Alma de
Sus ojos se han acercado
para morder
reír, caminar...
Yo les hablo desde la noche
con voz de viento
como saxo
que en la escena instrumental
de su vértigo
escribe las lágrimas de su sombra.
Salvaje
Gemir de la sombra
girando en derredor de tu suave
arena, cabello, alhelí.
Mi charla de manos te sostiene
en la telaraña de voces, de secretos
con garras de rayo desnudo
bajo la eléctrica garganta de tu ombligo.
A tu burla danzante adhieres
el corazón
de cadenas vaporosas y borde dentado
en este mi paso agrio
hacia los peces metálicos.
Munch
Copulan los abdómenes
su frío de espaldas
sin caer sobre la grama,
negros soles se desnudan
invirtiendo el incendio
de una mosca durmiente.
Los que sangran
arguyen peludas maneras
de morir
como en la soledad sin peso
de una llave esponjosa.
Excelente poeta, llamado por la luz.
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