y su madre, la señora Isolina Díaz (Mamá Iso).

Don Polín había nacido en Gurabo, Santiago, en el año 1920 y a la edad de siete años, en 1927, su familia su mudó a Salcedo, de donde son oriundos los Amaro.

Al llegar a Mao, el insigne munícipe don José Agustín Amaro Sánchez, era el síndico de Mao (1937). A su arribo, se inserta en su primera labor como ayudante de topografía, cadenero, haciendo deslindes en las sierras donde operaba la Industria maderera. Luego, por iniciativa de su hermano, don José Agustín Amaro Sánchez, síndico, es nombrado operador fogonero en la planta eléctrica y también como ayudante de líneas, devengando un sueldo de RD$35.00 mensuales. Un año después renuncia a este cargo para dedicarse al mundo de los negocios. Sus primeras actividades en este campo las inicia haciendo pininos en el negocio de algunos rubros (plátano, yuca, batata, ajo, etc.), entre otras mercancías.

Su aptitud tesonera y conocedor de la disciplina del negocio, además de su dote prodigiosa innata en las relaciones humanas, decidido siempre a dejar encantado al cliente que requería de sus ofertas, hizo que este señor se elevara y fuera calando peldaños, por su entusiasta e incansable labor, hasta levantar un almacén de provisiones en el mercado de la 27 de Febrero con Independencia. En años posteriores adquirió todos esos bienes y fue el propietario de todo ese lugar.

En 1949 contrajo su primera boda con la señora Elsa Barrera, con quien procreó una bonita familia integrada por: Juan Apolinar (Cucho), Pedro José (Peché), Oscar (El chino), Santiago y Rhina. Jóvenes muy apreciados en la sociedad Maeña por sus aspectos afectivos, respetuosos, sencillos y penetrables.

Al llegar a Mao, don Polín abrazó a este pueblo y lo hizo suyo, donde labró su nido y sus sueños por el resto de su vida. La sabiduría de este señor pareciera que le llegara de los confines del tiempo. En cada palabra que salía de su boca, había un mensaje y en su peculiar manera de hablar tranquilo, seguro y sincero, penetraba en el que lo escuchaba con todas las fuerzas persuasivas. Este señor desarrolló los más elementales procesos en el manejo de su clientela. Su inteligencia en el manejo del negocio, era una cátedra al más alto nivel en el ramo: con visión equilibrada y sostenida que apuntarían hacia la conquista del progreso y expansión de todos los campos de inversión en los que intervino con mucho éxito.

Afable, sonriente y receptivo, así se presentaba ante su clientela. Minucioso, pensativo y calculador en todo lo que trataba. Él mismo supervisaba todo, era su costumbre con ideas maravillosas que eran capaz de romper esquemas, porque su sensibilidad de ver las cosas, propiciaban satisfacción en todo. Quizás sin saberlo, desarrollaba el mismo lineamiento inspirado en el pensamiento de aquel famoso sabio Chino de la antigüedad, Lao Tse: "Las grandes realizaciones son posibles, cuando se le da importancia a los pequeños comienzos". Este sabio plasmó esas ideas en un papel, pero don Polín las puso en práctica en el crudo campo de la realidad de la vida.

Involucró desde muy temprano a su prole en el manejo de los negocios. Poco a poco los fue puliendo hasta lograr el elemento bien tallado y ellos asimilaron las reglas del patrón- padre y hoy por hoy, esas empresas marchan en la misma dirección diseñada por el padre y maestro. Todo lo bueno hay que continuarlo.

Pasado algún tiempo, don Polín se unió en segundas nupcias con la señora Aleja Bonilla, con quien procreó a una adorable y respetuosa familia integrada por Nelson, Azilde, Roxanna, Karina, Claudia, Vanessa y Judith, a quienes les entregó todo el cariño hasta la hora de su despedida de este mundo.

EL SER HUMANO

Era muy abierto y de corazón blando cuando alguien se le acercaba y le planteaba una situación de alimentación o de salud. Si estaba consciente de la verdad, no escatimaba esfuerzo para resolver e ir en ayuda, las que les llenaban de satisfacción cuando ésta tenía el destino correcto. Pero era austero con los lisonjeros que pretendían sorprenderlo en su buena fe, por su alta visión de leerle el rostro a la mentira. Estando junto a él, en una ocasión llegó un señor secándose el llanto que brotaba de sus ojos a plantearle al don que le ayudara con el mortuorio de su madre. El don le pidió la dirección y le dijo que fuera a su casa a esperar la ayuda pedida. Al llegar a la referida dirección, nos quedamos atónitos. La casa estaba llena de borrachos y se escuchaba un son cubano.

SUS COSAS

Todos los sábados, cuando la oficina cerraba, don Polín sacaba un litro de whisky y algunos refrescos para brindar por la jornada de la semana que acababa de terminar. Maximito Rodríguez, el hijo de Coplé, era el primero en ser invitado a recibir su trago. El don le preguntaba: Y usted, ¿va a tomar? A lo que contestaba Máximo: Sí, un chinchíiiin. Don polín le dejaba caer dos gotas en el vaso y retiraba la botella. No, tan chin, no; y luego don Polín le ponía el vaso por mitad y se alejaba con su peculiar sonrisita. Sí, y Máximo se lo tomaba todo. Por ahí comenzaba una especie de reunión en camaradería llena de cuentos, chistes y relatos. El cuento del Piringulingo le encantaba; también la del señor que su esposa le pidió que le trajera bracieres cuando regresara del trabajo, etc., etc. Nos contaba el don, que en una ocasión cuando él tenía la tienda de electrodomésticos, llegó un señor, quien dijo ser el operador de la draga que limpiaba la compuerta del canal mayor y quería un juego de mecedoras, que para entonces tenía un costo de RD$60.00. Pagó RD$20.00 de inicial y se llevó las mecedoras. No volvió a aparecer más por seis o siete años y las referencias era que se había mudado de Mao. Ya olvidado eso, en una ocasión regresábamos de Santiago a Mao, el don y quien suscribe. Don Polín había encargado unas longanizas en Esperanza para recogerlas de regreso.

Cuando entramos por una calle paralela a la principal, cerca de la casa de la señora de las longanizas, allí estaba sentado el señor de las mecedoras. Al día siguiente, el don mandó a José Molina, que era el cobrador de la empresa, con facturas y todo. Al llegar y ver al señor, con las mismas características explicadas, le dice: ¿Es usted Pedro González? El habilidoso señor le contesta: ¿De parte de quien? Y el ingenuo Molina contesta: De La Buena Esperanza. Y el señor, que era el mismo Pedro González, le responde: Pedro González es la segunda base de los Yanquis de New York y está fuera del país. Al Molina enterar al don de esto, lo hizo soltar una carcajada. Siempre nos contaba que hasta cuando se despertaba en las madrugadas se reía de ese episodio. Ojalá esté en la paz de la gloria de los cielos.

LOGROS

Utilizaba el término "La Buena Esperanza" como una bendición a sus proyectos comerciales, a los que vivió entregado en cuerpo y alma. Desde sus inicios en los negocios aferraba su fe en la buena esperanza y así bautizó su almacén, La buena Esperanza. Y continuó poniéndole el mismo nombre a la tienda de electrodomésticos y a la ferretería con su puesto de madera. Luego continuó con sus inversiones en el negocio de vehículos, motores, plantas eléctricas y otros para el uso de la agricultura, con el surgimiento en Mao de la Amaro Motors. Con el paso de los tiempos abrió en Santiago su primera sucursal y así continuó con otra en Santo Domingo.

También intervino en el negocio financiero, solo para tener una idea de la pujanza y expansión de aquel hombre que llegó a nuestro Mao deslindando terrenos, reparando líneas de tendido eléctrico y luego pasó a echarle leña a una caldera para poner en movimiento la planta que daba luz a nuestro pueblo. Hoy por hoy, Mao debe sentir el orgullo de haber adoptado a este hijo emprendedor que en el paso del tiempo se convirtió en un verdadero "best seller". Descendió a la tumba de los buenos maeños el 9 de Agosto del 2005 y junto con él se fue un pedazo del arado y las espigas de arroz. Paz a su alma.

5 comentarios:

  1. Muy bonita semblanza de Don Polín, a cuya familia nos une una gran amistad. Primero, prácticamente compartíamos el patio de nuestras casas con los hijos de su primer matrimonio, pues fuimos vecinos por mucho tiempo de Don Juan y Doña Gloria Barrera, abuelos maternos de Cucho, Peché, El Chino, Santiaguito y Rhina. Luego, tuve la oportunidad de compartir proyectos y trabajar con Doña Aleja y su hija Azilde, y a través de ellas con la segunda prole, muy digna y trabajadora.

    Tal y como señala Ley, Don Polín fue un hombre emprendedor y tesonero. De aquellos, que como dice el poeta, "hacen camino al andar" y contribuyen al progreso y al desarrollo de los pueblos. Lo recuerdo con mucho cariño.

    Un saludo afectuoso y deferenta para todos sus hijos e hijas y a Doña Aleja.

    Fernan Ferreira.

    ResponderBorrar
  2. Saludo con cariño a la prole de este gran hombre: Cucho, Peché, el Chino, Santiaguito, Rhina, Nelson, Azilde, Roxanna, Karina, Claudia, Vanessa y Judith... fue su padre un ejemplo vivo de decencia, civismo y dedicación. Mis respetos a su memoria y a ustedes sus herederos, amigos del alma. Extiendo mi cariño a Dña. Aleja, su viuda.
    Isaías

    ResponderBorrar
  3. Me uno a reverenciar la memoria de don Polín, un verdadero titán del desarrollo maeño. Cuando mi padre me prometió enseñarme a pescar yo encontré anzuelos en la ferretería de don Polín, y en su tienda mixta me compraban los zapatos.
    Abrazo a mi condiscípulo Cucho y a todos sus hermanos.
    Guarionex Flores
    guarionexf@gmail.com

    ResponderBorrar
  4. En nombre de la familia Amaro agradecemos al Sr. Ley Simé por haber compartido con los lectores de MEEC esta semblanza de nuestro padre, Polín Amaro. Papá fue un hombre cuyas enseñanzas trascendieron las paredes del hogar y se proyectaron en la comunidad y en la región, para orgullo y satisfacción de todos nosotros. Gracias por valorar su hoja de vida y darla a conocer a través de este importante medio.

    Roxana Amaro
    roxanamaro@hotmail.com

    ResponderBorrar
  5. EXCELENTE NARRATORIA DE UN GRAN HOMBRE DE NUESTRO MAO QUERIDO.......HOMBRE SERIO, NOBLE Y TRABAJADOR ... PROCREADOR DE UNA ESTIRPE DE CIUDADANOS EJEMPLARES DE NUESTRA PROINCIA...!!!!

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador