domingo, 11 de mayo de 2014

DESIDERIO ARIAS: COMENTANDO UN COMENTARIO

Por Manuel Rodríguez Bonilla

Comienzo el presente comentario destacando que el periódico HOY, a quien agradezco su atención, publicó mi artículo nueve meses después de cuando se lo enviara, tomando el que había mandado a sustituir al darme cuenta del desliz escapado de que El Caribe, en vez de El Nuevo Diario, se refería al “alzamiento de Desiderio en las lomas de Gurabo de Mao”. Ahora paso a comentar el comentario del buen amigo Rafael Darío.

Desiderio Arias, no obstante las publicaciones sobre su vida de la montecristeña Olga Lobety, el maeño Rafael Darío Herrera y el capitaleño Euclides Gutiérrez Félix, sigue siendo aún muy desconocido. Recuerdo que por el año 1985, conversando con el entonces Director del Museo de Historia y Geografía licenciado Chez Checo, le sugería al destacado funcionario lo necesario de que las instituciones relacionadas promovieran la investigación sobre este personaje que alcanzó un fuerte liderazgo que pesó sobremanera durante las primeras tres décadas del pasado siglo XX. El ser visto siempre con desconfianza por el Gobierno Militar Norteamericano que en violación a nuestra soberanía administró el país durante el periodo 1916-1924, y ser tratado como un enemigo por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo durante todos sus gobiernos (1930-1961), hizo desaparecer (ya sea asesinados o hechos ir al exilio) a los hombres más cercanos de Desiderio Arias (quienes hubieran sido fuentes importantes para los investigadores históricos), así como aislar al más impactante líder de todo el noroeste de la República aún después de su muerte, contribuyendo en esto los medios de prensa escrito dominados por la tiranía que envolvían su nombre con informaciones distorsionadas, acomodadas a los intereses y propósitos de Trujillo.

Por esto, estudiar a Desiderio sólo por las noticias publicadas por los periódicos de la época, es muy limitado y arriesgado. Ante esta situación, el testimonio de quienes estuvieron en el terreno de los hechos y de la intelectualidad que desde Mao vivió aquellos cruciales momentos, es muy importante a tener en cuenta.

En la procura de conocer los pasos de Desiderio Arias y las circunstancias de su muerte, además de las publicaciones periodísticas de esos momentos, dispongo de importantes entrevistas grabadas de don Rafael (Fello) Vidal, entonces Secretario de la Presidencia del gobierno de Trujillo, de Gregorio Almonte (mejor conocido como Don Goyo), joven para la época de alto sentido de curiosidad y de incomparable memoria; así como de don Parmenio Reyes, quien para el 1931 contaba con 28 años de edad y la entonces adolescente de 14 años que más tarde se conocería como la Maestra del Pueblo, doña Camelia Disla, entre otros.

A excepción del primero, quien en permanente comunicación con el Presidente Trujillo despachaba todos los asuntos del Gobierno desde su oficina en el Palacio de la Gobernación de Santiago, donde el tirano estableció el asiento de su gobierno hasta que terminara con las cabezas de los principales caudillos existentes en el Cibao, afirman de manera categórica que:

a) Trujillo esperaba en casa de Don Pedro Chávez, en Guayacanes, el desenlace de la persecución que tramó contra el ya enfermo y viejo Desiderio Arias.

b) Allí le fue llevada (a Guayacanes, no a Santiago) y presentada la cabeza del ex Ministro de Guerra, como muestra del éxito de la misión. El propio Rafael Darío Herrera, en su libro “Revueltas y Caudillos: Desiderio Arias Frente a Trujillo”, en su página 109, nos dice que “Trujillo prácticamente instauró su gobierno en Mao, respaldado por numerosos oficiales. El día 20 de junio, Trujillo retornó a Santiago y ese mismo día se produjo la muerte de Arias”. Desiderio fue asesinado en las primeras horas de ese 20 de junio, lo que es lógico comprender que Trujillo partió a Santiago después de asegurarse desde las proximidades de Mao de que su plan se había cumplido.

c) La cabeza de Desiderio fue presentada desde la glorieta del Parque y algunas calles a los maeños que curioseaban, antes de llevarla a la Comandancia de Armas y luego partir a mostrarla al tirano.

d) A lo largo de los años ha sido un secreto a voces, desde aquellos tiempos, que los hermanos Torres: Alejandro, Emiliano y José del Carmen, alias Carmito; así como Victoriano Almánzar y Félix Rodríguez, alias Chaco, traicionaron a Desiderio Arias, a cambio de favores recibidos.

e) Amado Colón Santana, mejor conocido como Amadito, y no Salomón Haddad, fue quien recomendó a Desiderio Arias eliminar a Trujillo el día de la reunión de ambos en Mao, en casa de señor Agustín Hernández. No se descarta que otros desideristas pudieran coincidir con su opinión, pero la verdad es que fue el valiente Amado quien dio la sugerencia al líder y se ofreció para ejecutar la acción. El Lic. Quénides Urbáez Colón, sobrino de Amado Colón, al referirse a todo lo que padeció su familia a lo largo de los años, por esa postura de Amadito, dice lo siguiente: “Ese error de Desiderio Arias, de no aceptar el consejo o sugerencia de mi tío Amado Colon Santana, fue lo que provocó su muerte y mi familia sufrió la desaparición de Amado Colon Santana, la muerte de sus dos hermanos (Paningo y Moreno), la cárcel y tortura de otros dos hermanos (Toñe y Fero), así como también, la cárcel y tortura en la silla eléctrica de mi hermano Antonio, de apenas 17 años en la cárcel La 40, a finales de la dictadura”.

Sin lugar a dudas, Desiderio Arias, líder con papel protagónico en los grandes acontecimientos que sacudieron la República: los que incluyen el asesinato de un Presidente, la caída de otros, la ocupación por fuerzas militares extranjeras del territorio dominicano y el surgimiento de la dictadura más feroz sufrida por pueblo alguno en América, entre otros, merece seguirse estudiando. Su papel en la historia fue muy importante y aún sigue siendo muy desconocido.

6 comentarios:

  1. El comentario de MRB suscita otras nuevas precisiones.

    1. Existe una abundante documentación sobre el ejercicio caudillista del general Desiderio Arias, tanto antes de 1930 como después. En el Archivo General de la Nación obtuve un legajo completo sobre su época de gobernador de la provincia de Montecristi, su participación en las diversas revueltas en la Línea Noroeste y en otras partes del país.

    2. Además, sobre la relación del general Arias con Trujillo Bernardo Vega publicó un volumen que recoge las correspondencias y otros documentos del Departamento de Estado sobre D. Arias que en Trujillo y Desiderio se escriben, Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 2009, 346 p. De modo, que no solo Olga Lobety y Euclides han estudiado el personaje. De modo que existe una amplia documentación sobre el mismo. La versión de Gutiérrez Félix es pobre pues repite el gastado aserto de Arias se sublevó cuando en realidad se trató de un movimiento puramente defensivo ante la información que le ofreció Totincito de que un grueso contingente militar cruzaba el Yaque en la barca.

    3 No existe ninguna evidencia documental sobre la presencia de Trujillo en la casa de Pedro Chávez en Guayacanes, ese dato probablemente lo obtuvo MRB de fuentes orales. De acuerdo con el testimonio del ingeniero Pedro Delgado Malagón, ya referido en el comentario anterior, Trujillo recibió la cabeza en la barca que permitía vadear el río Yaque del Norte. Veamos lo que dice Delgado Malagón:

    "Es un día olvidado de 1931 y Trujillo acampa, desde la mañana en la fortaleza de Santiago de los Caballeros. A media tarde el oficial médico recibe escuetas instrucciones de preparar instrumental y materiales sanitarios de emergencia. Luego se llama a ocupar uno de los tres o cuatro automóviles de una caravana que encabezará el general Trujillo... Algunas horas después, al llegar al río Yaque, a pocos kilómetros de Mao, los automóviles se detienen. No existe puente y es obligatorio cruzar el Yaque en una barcaza. En la orilla está el teniente Ludovino Fernández quien informa a Trujillo: "General, allá le tengo la cabeza de Desiderio". "Muy mal hecho". El general Trujillo está visiblemente nervioso y su automóvil es el primero que intenta subir a la embarcación... El automóvil en que viaja el oficial del cuerpo médico arriba al Juzgado de Paz de Mao (o Alcaldía comunal) en las primeras horas de la noche. Trujillo dispone: "Doctor, la cabeza del general Arias está en la gaveta de aquel escritorio. He dado órdenes para que traigan el cuerpo. Prepárelo y procure que no se advierta que la cabeza ha sido cercenada". La iluminación es pobre; apenas luces de quinqué. Con la ayuda de un temeroso subalterno, el especialista limpia y cose pacientemente las heridas en la cara y la cabeza desgajada". P. Delgado Malagón, Menesteres y otras urgencias, Santo Domingo, 1998, pp. 54-55. (continúa)

    Rafael Darío Herrera

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  2. Continuación:

    4. Cuando se produjo la muerte de Arias el pequeño poblado estaba repleto de militares y nadie se atrevió a salir a las calles. Es más, ningún periódico de la época se atrevió a publicar el día 20 o el 21 la muerte del general. Se limitaron a publicar una nota redactada por la dictadura que publicaron el 22 de junio de 1931.

    5. Se ha repetido mucho lo de la traición, pero el dato es contradictorio pues todos estos personajes acompañaron al general Arias en las lomas de Gurabo. Los Torres, por ejemplo, después de la muerte de Trujillo, se refugiaron en Haití y allí pasaron muchas penurias. Emiliano Torres acompañaba a Salomón Haddad cuando Mélido Marte lo asesinó en Gurabo. Ahora bien, todos estos personajes se entendieron Trujillo en un encuentro celebrado en La Mansión de San José de las Matas. Negro Chaco me confesó que le entregaron revólveres y luego le pagaba un salario de los fondos del Partido Dominicano. El grupo luego participó en la matanza de haitianos de 1937 y permanecieron un tiempo presos en la fortaleza de Montecristi como parte del teatro que hizo Trujillo.

    6. MRB incurre en un nuevo desliz pues cuando asesinaron al general Arias era senador por la provincia de Montecristi, no ministro de Guerra y Marina. Esa posición la desempeñó en el segundo gobierno de Juan Isidro Jimenes Pereyra (diciembre de 1914 y mayo de 1916).

    Rafael Darío Herrera

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  3. "Desiderio Arias hombre de valor, a nadie hizo daño, a nadie mato".

    interesantisimos datos historicos.

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  4. Manuel Rodriguez Bonilla menciona a los hermanos Torres y los identifica como Alejandro, Carmito y Emiliano. De ese grupo el unico Alejandro o Alejandrito es Alejandro Rodriguez quien presidiria lo que llamaban algo asi como la Comision del Noroeste. Los nombres de los hermanos Torres eran: Adriano (Nano) quien siempre vivio en Pueblo Nuevo, Carmito quien residio en La Caida de Gurabo (linea divisoria entre las provincias Valverde y Monte Cristy, y Emiliano quien siempre vivio en Mao. Conoci a todos esos personajes por ser amigos y companeros de aventuras de mi padre-abuelo.
    Felix Rodriguez (Felix Chaco) era mi tio.

    Espero que se corrija este desliz salvo demostracion de lo contrario.

    Atentamente,

    Jose Manuel Gomez
    jomago19@gmail.com

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  5. Tienes razón José Manuel. Alejandrito Rodríguez era un desiderista a carta cabal y luego presidía la Comisión presidencial trujillista a quien la dictadura le asignó jeep para ejercer su labor. Alejandrito residía en Gurabo y era uno de las figuras más influyentes del trujillismo en Mao.
    Rafael Darío Herrera

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  6. En ningún momento he afirmado que Desiderio Arias fuera Ministro de Guerra al momento de su muerte. Me refiero al Ex, porque lo fue en el pasado. En la sede de su cargo en la ciudad de Santo Domingo (Fortaleza Ozama) recibió el ultimátum de entregar sus armas antes de las 6 de la mañana del 15 de mayo del 1916 por parte del ejército invasor de los Estados Unidos de América bajo el mando del contraalmirante Willian Caperton, iniciando así la primera ocupación militar
    del suelo dominicano por parte del imperio norteamericano. Insisto, Desiderio Arias merece ser estudiado tomando en cuenta las publicaciones de la época, así como los testimonios de personajes confiables de Mao que vivieron aquellos angustiosos momentos del año 1931.

    Manuel Rodríguez Bonilla

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