MACA CHICLET
Por Evelio Martínez
Nota: Esta narración contiene lenguaje y situaciones vulgares.
Relacionados: Macachicles y el Chino el zapatero y Macachicles y el Patrón Santiago.
Al igual que con Turrú, el hábito no hace al monje, ni el nombre al prójimo.
Este obrero de la horma y el martillo para arreglar, reparar o hacer zapatos, que llevaba sobre sus hombros este mote o apodo llegó a Mao, procedente de Santiago, y se jactaba de ser de la Joya, y juró por la bandera maeña como solía decir. Cual zapatero de fama no laboraba los días del zapatero (los lunes) y lo dedicaba ceremoniosamente al Dios Baco. Además decía que era ingeniero químico y que convertía en orina el ron y el vinagre que se bebía.
Yo conocí a Maca Chicle ya en las postrimerías de sus andanzas, cuando ya no ejercía la profesión de la media suela y la remonta y estaba ya dedicado a libar y trasegar, como decía Toño Colón, otro de los contertulios. Me contaba sus anécdotas y correrías y luego terminaba con esta petición: “Doctor, deme medio pa’ un pote”; eran cincuenta centavos de la época que tenían valor y servían para comprar una botella de cara e gato, Bermúdez. Las travesuras de este personaje fueron muchas, tantas que cansado de imponerle multas, el célebre Juez de Paz de Mao, Don Arsenio Franco, lo conminó a salir del pueblo, e ir a zonas aledañas a cometer sus fechorías y borracheras.
A la semana, “el deportado” fue llevado de nuevo ante el magistrado Don Arsenio y oyendo la reprimenda, de pie ante el Cristo le contestó: “este jumo me lo di en Esperanza, fuera de su jurisdicción”. Don Arsenio solo se rió y lo despachó.
En cierta ocasión lo sorprendió la policía orinándose en la glorieta del parque Amado Franco Bidó y lo llevaron al juzgado; esta vez, don Arsenio le aplicó la ley de violación a las buenas costumbres y comportamientos y fue multado a cinco (5) pesos y la costa que eran setenta y cinco (75) centavos; Maca Chiclet pagó con seis (6) pesos y le dijo al secretario: “Quédese con los veinticinco (25) centavos, que yo también me tiré un peíto”.
Los lunes, “día del sastre, zapatero y obreros de la tijera y la chaveta”, no se trabajaba y estos contertulios se juntaban desde temprano, algunos amanecidos desde el sábado anterior, en la zapatería “El Timbre”, propiedad del Chino Santana. (Manito desenreda esa madeja genealógica), a quien le llamaban El Timbre y con el aporte de todos, serruchando reunían para el pote. Maca Chiclet que era de los más avispados, aportó veinte (20) centavos y El Timbre le espetó: “Chiclet, quién le dijo a usted que una tercia vale veinte (20) centavos”.
En esta tertulia de los lunes se reunía lo mas graneado de los obreros de la tijera y la chaveta, como por ejemplo: El Timbre, Blanco Lala, Toñín, La Flaca, Coté, Blas y otros tantos.
En una madrugada después de una noche de parranda, Maca Chiclet se vio obligado a penetrar al patio de una casa de familia de apellido sonoro a realizar una necesidad fisiológica inevitable y perentoria. Al oír el alboroto entre la “Sangre de Cristo”, la señora de la casa se encontró con el zapatero en cuestión aplastado dando del cuerpo y exclamó:
- ¿Pero qué es esto?
- ¡Mierda contestó Maca Chiclet!
- ¡Esto es demasiado!
- Coma y deje, dijo el zapatero.
- Daré parte a la policía.
- Désela todita, exclamó, se limpió y se fue saltando los arbustos.
Este personaje que repetía, que bebía y lambía porque podía cambiar la lengüeta, pues su oficio era zapatero, llegó a beber vinagre cuando el ron no aparecía por escasez monetaria y esto lo puede atestiguar mi hermano, amigo y carnal Fernando Rodríguez Taveras, hijo de Don Chichito Rodríguez, industrial y comerciante de Mao, fabricante del vinagre y sazonador Patrón Santiago, donde Maca Chiclet iba y se bebía todo el vinagre que pudiera pero sin sacar botellas.
Murió de Cáncer en la Laringe y cuentan que se le calcinó la lengua, la que no pudo cambiar, no obstante ser zapatero.
¡Cosas de Maca Chiclet!
Esto me lo contó Pedro Jaime Tió. En una ocasión, Macachiclet había comprado dos potes de vinagre donde Chichito (fabricante del vinagre y sazonador Patrón Santiago, la industria por excelencia de Mao)y pasó un amigo en un motor y Macachiclet lo para y le da un trago y sujeto vio el mismo diablo. Pero Macachiclet le dice, espérate que no era el trago y le pasa la otra botella de vinagre. Cuando el sujeto se ingiere el segundo trago de vinagre, se enfada y se va con las dos botellas. Y Macachiclet, desconsolado, solo atina a decir: !Diablos me dejó con las dos tuercas (tapas) en las manos!
ResponderBorrarRa
Ahh Evelio curioso.'
ResponderBorrarPues bien,Macachicle era oriundo de Villa Vasquez,Pequeño fue a residir a Santiago,luego a Mao y al final regresó a su lar nativo ,donde murió por la cáusa citada, llegué a visitar su tumba.
El Chino Santana (el Timbre),hijo de Raul Santana,padre de Doña Silvia Madre de Cocolo,Ningue (qepd)y Juancito Taveras.
Macachicle o chingó como les decian sus íntimos siempre mantenía una risa con un relajo .
La señora donde él hizo su necesidad fue en la casa de Doña Pura Bogaert y Angel Tejada.
A parte de sus tragos de vinagre se los daba tambien de Alcohol que se usaba en las barberías con fines de desinfección y cuando lo usaba tiraba una frase "tengo un jumo de barbero".
Macachicle,vivió una vida miseriosa sin necesidad,ya que tenía dos hijos residiendo en NY y se cansaron de tratar de llevarselo y él nunca quiso.Cosas de la vida.
Abrazos
manito