martes, 21 de agosto de 2012
ASÍ LO RECUERDO...
EL DÍA QUE VI LLORAR A MI PUEBLO
Por Ramón "Papito" Mármol
Nota: este hombre anda por Mao.
Mao, común cabecera de la provincia Valverde, ha entregado a la patria muchos de sus hijos a quienes quiso y recordará siempre por su lucha y sacrificio; hombres de todos los niveles sociales, desde el más humilde hasta el más poderoso; hombres que se distinguieron no sólo en su pueblo, sino también a nivel nacional. Pero esos hombres un día entregaron la vida en su lucha por la libertad de su pueblo y su país.
Hombres de coraje, valentía y compromiso; hombres comprometidos con su pueblo y la patria donde la palabra empeñada era un honor y el sacrificio una honra; hombres como esos ya quedan pocos en mi pueblo.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Manuel de Jesús “Milet” Haddad, muerto en un atentado en la carretera Santiago-Puerto Plata, siendo el gobernador de nuestra provincia y quien junto a Evelio Martínez, Sergio Peña, Pango Muñoz y Ramón Emilio Cabrera “Tito” se desplazaban por esa carretera en actividades políticas, salvando estos últimos la vida milagrosamente.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Fernando Arturo “Papito” Ramírez Torres, muerto en las montañas de Quisqueya en el levantamiento del 1J4, un humilde hijo del barrio el Rincón.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Manuel de Jesús “Piculín” Fondéur, muerto en las montañas de Quisqueya en el levantamiento del 1J4, oficinista de profesión y hombre de principios inquebrantables.
Vi llorar a mi pueblo la muerte de Manuel de los Santos Reyes “Reyito”, un joven de unas condiciones humanas increíbles y quien fuera el secretario de las oficinas del 1J4 en Mao.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Ledesma Colón Tejada, muerto en la trinchera del Honor, hombre de coraje que honró el barrio los Cambrones y quien organizó los contra-paleros en nuestro pueblo para contrarrestar los abusos del grupo los paleros, organizados para reprimir a los ciudadanos enemigos del tirano y de los remanentes del mismo.
Yo también lloré junto a mi pueblo la muerte de esos grandes hombres, que fueron íntegros, guía, ejemplo de sacrificios y valentía, hombres que se entregaron en cuerpo y alma a luchar por la redención de su pueblo y su país, hombres que se convirtieron en HÉROES Y MÁRTIRES de nuestro pueblo y nuestra patria.
No es que mi pueblo no lloró la muerte de esos otros grandes hombres que lucharon por su libertad, sino que estos fueron los que yo vi por los que lloró mi pueblo.
¿Dónde está el mausoleo que honre a estos valientes? Mi pueblo debe un monumento por lo menos al sacrificio de estos valientes. Llorar no basta.
Por Ramón "Papito" Mármol
Nota: este hombre anda por Mao.
Mao, común cabecera de la provincia Valverde, ha entregado a la patria muchos de sus hijos a quienes quiso y recordará siempre por su lucha y sacrificio; hombres de todos los niveles sociales, desde el más humilde hasta el más poderoso; hombres que se distinguieron no sólo en su pueblo, sino también a nivel nacional. Pero esos hombres un día entregaron la vida en su lucha por la libertad de su pueblo y su país.
Hombres de coraje, valentía y compromiso; hombres comprometidos con su pueblo y la patria donde la palabra empeñada era un honor y el sacrificio una honra; hombres como esos ya quedan pocos en mi pueblo.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Manuel de Jesús “Milet” Haddad, muerto en un atentado en la carretera Santiago-Puerto Plata, siendo el gobernador de nuestra provincia y quien junto a Evelio Martínez, Sergio Peña, Pango Muñoz y Ramón Emilio Cabrera “Tito” se desplazaban por esa carretera en actividades políticas, salvando estos últimos la vida milagrosamente.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Fernando Arturo “Papito” Ramírez Torres, muerto en las montañas de Quisqueya en el levantamiento del 1J4, un humilde hijo del barrio el Rincón.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Manuel de Jesús “Piculín” Fondéur, muerto en las montañas de Quisqueya en el levantamiento del 1J4, oficinista de profesión y hombre de principios inquebrantables.
Vi llorar a mi pueblo la muerte de Manuel de los Santos Reyes “Reyito”, un joven de unas condiciones humanas increíbles y quien fuera el secretario de las oficinas del 1J4 en Mao.
Vi llorar a mi pueblo por la muerte de Ledesma Colón Tejada, muerto en la trinchera del Honor, hombre de coraje que honró el barrio los Cambrones y quien organizó los contra-paleros en nuestro pueblo para contrarrestar los abusos del grupo los paleros, organizados para reprimir a los ciudadanos enemigos del tirano y de los remanentes del mismo.
Yo también lloré junto a mi pueblo la muerte de esos grandes hombres, que fueron íntegros, guía, ejemplo de sacrificios y valentía, hombres que se entregaron en cuerpo y alma a luchar por la redención de su pueblo y su país, hombres que se convirtieron en HÉROES Y MÁRTIRES de nuestro pueblo y nuestra patria.
No es que mi pueblo no lloró la muerte de esos otros grandes hombres que lucharon por su libertad, sino que estos fueron los que yo vi por los que lloró mi pueblo.
¿Dónde está el mausoleo que honre a estos valientes? Mi pueblo debe un monumento por lo menos al sacrificio de estos valientes. Llorar no basta.
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Papito ; si ,me acuerdo que los vimos. Tambien vimos a Yoryi Morel (borojol), Món Ramirez despues de aguantar 18 planazos con un Colín en la cárcel y no botar una lágrima de dolor,a Tomás Matias, a Niño Sanchez,a Toñe Colón,a Fulvio Felipe y otros que ahora no me llegan a la mente,pero al último que vi fue a Pedro Felipe dentro de un ataud,luego de pasar casi 50 años trancado en un patio en estado de locura provocado por los choques electricos recibidos en la carcel de las 40.
ResponderBorrarTodos estos los vi caminando por nuestras calles sin la historia ni el pueblo decir nada de ellos. Sé que los hemos ignorado,pero no intencionalmente, y hemos querido compensar nuestras fallas con un Monumento que nos hemos propuestos contruir los maeños de buen sentir y así darles las gracias a ellos y a otros que hoy en vida son bien merecido de esa gran honra.
Gracias Papito Mármol por recordarme todos esos episodios ,que trajeron a mi mente esa noche plomiza cuando el pueblo desafió las órdenes militares de toque de queda y rodeado de ellos tomó camino al cementerio con los cadaveres de Piculin,Reyito y Papito para darles su último adiós.
Cuántos hombres decididos; creo que todavía quedan.
Gracias, Papito, por un acertado y oportuno escrito.
ResponderBorrarIsaías
Papito, apreciado amigo,... también a mi me tocó sufrir esos penosos momentos junto a mi familia, puesto que Manuel Fondeur (Piculín)era mi primo hermano muy querido por todos los que lo conocían e hijo único de Tía Anadina. Te agradezco en mucho el que hayas retrotraído esos memorables acontecimientos de infeliz recordación, puesto que a todos los caídos les conocía, así como a sus queridos familiares.
ResponderBorrarTengo entendido que se están gestando diligencias para erigir un monumento en la memoria de esos héroes ilustres, cuyo liderazgo recae principalmente en MEEC y el Comité de Historia de Mao, si mal no tengo entendido.
Gracias infinitas por ese noble acierto de tu parte, por lo que me uno a tu valedera preocupación, por lo que exhorto a todos los compueblanos a participar activamente por esta pertinente y atendible causa.
Mi sincero aprecio de siempre,...con saludos afectuosos.
Nelson Rodriguez Martinez(Cuqui).