martes, 5 de abril de 2011

RECORRIENDO EL MAO DE ANTAÑO-2

NEGOCIOS MÁS MENCIONADOS Y MÁS VISITADOS DE MAO, LA MAYORÍA YA DESAPARECIDOS - 2
Por Ramón Mármol (Papito)

Para leer la primera parte de este trabajo, haga clic aquí.

Otro negocio que hay que recordar es el Teatro Jaragua ya que tenía una forma muy original de anunciar sus películas: lo hacía por medio de unos cartelones que colocaba en las esquinas de las principales calles de la ciudad y en la tarde salía FORO con su instrumento anunciador, que era una especie de embudo grande, por donde anunciaba la película de la noche; esto lo hacía colocándose en las esquinas de la mayoría de las calles del pueblo, luego apareció el anuncio por medio de un vehículo anunciador, recuerdo que el chofer era el Señor Del Villar, en un principio y el anunciante era Mariachi. Ese vehículo hacía su recorrido por la ciudad convirtiéndose así en el primer vehículo anunciador de Mao. (Leer El mariachi y las películas).

No olvidemos que FORO, con su instrumento de trabajo, era anunciante de algunos comercios y también de las invitaciones a los velorios y entierros de muchos de los fallecidos; en la información indicaba el nombre del fallecido, lugar del velorio, día y hora del entierro. Los comelones se encargaban de calcular cuando celebrarían los 9 días.

Recordamos la fábrica de Vinagre y Sazonador Patrón Santiago, de Chichito Rodríguez, en la calle Máximo Cabral frente a Tilán Rodríguez y Don Marino Tió. También fue almacén de ventas al por mayor.

Otro negocio muy popular en Mao fue la compra-venta de Luis el Sordo, en la calle 27 de Febrero esquina Santa Ana, negocio que sacaba de apuros a muchos o talvez los metía en él. Niño Almonte, siendo un pichón, fue el tenedor de libros de ese negocio por mucho tiempo.

También recordamos la compra-venta de Ángel Germosén, en los Cambrones, en la calle Baltasar Rodríguez esquina Sabana Larga.

Otro negocio que llamaba mucho la atención era un señor que viajaba desde Santiago y que se hacía llamar “Puerto Rico a Pie” ofreciendo por las calles de Mao, agujas, hilos, botones, chambras, dedales, ganchos de pelo, elástico, rolos, redecillas, y otros productos. Recuerdo el producto que lo hizo popular en Mao, aquel en que él anunciaba, además de Puerto Rico a Pie, ‘ELÁSTIGO PARA LA MOJIGANGA VIEJA ESA” o “ELÁSTIGO PARA EL JOJOJO”.

Recuerdo al Señor que venía de Yerba de Guinea, Hato Nuevo, Ámina o Potrero, no recuerdo bien su procedencia, vendiendo miel de abeja, si mal no recuerdo se llama o llamaba María, pero lo más interesante era su anuncio por las calles de Mao, el decía “llevo miei (así con i) de abeja” y al pronunciarlo parecía que lo hacía con las fosas nasales.

Recordemos también que todos los días a partir de las 12:00 m salía un joven con un canasto de paletera con una variedad de dulces que ofrecía casa por casa y que eran producidos en la panadería Reyes de la familia Reyes de la Calle Duarte.

¿Por qué no recordar el café de Efigenia en el Mercado Viejo y en el construido después, por no decir el Nuevo; café que la mayoría de los madrugadores pasaban a tomar?

No he olvidado los que vendían carbón, en burros y carretillas, leche, verduras, que por lo general venían de Ámina y Hato Nuevo y que a la vendedoras las llamaban marchantas por ser ese el nombre que ellas les decían a las compradoras.

Otro que veíamos era Bilimbín, quien vendía carne de cerdo y vaca todas las tardes; la mayoría era por encargo.

También veíamos animales, casi siempre burros cargados de pollos y gallinas, así como los vendedores que cargaban sus pollos en un palo que se ponían sobre sus hombros y que el comprador tenía que matar en la casa, ya que se vendían vivos.

Tampoco he olvidado los animales y los vehículos (por lo general Jeeps) que venían de Mamey con sus cargas de aguacates, naranjas, mangos, yucas y otros productos que casi siempre vendían al por mayor en el Mercado Viejo. Después de construido el otro mercado, estos vendedores comenzaron a desaparecer y hoy se ven muy pocos de ellos.

Otros negocios muy populares en Mao eran las panaderías, recuerdo la panadería de Yayito, en la calle Sabana Larga, entre las calles San José y Beller. También en el mismo local tenía una fábrica de chocolate (de tabla, así les decíamos).

Recuerdan a Feliz y su bicicleta de canasto que surtía de panes y galletas a la mayoría de los negocios del pueblo. Una de las cosas que yo siempre me he preguntado es ¿porqué Feliz no se montaba en la bicicleta? Feliz era también el repartidor de periódicos. Nosotros le decíamos “Feliz el caribero”.

También recuerdo a Pingüe en su caballo, que surtía de pan, galletas, chocolates, caballitos y demás productos fabricados en las panaderías a los comercios cercanos del área, principalmente Laguna Salada.
La panadería de Guarocuya Fondeur, en ese entonces era la primera casa o construcción de la calle Sánchez.

La panadería de Mallía, en la calle Capotillo esquina prolongación Emilio Arté en Sibila, colindante por la parte trasera con el Jimenoa, también ahí hacían los famosos jalaos, coconetes, caballitos, tabletas, bienmesabes, etc.

Panadería Reyes, de la familia Reyes, en la calle Duarte, entre las calles Sánchez y Santa Ana, próxima al parque de recreo, también hacían una variedad de dulces que vendían en su local y por las calles del pueblo.
Había otra panadería en la calle Constitución, entre las calles Duarte y 27 de Febrero, pero no recuerdo sus dueños.

En la Calle Duarte, entre las calles Santa Ana y Constitución, había una panadería que colindaba con la familia Santana y frente a ella había como un secadero, no sé si lo fue en algún tiempo.

Otra panadería que desapareció hace mucho tiempo era una que estaba en la calle Sánchez, entre las calles San José y 27 de Febrero, en el mismo terreno donde estaba el transmisor de Radio Mao y luego también los estudios, y colindante con la casa de la profesora Srta. Moraima Gil.

Recuerdo también que en la calle Sabana Larga, en el lugar donde vivían o viven los Chaco, (así les decíamos) entre las calles Duarte y 27 de Febrero, y con frente a un extremo del ayuntamiento hoy, en la parte trasera del lugar, había una fábrica de chocolate.

Las ebanisterías que yo recuerdo de esos años son: la de Caonabo Fondeur, que estaba en la calle 27 de Febrero, frente a frente a la entrada principal del ayuntamiento de hoy.

La ebanistería de Bilincito Tejada, en la calle 27 de Febrero, entre las calles Talanquera y Sabana Larga, en el mismo edificio donde por mucho tiempo hubo o hay una iglesia.

La ebanistería de Mario Evertz, en la calle Mella, en el mismo lugar donde vivia, entre las calles Duarte y 27 de Febrero.

La ebanisteria de Neo, en la calle Independencia, en los cambrones entre las calles Baltazar Rodríguez y 19 de Marzo.

Tambien recordamos a Busún, en el Sector del Joyo de Maroa, en la calle Sabana Larga que se dedicaba en la fabricación de ventanas y puertas de madera, como también a trabajos de carpintería.

En la calle 27 de Febrero también estaban los Suela, así eran conocidos, que se dedicaban a trabajos de carpintería, aunque también realizaban trabajos de ebanistería.

Los Silverio, familiares de Evelio, que se dedicaban a la carpintería, todos los hijos trabajaban el oficio.

Creo que la mayoría recuerda a Ramón Bonilla y sus hijos, Simán y Euclides, su especialidad era la fábrica de camas de camiones.

Las carnicerías o carniceros mas nombrados y que yo recuerdo son Manolo y Feliz (había otros, pero no recuerdo sus nombres) en el mercado viejo, cuyas casetas estaban en la parte trasera del mercado y frente al estacionamiento de los burros y caballos (tenían su estacionamiento privado) y la gomera de Lilo.

Niño Tineo, frente la panadería Reyes en la calle Duarte, luego en el mismo lugar donde había una panadería próximo a la familia Santana y después frente al mismo lugar en la calle Duarte, entre las calles Constitución y Santa Ana.

En el patio de la tienda de Chelo y Minerva, en la esquina de las calles Duarte y Talanquera y con el frente hacia la calle Duarte, había un caseta que yo no recuerdo si era leche o carne que vendían.

Aunque no era un negocio, sino un servicio, no quiero dejar de mencionar a Benito, su carreta y su buey (el famoso cabo de vela, “cabo e’vela”), que recorría las calles de Mao llevando hielo, leche y carne a los empleados de cierto nivel de la Finca Bogaert. Tampoco olvidamos sus recorridos los días sábado, donde llevaba a los mismos empleados, cocos, cañas, guineos, rulos, víveres, frutas y, cada cierto tiempo, animales vivos como cerdos, chivos y ovejos.

En este caminar por las calles de Mao, es posible que haya olvidado algún nombre o negocio, pero con la colaboración de ustedes se pueden aclarar o agregar estos, pero no olviden que me he referido a los negocios más viejos y los más mencionados o populares de los años 50 y principio de los 60.

8 comentarios:

  1. Excelente remembranza mi amigo Ramón (Papito) Mármol. Varios de esos negocios y personajes los conocí. Al leer tu articulo sentí nostalgia por aquellos tiempos. Aprovecho para felicitar a los colaboradores de MEEC(Srs. Manito Santana, Evelio Martinez, Rolando "Cuchara", Ley Simé, Papito Rincón, entre otros) que realizan este tipo de escrito, ya que nos remontan a esa época tan sana, y por que no, tan inocente e ingenua forma de vivir. Gracias de corazón a todos!!!

    De ustedes,

    Diómedes Rodríguez Martínez

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  2. Papito, el nombre del dueño de la panadería que estaba entre las calles Constitución y Santa Ana era Tito Santana. Era un señor grande y fuerte que vestía mucho ropa de kaky.

    Rolando Espinal

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  3. Mi querido Papito : Te lo voy a perdonar porque me gustaron tus negocios,pero ¿cómo se te olvidaron los Quipes de Mamá, acaso no llegaste a comerlos ? los mejores del mundo.
    Corrijo :"Puerto Rico a pié",era un grandulón indio vendía ropa con un bulto al hombro; y el de los elastigos para jojo,jojo era un blanquito,medio calvo con una cajita,que fue sustituido porPuerto rRico a pié.(usaba zapatos blancos)
    Panaderia de Negro Minier-en la Constitución.
    Carnicerias-.Augusto,Frente a Guarocuya,Dominguito el sordo junto a la panaderia de Tito(mi tío)Tinita en la Constitucion casi esq. Emilio Arté(asaban puerco para Navidad.
    Frente a Tito,donde tu dices de un secadero,existió una Fonda de Beatriz,la madre de nuestro querido pelotero Papi Minaya.
    El de carreta con hielo me parece que le decian "Mona" remolcada con un mulo gigante.
    Se te olvidaron las lecherías y los "suavecitos"o dulcitos que vendia Carpin Crespo en la calle Sanchez al final(detras donde vive o vivía doña Gina Reyes,próximo al canal mayor.

    Abrazos
    Manito

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  4. Papito:

    Por allá, por los años 50, en una carreta alta, jalada por una "mula del gobierno" (unos mulos grandotes que importó Trujillo), salía un moreno a quien apodaban "Mona" a vender hielo de la "Casa Bogaert", en bloques de 100 libras, que también se vendían "al detalle", o pedazos más pequeños. Para que este producto no se derritiera, lo "enterraban" en paja de arroz, en la cama de la carreta.

    Quienes no teníamos neveras (era un lujo tener este artefacto), y queríamos beber agua fría, teníamos que acechar a Mona, quien anunciaba su presencia o su paso frente a las casas repicando un potente timbre o campana pequeña, casi siempre alrededor del mediodía.

    Un abrazo,

    Fernan Ferreira.

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  5. En los 70 habia un señor que empujaba una carreta comprando botellas. El pago por las botellas era un pedazo de dulce cristalino de varios colores y que el tamaño era de acuerdo a cuantas botellas tenias. Lo esperabamos religiosamente.

    Janio Perez Estevez

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  6. Papito: Mona esta vivo, esta sufriendo de trastornos mentales desde hace tiempo, se le ve calle arriba y calle abajo, que pena un hombre de trabajo.

    Saludos

    Angel Berto Almonte

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  7. Con relacion a lo que dice Janio, es verdad, mi epoca de ninez es la decada del 80, y me acuerdo de ese senor que compraba botellas y el pago era con dulces,,, tambien en mi epoca habia un senor morenito,con el pelo lacio y de pequena estatura que vendia helados despues del mediodia, el apodo de este senor me daba una risa del carajo, su mote es impublicable ,le decian "t... peinao,,,,(hay de aquel que le dijera ese nombre).....ALEJANDRO J SANTANA

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  8. Una mercancia muy buscada en esos tiempos eran los caramelos de doña Consuelo (los de guayaba eran mis preferidos). Tambien recuerdo a un señor que iba un dia a la semana a Mao con su lata llena de pescados, llamado Misterio.
    Grisel Lora

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