jueves, 8 de mayo de 2014

MUERTE DE DESIDERIO ARIAS

Por Manuel Rodríguez Bonilla
El autor es miembro fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.


Escuchando la muy oída emisora Z-101, en su popular programa “El Gobierno de la Mañana”, escuché en la voz del conocido historiador Euclides Gutiérrez Félix mediante llamada telefónica que hiciera, referirse a las circunstancias de la muerte del entonces general retirado Desiderio Arias, en los inicios de la tiranía trujillista.

Las informaciones dadas por el conocido político tuvieron aciertos y varios desaciertos que merecen precisarse, para la efectiva orientación de la ciudadanía, considerando la gran audiencia y la confianza que inspira, por sus dotes intelectuales, Gutiérrez Félix. Llamé insistentemente al programa para ofrecer mis informaciones, pero el acceso resultó imposible, por lo que me he decidido referirme al caso en este artículo.

Desiderio Arias fue asesinado en los cerros de Gurabo, en las afueras de Mao, próximo a la hoy comunidad de Pueblo Nuevo el 20 de junio de 193l. Debe recordarse que Trujillo, ya decidido a establecerse con firmeza en el control de la nación, desarrollaba su estrategia de liquidar a todos los caudillos en cada región del país. Es por esto que días antes del asesinato del principal líder de todo el Noroeste, por sugerencia del ya Presidente Trujillo, Desiderio se reunió con él en Mao en casa de señor Agustín Hernández, donde luego funcionó por años la oficina de la Corporación Dominicana de Electricidad.

Disponemos de numerosos testimonios que afirman que mientras se desarrollaba la reunión Trujillo-Desiderio, seguidores de este último fueron llamados reuniéndose con los altos militares del tirano, comprometiéndoles a traicionar al viejo caudillo a cambio de dinero y de disponer del apoyo político del Gobierno. Se dice que esos desideristas, pasados luego a trujillistas, fueron los hermanos Torres: Alejando, Emiliano y José del Carmen, alias Carmito; así mismo, Victoriano Almánzar y Félix Rodríguez, alias Chaco.

Al concluir el encuentro con Trujillo, quien llegara al mismo completamente desarmado como muestra de que buscaba una paz duradera con Arias, Amado Colón, uno de los principales lugartenientes de Desiderio presente en la reunión, preguntó a su líder mientras Trujillo se alejaba en su caballo “¿Usted quiere que se lo mate? Ese sale más malo que Lilís”, oponiéndose el antiguo Ministro de Guerra de la República y entonces Senador por la provincia de Montecristi. Para el logro del objetivo, que era eliminar a Desiderio Arias, Trujillo facilitaría a través de los traicioneros desideristas armas inservibles y de limitados usos al núcleo de Desiderio, haciendo llegar al general Arias la voz de que las tropas de Trujillo se acercaban a Mao para hacerle preso, obligando al viejo caudillo y sus pocos hombres a tomar contra su voluntad el monte con las armas que los traicioneros le decían tener guardadas.

El periódico El Caribe destacó con informaciones diarias “la rebelión de Desiderio contra el gobierno legalmente constituido”. Todo estaba previamente montado. Mientras tanto, el Dictador esperaba el desenlace de los acontecimientos en la casa de su amigo Pedrito Chávez, en la comunidad de Guayacanes, a unos 5 kilómetros de la ciudad de Mao. Pedrito Chávez fue el padre de Pedro Chávez y este a su vez padre del conocido médico maeño Pedro José Chávez, que todo el que le conoció le recuerda con afectos como el Doctor Chávez. Aunque el El Caribe reseña que en las proximidades de las lomas de Gurabo se escuchaban intensos tiroteos, la verdad es que Desiderio y sus seguidores no lograron disparar un tiro. El disparo escuchado fue el de Victoriano Almánzar dado a la espalda de Desiderio Arias, seguido de tiros para avisar que el objetivo había sido alcanzado.

El Teniente Mélido Marte entró con sus tropas al filo de la medianoche por las espesas breñas hasta llegar al lugar donde reposaba el cuerpo sin vida de Desiderio Arias. El teniente Ludovino Fernández le corta la cabeza para llevarla a Trujillo como muestra de que la misión había acabado, haciendo sepultar su cuerpo cerca de donde fue asesinado por uno de sus hombres.
En la mañana del día siguiente la cabeza de Desiderio fue mostrada por las principales calles de Mao, como demostración de que la Era de Desiderio había concluido y de lo que le esperaba a quienes seguían al ya muerto caudillo noroestano.

Ya en la residencia de Pedrito Chávez, en Guayacanes, frente al tirano que esperaba, Ludovino saca del macuto que cargaba la cabeza de Desiderio. Trujillo reacciona con muestra de desaprobación, mandando a coloca de inmediato la cabeza a su cuerpo original; pues eso no encajaba con su plan de entregarlo a su esposa Pomona Navarro en Montecristi y mostrarlo a la prensa en Santiago, al tiempo de mostrarse compungido por el triste desenlace.

Al retornar la guardia a los predios de Gurabo en procura del cuerpo de Desiderio, el teniente Ludovino Fernández y acompañantes no lograron localizar el lugar exacto donde se diera sepultura, por lo que debieron dar muerte a un pobre hombre que se movía por el área para colocar a su cuerpo la cabeza y así cumplir con el mandato del tirano. Fue visible el desconcierto de doña Pomona al recibir el cadáver de su esposo, afirmando entre sus íntimos que ese cuerpo no correspondía al de Desiderio.

Al tiempo que Trujillo daba a la viuda las más sentidas condolencias y su pesar por “la caída de quien fue mi aliado y amigo”, sus fuerzas represivas perseguían, apresaban y asesinaban a los más cercanos seguidores de Desiderio. El ejemplar ciudadano Chaguito Espaillat fue asesinado, de lo que fue inculpado el valiente Amado Colón, aquel que en la reunión de mayo del 1931 le preguntara a Desiderio que si quería que asesinara a quien su olfato ya le decía saldría “más malo que Lilís”. Amado fue desaparecido.

El artículo fue publicado en hoy.com.do el 4 de mayo de 2014.

AFIRMACIÓN DE EUCLIDES GUTIÉRREZ FÉLIX QUE DIO LUGAR AL ESCRITO DE MANUEL RODRÍGUEZ BONILLA

RESPUESTA DE GUTIÉRREZ FÉLIX A LO ESCRITO POR MRB

1 comentario:

  1. Con toda la consideración y estima hacia Manuelo, a quien considero un pionero en las investigaciones históricas de Mao; una persona que se dedicó a indagar la historia de Mao, y en particular a rescatar del olvido el hecho histórico de La Barranquita y a luchar por el desarrollo de esta sociedad, quiero señalar algunos deslices que se colaron en su respuesta a Gutiérrez Félix. Lo hago porque desde inicios de la década de 1990 me dedico a recopilar informaciones sobre este personaje a quien la ideología trujillista colocó en el zafacón de la historia y deliberadamente opté por presentar una perspectiva del mismo, para lo cual entrevisté a personas de toda la Región Noroeste. Estos datos orales los confronté con los documentales. Aclaro que el único propósito que me anima al escribir estas líneas es el interés de la verdad histórica.

    De manera esquemática se pueden indicar los siguientes yerros:

    Primero. El periódico El Caribe no existía en 1931, sino que se fundó el 14 de abril de 1948. MRB lo cita en dos ocasiones. En esa época si realizaron un seguimiento puntual de los acontecimientos relacionados con la muerte de Desiderio los periódicos El Diario y La Información de Santiago, y La Opinión, el Listín Diario y el Nuevo Diario, de Santo Domingo.

    Segundo. Quien comandaba el pelotón que asesinó a Desiderio Arias no fue el teniente Mélido Marte sino el teniente Felipe Ciprián (Larguito). Mélido Marte sí mató a Salomón Haddad en Piloto. En este punto yerra Gutiérrez Félix.

    Tercero. Trujillo no se quedó en Guayacanes en la casa de Pedro Chávez sino en Santiago donde había establecido la sede del Gobierno. Y eso está ampliamente documentado en los periódicos de la época.

    Cuarto. Trujillo vino a Mao acompañado de Manuel Evertz además de Pedro Chávez. Es cierto que vino desarmado pero Mao estaba repleto de agentes secretos y guardias vestidos civil. Pero los apologistas de Trujillo utilizaron posteriormente este hecho para destacar su valentía.

    Quinto. No solo Amado Colón, padre de Delia Amada Colón y esposa de Quelo Tremols, Milano, quien vivía al lado de la clínica del Dr. Moya, se ofreció para matar a Trujillo sino varios de sus lugartenientes como Salomón Haddad y Pin Villamán. De hecho a Salomón lo mataron no obstante haberse acogido a las garantías de que se le preservaría la vida a todos los alzados. No hay evidencias de que Victoriano Almánzar y Félix Chaco se ofrecieran pues muchos de los seguidores del general Arias ya habían sido sonsacados por Trujillo por medio de prebendas (dinero y armas).

    Sexto. La cabeza de Desiderio Arias no la exhibieron en Mao sino que la llevaron a la Comandancia de Armas, ubicada donde está actualmente las oficinas del Correo. Allí la recibió Juan Antonio Reyes, mi vecino, quien en los años finales de su vida me relató ese hecho múltiples veces, pues en ese momento fungía como Juez Alcalde de Mao y la misma se guardó en un escritorio.

    Séptimo. Dicha cabeza no se la llevaron a Trujillo a Guayacanes sino que Ludovino Fernández se la entregó a Trujillo cuando este llegó a la barca y así da cuenta Pedro Delgado Malagón, quien escribió dos artículos en la desaparecida revista Rumbo, números 143 y 144 del 28 de octubre y 4 de noviembre de 1996, en los cuales plasma lo que le refirió su abuelo, el odontólogo Dr. Ángel Delgado, quien formó parte de la comitiva que acompañó a Trujillo hasta Mao y a quien este encomendó unir cuidadosamente la cabeza con el cuerpo.

    Respetuosamente,

    Rafael Darío Herrera

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